Silvia Sirkis: “Tenemos el deseo profundo de poder abrir el mundo del arte para los chicos, las familias, para todos”

En la segunda parte de la entrevista a la fundadora y alma mater de Arte a babor, editorial que tiene como uno de sus pilares hacer llegar el arte a los niños, hablamos, por supuesto, de arte (pintura, arquitectura, cine) pero también de la industria, sus modos de difusión, las ferias, los proyectos, las dificultades para llevarlos a cabo, los premios. Una charla excelente.



Mario Méndez: La otra vez, Carla e Ileana, las chicas de Iamiqué, una editorial un poco prima, informativa, dedicada más a la divulgación científica que al arte, se quejaban de que a nivel ministerial no se elige ciencia para las compras institucionales. ¿Esto se puede aplicar al arte? ¿Es raro que les compren del Ministerio de Educación? ¿O es común?

Silvia Sirkis: Arte a babor no tuvo la misma experiencia de las chicas de Iamiqué. Cuando solo había tres títulos los presentamos y fueron comprado los tres. Arte a Babor, al contrario, tuvo siempre apoyo del Ministerio. Pero entiendo lo que dicen Carla e Ileana; siempre están por hacer una compra de libros informativos que nunca llega. Pasa también en otros ámbitos. En Fundación Cuatrogatos no evaluan para el premio libros informativos porque sienten que no los pueden juzgar. Pero, en cambio, esto no sucede en México, donde compran muchos libros informativos.

MM: Eso decían Carla e Ileana- que tienen mucha llegada a la compra en México, y ni de cerca algo parecido en la Argentina. 

SS: Nuestro catálogo es mucho más chico que el deellas y hemos vendido menos que ellas, seguramente. pero hemos vendido allá; y hemos vendido acá. En cada compra del Ministerio de Educación argentino hemos tenido libros seleccionados. En la última nos compraron dos títulos, en la anterior, otros dos. Creo que tal vez aquí eligen títulos con un formato más literario o de libro ilustrado y menos el informativo. En México vendimos muchos ejemplares en una de las compras, no en todas. 

MM: ¿Cómo llegaste a México? ¿Fuiste a la Feria de Guadalajara? 

SS: Participó  dos o tres veces en la Feria de Bolonia y dos o tres en Guadalajara. En la primera hice una pequeña misión por ciudad de México, y encontré el distribuidor que nos representa hasta el día de hoy. Así se ha hecho. También tenemos distribuidor en Colombia, Chile y Uruguay.

MM: ¿Vas a ir a Guadalajara este año 2022?

SS: NO; este año hubo poco viaje. El año pasado fuimos a Frankfurt por primera vez, y fue una experiencia preciosa. Para ir a las ferias hay que saber bien lo que uno quiere, y para qué va. Yo ya hice las exploraciones, así que si no puedo conseguir mi objetivo para la Feria no vale la pena ir. Mi objetivo en Guadalajara es volver a tener un stand, cosa que hice solo una vez,  stand compartido con Limonero y Calibroscopio. Tendría que repetir un esquema así. Con toda la disrupción que hubo por la pandemia eso quedó un poco desdibujado. Quizas pueda organizarlo manejarlo mejor el año que viene, no se. Ay, estoy contando todo; casi como  en el psicologo. 

MM: Terapia editorial con el licenciado Méndez. Amauta no fue nunca; vamos a ir este año, por eso me interesa particularmente. A ver qué ocurre, vamos a hacer esa exploración que vos ya hiciste hace mucho. 

SS: Se aprende, los resultados tardan en llegar; no sirve ir una vez. Para tener resultados hay darle una cierta continuidad, y a veces es difícil. Pero primero hay que ir y aprender. Hasta hace unos años la edición argentina era muy importante y en los otros países había poco. Pero hoy en día hay cosas maravillosas de Colombia, de Chile, México tiene una edición finísima. La edición latinoamericana es muy potente; uno es un pedacito de eso. Cuando vas allá te das cuenta de eso. Hay tanto y tan fino, en el sentido de elaborado… Y muchas causas perdidas también; libros sobre los que te preguntás a quién le llegan, pero están, se hacen, tienen su público. Hay editoriales más comerciales también; es maravilloso ver todo lo que se publica. Uno aprende mucho. 

