Libro de arena

 

Compartimos imágenes del último encuentro del taller de Narración oral y lectura en voz alta dictado por Diana Tarnofky en la Biblioteca Ciencia y Labor . A veces todo es un pretexto para que pueda surgir una nueva forma Una confabulación para que nazca el milagro de otra formulación de lo ignorado. Roberto Juarroz ¡Muchas gracias a cada una de las personas que compartieron su voz en cada ronda de este año en la Biblioteca Ciencia y Labor ! Alegría infinita en cada intercambio, lectura, narración, convite de poemas, mirarnos y escucharnos, tejer trama grupal, aprender de todes, ampliar nuestro deseo de nuevas lecturas y relecturas. ¡Muchas Gracias! Diana Tarnofky

A modo de cierre, Mario Méndez nos deja unas impresiones sobre el último encuentro del ciclo de Cine y literatura, haciendo una repaso también, por todos los textos y las películas exploradas durante el año. Por Mario Méndez, coordinador del ciclo     El martes 6 de diciembre, en medio de los nervios mundialistas, por suerte con muchos más festejos que desazones, los integrantes del Ciclo de Cine y Literatura, algunos de los cuales llevamos más de diez años de encuentros semanales, nos reunimos en nuestra histórica sede, la Biblioteca Gerchunoff de la Sociedad Hebraica (¡ gracias, Débora, como siempre!).   Mientras brindábamos, nos contábamos los últimos días y degustábamos algún bocado, conversamos acerca de lo que más nos gustó este año. Se trataba de no pensarlo previamente, sino de mencionar, en ronda y tal como nos venían a la cabeza , aquellas películas o libros , vistas y leídos durante el año, que queríamos destacar .   Así, Alicia Barón Dayán mencionó la novela El coronel

Desde Libro de arena nos sumamos a los festejos por el triunfo de nuestra Selección Nacional de Fútbol. Lo hacemos con el relato "Messi es un perro", escrito y publicado por Hernán Casciari hace más de diez años. ¡Dale Campeón! Messi es un perro La respuesta rápida es por mi hija, por mi esposa, porque tengo una familia catalana. Pero si me preguntan en serio por qué sigo acá, en Barcelona, en estas épocas horribles y aburridas, es porque estoy a cuarenta minutos en tren del mejor fútbol de la historia. Quiero decir: si mi esposa y mi hija decidieran irse a vivir a Argentina ahora mismo, yo me divorciaría y me quedaría acá por lo menos hasta la final de la Champions. Y es que nunca se vio algo parecido adentro de una cancha de fútbol, en ninguna época, y es muy posible que no ocurra más. Es verdad, estoy escribiendo en caliente. Redacto esto la misma semana en que Messi hizo tres para Argentina, cinco para el Barça en Champions y dos para el Barça en Liga. Diez goles en

Gran pesar en el ambiente cultural y académico por la muerte del autor, crítico y traductor argentino. Junto con su pareja, Graciela Speranza, dirigía la revista de debates y reseñas de arte, literatura, música, cine y series Otra Parte. Por Daniel Gigena En su último diálogo con LA NACION,  Marcelo Cohen (Buenos Aires, 1951), que falleció este sábado a los 71 años en su casa en la ciudad de Buenos Aires,  se definió como un “aprendiz vitalicio”. Síntesis del humor, la humildad y el genio paradójico -tres virtudes que cualquiera que haya leído sus novelas, cuentos y ensayos podría atribuirle- esa definición sin embargo ocultaba un aspecto clave del autor de una de las obras más monumentales de la literatura argentina: Cohen fue un  pionero  para las nuevas generaciones de escritores que, a partir de los años 2000, comenzaron a experimentar con formas narrativas distantes del realismo, en escenarios ruinosos y a la vez futuristas, con personajes rozados por el absurdo, las obsesiones