Bestias de papel

Monstruos que asustan a los niños hay por todas partes y en la literatura ni hablar. Algunos de tan espantosos que son solo pueden ahuyentarse cuando se los imita, cuando simulando ser ellos dan lugar a que se les pierda un poco el miedo. El miércoles 9 de octubre, en la Casa del niño de Barrio Illia, los chicos trabajaron con cuentos sobre personajes horrorosos a los que representaron en el juego de teatro con el que cerraron al final la actividad. El juego empezó con Basilisco, protagonista de "Bestiario", de Gustavo Roldán. María Trombetta escribe la crónica del evento para Libro de arena.



Por María Trombetta


Personajes espantosos que hacen su aparición en historias de todos los tiempos: dragones, gárgolas, basiliscos, sirenas…  Sus nombres invocan  imágenes horrorosas y  poderes nefastos. En algún tiempo sirvieron para explicar aspectos de la realidad, en otro, considerados simples productos de la imaginación humana, pero siempre su presencia inquietante resulta atractiva y misteriosa.
Ante la pregunta ¿cuánto saben de monstruos?, los nenes y nenas que concurren a la Casa del Niño y del Adolescente de Barrio Illia se prepararon para una tarde de juegos y lectura. Tal vez motivados por el tema, habían esperado a la “seño” que los visitaba escondidos debajo de una mesa, de la que se asomaron con un “buuuh” coreado. Enseguida, recurrieron a su rutina de saludo grupal: una ronda en la que cada uno saluda al compañero de al lado con un beso en la mejilla, un abrazo de amigo, o de la forma que quiera. Por supuesto, la invitada fue incluida en la cariñosa costumbre, pero además, la sorprendieron con una hermosa rosa de regalo, digna de la más bella sirena de las que pueblan el libro que guió el juego de esa tarde.
Precisamente, el libro que dio la excusa para comenzar fue el “Bestiario” de Gustavo Roldán. Y al principio, fue una charla de esas en las que todos comparten lo que saben, que en este caso era mucho: los monstruos aparecen en diferentes formas en varias historias. ¿Conocen al Basilisco? No, no lo conocen… Pero después recordaron al mago Harry Potter y su batalla contra la horripilante serpiente con un solo ojo que lo atormentaba en la cámara secreta. Y los dragones: algunos tienen cuernos, dijeron los chicos, pero otros no. Todos lanzan fuego, parece. Cuando llegó el turno de las sirenas, pasamos de la tierna y sufrida que conocen de la película de Disney, a las más tenebrosas que buscaron provocar el naufragio a Odiseo y sus hombres.
              

























 Después llegó el momento de jugar: entonces el teatro nos prestó los instrumentos para poner el cuerpo a un tema tan pavoroso. El basilisco era una serpiente armada entre todos, que se desarmaba y había que volver a construir rompiendo el récord de velocidad; los monstruos podían ser imágenes fijas jugando al “cigarrillo 43”, o creaciones colectivas con cinco cabezas, nueve patas y un montón de brazos.
                La lluvia de la tarde se hacía sentir en el techo cuando llegó el momento de despedirse. ¿Nos leés otro? ¿Cuándo volvés? ¿Cuándo vuelvas, nos leés uno de brujas, o de vampiros?, fueron las preguntas más escuchadas entonces.
                La ronda de saludos cariñosos volvió a repetirse, y los nenes y nenas se fueron a merendar en un tren bastante parecido a un basilisco sonriente.
Actividad para niños de 6 a 10 años- en la Casa del Niño y del Adolescente del Barrio Illia
Miércoles 9 de octubre de 2013.


Comentarios

  1. Se puede percibir que pasaron un momento encantador. Felicitaciones por trabajo realizado.

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