MM: Esperemos aprender allí. ¿En qué proyectos andan en este momento? 

SS: Nosotros tenemos un libro que se llama Perdidos y encontrados. Es un libro informativo pero con un juego. Y ahora va a salir uno parecido, sobre diferentes tipos de ateliers de artistas, que también tiene un juego involucrado. Estoy muy contenta con ese libro que está en plena producción. Y creemos que vamos a sacar uno o dos libros más completando las colecciones que ya están. Tenemos varios proyectos que van saliendo lentamente. El de los ateliers es el que está al salir, a fin de año o principios del año que viene.  Depende un poco del papel, del precio de las imprentas, de cómo terminemos de articular el programa editorial. Hay un montón de proyectos, y nunca se terminan las exploraciones para nuevos libros,

MM: ¿Qué pintores están en carpeta?

SS: Hay un montón; siempre hacemos el tándem de un argentino y un  extranjero. Teníamos muchas ganas de hacer algo con Kandinsky, que está bastante armadito, no quiero contar mucho, pero hay bastante trabajo en carpeta que va a ir saliendo de a poco. La colección Así me gusta a mí, que es la de los pintores, fue nuestro caballito de batalla y lleva vendidos miles y miles de ejemplares. En algún momento le di un corte, porque no queremos ser sólo esa colección, y empezamos a explorar otras cosas. Creo que llegó la hora de volver a alimentarla. 

MM: Ahí están Pettoruti, Quinquela, Berni, Lola Mora… Los grandes…

SS: Pettoruti y Leonardo los hizo Margarita Mainé… También van Gogh… Con la muestra inmersiva de van Gogh que hubo, hubo una especie de furor porteño. Vamos a ver si llegamos a los diez libros en la colección, por ahora son 7. 

MM: ¿Y de los argentinos estaba Xul?

SS: No, no está hecho. Tenemos una candidata que se ofreció para escribir Xul… Yo te cuento todo porque sos amigo; no tendría que contar tanto. 

MM: Siempre mandamos la desgrabación para editar. Para que no se pierda la tranquilidad de la charla. 

SS: Aprovecho para mostrar este libro de Itsvansch, que salió en pandemia, Manos de viento. Nos ha dado tantas alegrías, ganó un montón de premios. 

MM: La cueva de las manos, en el sur…

SS: Sí, la cueva de las manos. Este libro es una joya informativa y literaria a la vez. Istvansch es un genio total. Adoro este libro. 

MM: ¿Lo hizo integralmente Istvansch? 

SS: Sí. Hizo todo. Hay un apéndice de información final que hicimos juntos, pero es un libro integral de él. 

MM: Un placer trabajar con él, ¿no?

SS: Una alegría, cada hora y cada minuto. Tendría que estar haciendo libros con él todo el tiempo y sería una mujer muchísimo más feliz. 

MM: Qué lindo que te digan eso. Espero que el amigo Istvansch lo lea. ¿Qué premios ganó?

SS: Destacado Alija, seleccionado Key title de Argentina, finalista Fundación Cuatrogatos, Tuvo muchos destaques, me puse muy feliz porque los merece todos. Es un libro que tiene más o menos un año en el mercado, gusta mucho y él lo presenta con mucho amor. 

MM: ¿Para qué sirven los premios, Silvia?

SS: los premios te dan publicidad, así que desde el punto de vista comercial sirven para destacar un libro. También son un mimo a la tarea hecha. Ya que estamos hablando de ALIJA y los destacados, siempre son un reconocimiento a una tarea. Cada libro es una apuesta. Divinsky decía que la edición es una actividad de riesgo. Uno piensa que un libro un público, que se va a vender… pero en realidad nunca sabés como va a ser la recepción. Creo que eso es lo mágico que tiene la edición. Cada libro es una apuesta. A veces las ventas no te responden pero el premio puede decir “esto es valioso”, aunque el público no lo haya descubierto o no lo vaya a descubrir nunca. También se puede vivir sin premios; hay muchos libros valiosos que no han sido premiados. Siempre me acuerdo de que La tregua perdió contra Amarcord. No se puede decir que La tregua es una mala película. A veces, simplemente, tu libro no es el mejor de ese año. Así que a los premios también hay que darles el contexto. Los premios no son todo, pero son un mimo y es muy lindo ganarlos, por supuesto. 

