Sobre "La uruguaya"
No hay verano que no se
refresque con una buena lectura. No hay regalo mejor bienvenido que la
recomendación de otro lector sobre un buen libro. Libro de arena comparte las miradas apasionadas, afiladas, inquietas
de sus lectores. Esta vez va un comentario sobre La uruguaya, de Pedro
Mairal.
Por Silvina Rodríguez*
Todos los veranos, la misma
historia. Nunca sé (ni lo pretendo) por qué elijo las lecturas que me van a
acompañar en las vacaciones. En este caso, era el único libro de Mairal en mi
biblioteca. No lo había leído nunca, así que estaba, como quien dice, totalmente
virgen de él. De su estilo. De su escritura. Y la palabra no es inocente.
Porque la novela tiene un alto matiz sexual, algo con lo que no había imaginado
encontrarme. “La uruguaya” es una historia (en estricta primera persona,
a cargo de Lucas, el protagonista) de amor y de desamor, de un matrimonio
y de una separación, de un padre y de su único hijo de cuatro ó cinco años, de
la crisis de los cuarenta en hombres y mujeres, de metidas de cuernos, de
literatura, podría ser un poco un thriller, también, bien mirado…La historia
del “burlador burlado”, del que “va por lana y sale trasquilado” y algunos
otros lugares comunes. Con la salvedad, claro está, de que la manera en la que
narra Mairal dista mucho de encontrarse entre lo remanido, lo trivial, lo visto
o leído otras veces. De modo tal que, entre que no es una novela muy larga (167
páginas, casi bocha para “nouvelle”), la urgencia que me producía la historia y
saber adónde iba a parar el escritor cuasi maldito, Magalí, y esos dólares
teñidos de mala onda desde el principio, me la deglutí en muy escaso
tiempo. Casi, casi, como las diecisiete horas durante las cuales
transcurre realmente (¿realmente?) la novela. Por supuesto, queda todo por
contar. Porque para eso, se las estoy recomendando.
* Silvina Rodríguez es librera y feriante. Con su feria Tierra de libros, recorre escuelas de Capital y Gran Buenos Aires, siempre contagiando el entusiasmo por la lectura.
La uruguaya
Pedro Mairal
Montevideo, Emecé, 2016
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