Cien años del nacimiento de Joaquín Giannuzzi

Hoy se cumplen cien años del nacimiento de Joaquín Giannuzzi. Libro de arena lo recuerda con fragmentos de la entrevista que le realizó Daniel Freidemberg y de los textos de Jorge Fondebrider, y Fabián Casas, publicados en el Dossier que le dedicó Diario de Poesía en el N° 30- Invierno 1994. Y también con algunos poemas, publicados en su Obra Completa de Ediciones del Dock, en 2014.



“¿Está de acuerdo cuando se dice que usted es un poeta “objetivista”?

-Habría que ver qué significa “objetivista”. Yo he estado tratando de conseguir en lo posible una poesía objetiva. Una poesía donde explícitamente esté el mundo, estén las cosas. Mi ideal es la poesía descriptiva, y justamente veo que la última generación está en eso. Lo descriptivo y lo trivial. Otro ideal mío es introducir lo trivial en la poesía.

-¿Para qué? ¿No le parece que ya hay demasiada trivialidad en el mundo?

-Justamente porque el mundo está lleno de cosas triviales, el elemento trivial no puede estar ausente de la poesía. Está en los grandes poemas de esta época: pensá en Eliot, pensá en Ezra Pound, aunque en ellos, sobre todo en Eliot, se ve además el horror de lo diminuto, el horror de lo cotidiano. Wiliams Carlos Williams, por ejemplo, introduce lo trivial. En la poesía norteamericana aparece mucho ese procedimiento, que en cierto modo es el que yo había adoptado: el poema parte de una visión objetiva, de la simple mención de las cosas, y después se desarrolla de acuerdo a una idea, la va desarrollando. Porque uno siempre tiene algo que decir, incluso de las cosas triviales. Lo trivial sirve de soporte.

(…)

-Su aspiración es un lenguaje lo más llano posible, ¿no? ¿Y le interesa lograr un tono reconociblemente argentino?

-No. NI siquiera uso el “vos”, uso el “tú”, si el uso del “vos” puede ser un indicio de un lenguaje argentino. Yo creo que uno de los pocos que lograron un tono argentino ha sido Tuñón.

-Tuñón también usa el “tú.

-Bueno, pero hablo de un tono que él tiene y también lo tiene Gelman. Gelman sí usa el “vos”, lo que implica todo un riesgo y en su caso suena bien. Pero es cierto que aspiro a un lenguaje, no sé si “llano”, diría “lineal”: significados muy explícitos, nada de hermetismos ni de oscuridad, que es peor que el hermetismo. En lo impenetrable del hermetismo está el misterio, el hermetismo te da pie para afrontar un enigma. Pero la oscuridad no ofrece nada. Y además es una nada gratuita.”


Fragmento de “Un poeta standard”, entrevista de Daniel Freidemberg a Joaquín Giannuzzi- Dossier Giannuzzi, en Diario de Poesía N° 30- Invierno 1994.


“En ella [la poesía de Giannuzi] no hay épica alguna, porque habla de las pasiones de un hombre común que da cuenta de sus muchos defectos, dejando entrever entre sus pocas virtudes un enorme amor a la inteligencia y una implacable conciencia de sus límites. Por lo tanto no hay idealización de la figura del poeta ni pretensiones de trascendencia personal, fuera de la esfera del poema. La suya no es poesía libertaria ni, mucho menos, un panfleto. No hay golpes de efecto resueltos en un remate final. Al lector no le ahorran disgustos: el humor es sombrío; la fe en el destino de la humanidad, mínima; la conciencia de la continua degradación de la vida, implacable. Las notas líricas son breves y evitan el amontonamiento de imágenes. Su fin no consiste en ofrecer una vaporosa sensación de belleza; por el contrario, apelan a la extrema claridad, a una lucidez descarnada que nada tiene que ver con devaneos retóricos sobre los “temas graves y prestigiosos”. La lírica surge en Giannuzzi a partir de los datos de la realidad más inmediata. Estos son el objeto de la reflexión metafísica que se constituye en método de conocimiento. Por último, Giannuzzi no es un santo susceptible de 

reescrituras y otros males afines. Tiene la desgracia de ser peronista, pero, curiosamente no reclama ni recibe nada por ello; tiene el vicio de la desidia; su principal deporte es el pesimismo; su rutina diaria la autoflagelación. En otras palabras, para las almas sensibles Giannuzzi es, básicamente, impresentable.”