MM: Ustedes se dedican al arte. Hay arquitectura, hay escultura, ¿y el cine?

SS: Me gustaría muchísimo. Está dentro de mi lista de deseos. Me encantaría hacer un muy buen libro de cine. Creo que es un tema muy interesante para explorar con los jóvenes. 

MM: Me lo anoto. Si en algún momento se me ocurre algo sobre Favio, te lo mando. 

SS: Esto es una charla de amigos. 

MM. ¿Cómo eligen los pintores? Algunos son infaltables; Berni tiene que estar. No me acuerdo si está Soldí…

SS: No, Soldi no está en esta colección de siete pintores, de los argentinos hay solo cuatro. De cualquier manera, este libro, que se llama ¿Qué te imaginás?, también tiene una selección de artistas distinta. Está Raquel Forner, por ejemplo. Hay un lugar común en el arte, el de “los infaltables”… Y a veces de los infaltables nos aburrimos, porque están siempre ahí, y no conseguimos instalar otra cosa. Raúl Lozza, una maravilla argentina, poco conocido en el ámbito escolar, por ejemplo. Aclaro que yo no trabajo para el ámbito escolar, pero termina habiendo un rebote. Amancio Williams, otro genio. Tenemos obras de él en dos libros, la llamada Casa del puente, y estos Parasoles.  La colección de los pintores vuelve y vuelve, pero hemos hecho muchas exploraciones con artistas menos conocidos. Acá está Raquel Forner… (lo muestra). La astrofauna, un cuadro de la época en la que el hombre llegó a la luna. Por eso el nombre. Este libro, que es el que les comentaba que hizo Cecilia Garavaglia, con edición de Ana Lucía Salgado… está Claudia Fontes, que nos representó por lo menos una vez en la Bienal de Venecia. Un libro hermoso de hacer, que no tiene pintores tan conocidos, pero tiene una selección de obras impresionante. Este es uno de nuestros desafíos ahora. Queremos que los más chicos conozcan artistas que no son los más evidentes. 

MM: Me hiciste acordar de la casa del puente; ahí funcionaba una de las dos radios de Mar del Plata.  LU 9. “LU9, emisora Mar del Plata, desde la Casa del puente, un puente hasta su casa”.

SS: Está en el libro que se llama ¿Qué forma tiene una casa? La llamaron casa del puente por la radio del puente. El nombre original que le dio el arquitecto, Amancio Williams, hijo de del compositor Alberto Williams, es Casa sobre el arroyo. Esa casa que fue radio y que después estuvo en ruinas, vandalizada, quemada, es una casa patrimonial impresionante, y en este momento la están restaurando. Es una joya el trabajo que están haciendo. A quienes vayan a Mar del Plata se las recomiendo fuertemente. 

MM: ¿Se puede ir a ver?

SS: Sí. Creo que la compró la municipalidad de Mar del Plata. Pero durante muchos años estuvo abandonada. Este libro, ¿Qué forma tiene una casa? muestra que las casas pueden tener formas diferentes. Entre esas formas posibles está la de la casa de Amancio Williams. La idea de Arte a Babor es la de romper estereotipos. El arte sirve mucho para eso, acerca nuevas imágenes, nuevasideas, rompe ese esquema donde las cosas parecen ser de una sola manera. Un deseo profundo; el de poder abrir el mundo para los chicos, las familias, para todos. Perdón, yo no uso el inclusivo con soltura. Sabrán disculpar. Ese es el objetivo principal, poder abrir ventanas. El libro de las ciudades también es un poco eso. Cómo vivimos, cómo podemos vivir, generar ideas… Pensar en los lectores como los futuros ciudadanos de nuestro país, ellos serán los constructores. ¿Cual es el patrimonio a conservar?, ¿cómo imaginamos las ciudades donde queremos vivir,? ¿cómo podemos transformar aquellas que habitamos… 

MM: Pavada de propósito. Contribuir a que se salga de lo común, a que se abran mundos nuevos…

SS: Poder enriquecer la mirada. He visto el cielo con personas que saben de astronomía, y me doy cuenta de que cuando yo miro, veo mucho menos que lo que ven los que saben. Y me deslumbro descubriendo cosas que no sabía que estaban ahí. Lo que me gustría es ofrecer elementos para que puedan mirar el mundo y ver más. Poder generar más sensibilidad, hacia el arte, hacia las ciudades, hacia el patrimonio. Un libro de literatura nos acerca más palabras, nos aumenta nuestro mundo de imágenes y de situaciones. Lo mismo pasa con el tema del arte y del patrimonio cultural. 

