Literatura y juego

A fines de diciembre del año pasado, cuando nos sentamos a definir qué tópico íbamos a trabajar cada mes en Libro de arena, llegamos al mes de Julio y no hubo discusión. Vacaciones de invierno, tiempo libre... la relación entre la Literatura y el juego como tema a trabajar se nos impuso.
Lo que en ningún momento pudimos anticipar fue que cuando llegara la fecha del receso invernal, íbamos a estar viviendo esta situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio, en el marco de la pandemia del COVID 19.




Sin clases presenciales y con la gente metida en su casa, las vacaciones de invierno, van a ser, a lo sumo, un lapso en el que no habrá que entrar a presentar tareas en un aula virtual. Es cierto. Pero también es cierto, que justamente por el encierro, por la sensación de que los días son iguales (o casi), pensar en la distensión y en el juego puede ser una herramienta interesante, que nos distraiga de lo cotidiano y que nos ayude a sentir que el tiempo pasa más rápido.

Así que durante julio, el tema de Libro de arena va a ser, efectivamente, la relación entre la Literatura y el juego. El juego infantil, el juego adulto, los juegos de palabras, o las palabras que juegan en los textos… El juego como tema literario o como procedimiento…

Vamos a abrir distintas puertas para ir a jugar. Si estamos con problemas con las puertas de la realidad, será cuestión de abrir las de la imaginación. A leer y a jugar, entonces que no se acaba el mundo.

Abrimos, este mes, con el poema-canción en el que María Elena Walsh nos recuerda el viejo juego infantil de las visitas que se juntaban a tomar el té. Después de todo, poder juntarnos de nuevo va a ser una alegría, y bien grande, cuando esto termine. 



Canción de tomar el té


Estamos invitados a tomar el té.
La tetera es de porcelana
Pero no se ve,
Yo no sé por qué.
La leche tiene frío
Y la abrigaré,
Le pondré un sobretodo mío
Largo hasta los pies,
Yo no sé por qué.


Cuidado cuando beban,
Se les va a caer
La nariz dentro de la taza
Y eso no esta bien,
Yo no sé por qué.


Detrás de una tostada
Se escondió la miel,
La manteca muy enojada
La retó en inglés,
Yo no sé por qué.


Mañana se lo llevan preso
A un coronel
Por pinchar a la mermelada
Con un alfiler,
Yo no sé por qué.


Parece que el azúcar
Siempre negra fue
Y de un susto se puso blanca
Tal como la ven,
Yo no sé por qué


Un plato timorato
Se casó anteayer.
A su esposa la cafetera
La trata de usted,
Yo no sé por qué.


Los pobres coladores
Tienen mucha sed
Porque el agua se les escapa
Cada dos por tres,
Yo no sé por qué

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