Fragmento de “Una causa personal” de Jorge Fondebrider, Dossier Giannuzzi, en  Diario de Poesía N°30-Invierno 1994


“Haber leído con fervor toda la poesía de Joaquín Giannuzzi, conocerlo personalmente y conocer varios tramos de su historia personal, me pondría, supuestamente, en una situación privilegiada para escribir sobre él. O no; Goethe, refiriéndose al crepúsculo escribió: “todo lo cercano se aleja”. Digamos, por ahora, que entre estas dos tensiones se van a debatir las líneas que siguen. Pero no sin antes hacer una aclaración: cualquier cosa que yo pueda decir sobre la poesía de Giannuzzi es insignificante frente a uno solo de sus poemas. Ni falsa modestia ni exceso de respeto: una regla que considero general cuando alguien con vagas intenciones críticas se acerca a merodear un poema. Podemos orbitarlo, catalogar sus elementos, el uso de la adjetivación, registrar su tono, o situarlo históricamente, etc. Pero no podemos, objetivamente, transmitir lo que comprendimos.

(…)

“Una naturaleza adánica que ha sido traicionada y de la cual ya poco podemos recordar: todo está tocado por el hombre y el planeta es una inmensa tautología. Entonces, en estas condiciones, es natural la preocupación de Giannuzzi por los objetos: ya que estos están construidos por los hombres y contienen en su centro una razón y una utilidad. Giannuzzi, en cambio, es huérfano de todo esto. Pero si bien los objetos parecen inmutables, estos también se deterioran con el tiempo, y sólo es posible captarlos en su inmutabilidad mediante el método fenomenológico, es decir, en situación.”

 

Fragmento de “Como una aguja en la mesa de saldos” de Fabián Casas, Dossier Giannuzzi en Diario de Poesía N° 30- Invierno 1994.


Poemas


Aquí el error

La escarcha bajo el vidrio de la ventana
se acumula formando una especie de cordillera.
Sin saber por qué, estoy seguro
que no la esculpe el azar
sino la ley del viento invernal: otro secreto
de la naturaleza
cuyo único error es mi propia existencia


En Un arte callado (2008)


Lázaro

Los granos de trigo egipcio germinaron

después de cuatro mil años de sombra.

Esto puede parecer demasiado hermoso.

Pero si la energía de la vida

soñó largamente en medio de la muerte

unas pocas gotas de agua y de luz

bastan para que Lázaro mueva los párpados.


En Señales de una causa personal (1977)



La abuela

Mi recuerdo principal sigue en su mano.
Su mano
que alguna vez en el siglo pasado
fue melodramática y carnal,
y que pasó del mar directamente a la cocina
para encender el fuego y convertirse
en vanguardia inteligente
de una conciencia de lo justo; cargando
con las trifulcas y disgustos de la familia,
arropando a los que dormían inquietos en invierno,
desafiando el luto
con la aceptación de todo lo que sucede,
sabiendo que lo torcido y lo derecho
terminan por enfilar en un solo rumbo.
Su mano,
respiración y poder articulados
entre objetos sabiamente sometidos,
y yo, que llegué cuando cerraba por última vez el horno,
para decirle que nada hay más hermoso que un huevo
ni más vivo que una mano de abuela en la cocina.


En Principios de incertidumbre  (1980)



Ahora salgo


Me senté en la ventana

bebiendo mi café mientras el país se sacudía.

ensayé algunas meditaciones

en lugar de quebrar el decorado a balazos.

Y bien, aquello era demasiado

aún para un canalla como yo.

Quiero decir que de pronto entendí

que en esa sacudida no había nada de teatro,

y que todo iba a reventar en serio.

En la calle las caras se habían endurecido;

en los puños levantados se insinuaba

un conocimiento decisivo;

sonaron los primeros disparos

y entonces salí, me instalé en la historia.

Y era una lástima, de todos modos,

porque hubiera tenido filosofía para rato.


En Las condiciones de la época (1967)


Todos los poemas están en Joaquín Giannuzzi, Obra Completa,  Colección Pez Náufrago, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2014.


Para leer completos los textos del Diario de Poesía, acá: 

https://ahira.com.ar/ejemplares/diario-de-poesia-n-30/



Obra Completa
Joaquín Giannuzzi
Colección Pez Náufrago
Ediciones del Dock, 2014.

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