MM: Es tal cual. Ya que mencionaste la a astronomía, pienso que la ciencia también podía ser otra colección. Cómo mirar las estrellas…

SS: los libros posibles son infinitos. Como las estrellas. Los libros hechos son menos. Los sueños también son infinitos. No hay nada más lindo para un editor, que soñar un libro y después verlo realizado, porque los sueños son muchos, pero las realizaciones son más acotadas. 

MM: ¿Ese nosotros a quién incluye? ¿Con quiénes trabaja Arte a Babor? 

SS: Incluyo a toda la gente con la que trabajo. Colaboradores varios. Nuestra estructura es chiquita. 

MM: Como en la mayoría de las editoriales independientes, hacés todo. Sos la gerente, la editora, la gerente comercial, la distribuidora, la cadete… 

SS: Hago casi todo. Por muchos años no me ocupé de la parte administrativa ni de la parte de ventas.  La pandemia cambió un poco eso y ahora espero hacer unos cambios.

MM: ¿Y eso es una tercerización o te asociás con alguien?

SS: Hay un poco de todo. Empleados en relación de dependencia o contratos para un proyecto en particular. En general, estoy bastante involucrada en todo. Miro todo; más de cerca o más de lejos, pero todo lo miro. La parte en la que menos estoy es la administrativa, que además traté de simplificarla al máximo para que funcione. Acá tendríamos que entrar en el tema de las consignaciones de libros, de la que estoy totalmente en contra, porque requieren estructuras más grandes y son muy caras. Parece que es gratis, que es barato, pero consignar es carísimo. 

MM: ¿Lográs que las librerías te compren en firme, cómo hacés para no consignar?

SS: Consigno muy poco. Por eso mantengo la editorial en su tamaño. El desborde de novedades va de la mano de la consignación. Y del servicio de novedades. Esa, para mí es una pésima política. Por ahí no en el corto plazo, pero a la larga se hace muy difícil de sostener. Uno debería hacer libros que las librerías quieran comprar. No que los acumulen en un depósito y ni sepan qué tienen. Un libro que un librero quiere comprar es un libro que se va a vender.  


MM: Ese es todo un título. Lástima que no estén mis alumnos de Introducción a la actividad editorial. Esa frase es muy buena. “un libro que el librero quiere comprar es un libro que se va a vender”. Es verdad. 

SS: Lo podemos invertir: el libro que se vende es el libro que el librero va a comprar. Los libros hay que cuidarlos más en todos los puntos de la cadena: cuando se hacen… no quiero parecer dura, pero creo que nacen más libros de los necesarios. Esa necesidad de novedad, puede ser completamente olvidable. Puede haber diez libros que son más o menos lo mismo. 

MM: Sí, la calificación de un libro como “necesario” es como la gran medalla, pero son muy pocos. 

SS: Quizá la palabra no sea necesario, pero no todos los libros tienen un lugar, no se pueden absorber todos los libros. Se producen muchos libros y creo que al final es en nuestro mismo desmedro esa híper producción. Lo que no quiere decir que no se escriba y no se ilustre, pero no sé si todos los libros tienen que tener tiradas de dos mil, tres mil o cuatro mil ejemplares. Puede haber ediciones de autor… Creo que hay lugar para todo, pero que no todo tiene que estar en el mimo lugar. 

MM: ¿Cómo estás con el tema producción? ¿Qué tiradas pensás vos con tus libros?

SS: Acá tiramos entre dos mil quinientos y tres mil. Alguna vez algo más o menos, pero en general son esos números. Esa es nuestra tirada promedio. 

MM: Son grandes. 

SS: Pero se venden. 

MM: ¡Muy bien!

SS: Si no, Arte a babor no podría vivir. 

MM: Vos te das cuenta, pero a lo mejor, otra gente que no está en el mundillo editorial, no sabe que las tiradas que mencionás son las que hacen editoriales grandes como Edelvives o Loqueleo. Y las pequeñas hacen quinientos,  lo que eleva bastante el costo unitario, o mil. Pero dos mil o tres mil es realmente mucho. 

SS: En el caso de los de cartoné hicimos casi seis mil. 

MM: Impresionante.

SS: Es lo que digo; hay que hacer que los libros valgan la pena, que tengan un lugar en el mercado, y no hacer libros por demás. Esto respalda lo que venimos hablando desde el principio. Creo que hay que encontrar cuál es el nicho al que vos apuntar y hacer libros que sean atractivos.  Algunos van a vender más, otros menos, algunos mucho más. Hay libros súper exitosos y otros no lo son. Cada libro es una apuesta, pero hay quedarles tiempo y dedicación. Si uno está con las novedades permanentemente… Somos editoriales chicas. 

MM: Está muy bien, lo de acompañar cada libro…

SS: Ahora me llaman como asesora editorial…

MM: Ya te voy a llamar. Bueno, estamos cerca de la hora y media de charla, así que voy a abrir a las compañeras acá presentes a ver si tienen alguna pregunta que no se me ocurrió y quieran hacerte.

SS: Fue como terapia, conté todo, así que no sé si algo me queda. 

MM: Estamos llegando al fin de la terapia; cuando el terapeuta dice que nos vemos la semana que viene. A ver Gloria, que levantó la mano…

Gloria Candioti: Hola Silvia, un placer. Quería comentarte sobre lo que planteás, del libro de arte para adolescentes, que el otro día fui a La Boca con un tercer año, y donde más se engancharon los pibes fue en el Museo Quinquela. Por supuesto, había una guía, yo aporté algo de lo mío mientras dejaba que miraran, y se quedaron muy impactados. Creo que esto de acercarles al arte sería interesante. Igualmente, muchos de tus libros se usan en secundaria también. 

SS: Por eso es relativo lo de la edad. Volviendo a la colección de artistas, quiero decir que Benito fue un artista muy popular, que nunca tuvo un gran reconocimiento académico. Hoy sí lo tiene, pero en general era como un segundón. Porque era autodidacta, no era de vanguardia, porque tuvo éxito rápidamente, por diferentes cosas. No pertenecía a la élite artística y a mí me parecía que había que conocerlo más. Hay biografías de artistas, pero son muy duras, en general te ponen todo en el mismo nivel de lectura dónde nació, qué premio ganó, abruma… Creo que el trabajo que más me interesó hacer fue tratar de encontrar la conexión emocional. ¿Por qué un artista desea hacer una obra? ¿Por qué Benito Quinquela Martín decidió pintar casi únicamente La Boca? Porque en general, cuando un artista tiene éxito puede ir repitiendo. Degas hizo un millón de bailarinas porque le empezó air bien. Pero en algún momento empezó con las bailarinas por algo, o con los caballos. La ida es encontrar ese primer momento en el que el artista decide que va a hacer “eso”. Y lo sostienen, aun cuando no tienen éxito; sería el caso famoso de Van Gogh. Creo que el mérito de los libros, si tienen alguno, es poder tener diferentes niveles de lectura para la información. Tratar de destacar ciertas cuestiones más emocionales, en lugar de hacer una biografía dura. A los chicos lo que les impacta es la historia, como vos decís. En el libro de Benito se dice que sus cuadros pueden verse de cerca, y se ve dónde pasó la espátula el artista, y si los ves de lejos ves a los trabajadores en la rampa Son cuadros para acercarse y alejarse. Eso las biografías no lo dicen. 

MM: Ana dice en el chat que es muy bueno e interesante todo lo que contaste. Si no hay más preguntas te dejamos, para que esto no sea una terapia tan extensa. 

SS: Bueno, les agradezco mucho, les agradezco que les interese la historia de Arte a babor. Le agradezco a Guadalupe, que muchas veces muestra los libros, tiene muchos seguidores y es una gran transmisora del espiritu de Arte a Babor. 

MM: Gracias. Buena semana a todos. 


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