El Cordobazo

Hoy se cumplen 55 años del Cordobazo, que terminó con la dictadura de Juan Carlos Onganía. En Libro de arena recordamos esas jornadas de lucha con la crónica de los hechos que escribió Rodolfo Walsh para el periódico de la CGT de los Argentinos, y un poema que Armando Tejada Gómez le dedicó al dirigente sindical Agustín Tosco



Cordobazo

Por Rodolfo Walsh 

Trabajadores metalúrgicos, del transporte y otros gremios declaran paros para los días 15 y 16 de Mayo, en razón de las quitas zonales y el no reconocimiento de la antigüedad por transferencias de empresas. 

Los obreros mecánicos realizaban una asamblea y son reprimidos, defienden sus derechos en una verdadera batalla campal en el centro de la ciudad el día 14 de Mayo. 

Los atropellos, la opresión, el desconocimiento de un sin números de derechos, la vergüenza de todos los actos de gobierno, los problemas del estudiantado y los centros vecinales se suman. 

Se paraliza totalmente la ciudad el 16 de mayo. Nadie trabaja. Todos protestan. El gobierno reprime. 

En Corrientes es asesinado el estudiante Juan José Cabral. Se dispone el cierre de la Universidad. 

Todas las organizaciones estudiantiles protestan. Se preparan actos y manifestaciones. Se trabaja en común acuerdo con la CGT.

El día 18 es asesinado en Rosario, el estudiante Adolfo Ramón Bello. Se realiza con estudiantes, obreros y sacerdotes tercermundistas una marcha de silencio en homenaje a los caídos. 

El 23 de Mayo es ocupado el Barrio Clínicas por los estudiantes y son apoyados por el resto del movimiento estudiantil. 

El 26 de Mayo el movimiento obrero de Córdoba resuelve un paro general de las actividades de 37 horas a partir de las 11 horas, para el 29 de Mayo, con abandono de trabajo y concentraciones públicas de protesta. 

Los estudiantes adhieren en todo a las resoluciones de la CGT. Los estudiantes organizan y los obreros también. Millares y millares de volantes reclamando la vigencia de los derechos conculcados inundan la ciudad los días previos. 

El 29 de Mayo amanece tenso. Los trabajadores de luz y fuerza son atacados con bombas de gases a la altura de Rioja y Gral. Paz. Una vez más la represión está marcha. 

Las columnas de los trabajadores de las fábricas automotrices llegan a la ciudad y son atacados. El comercio cierra sus puertas y la gente inunda las calles. 

Corre la noticia de la muerte de Máximo Mena, obrero mecánico. Se produce un estallido popular, la rebeldía contra tanta injusticia, contra los asesinatos, contra los atropellos. La policía retrocede. Nadie controla la situación. 

Es el pueblo. Son las bases sindicales y estudiantes que luchan enardecidas. El apoyo total de la población. 

Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores del poder, ni de cómplices participacionistas. 

El saldo de la batalla de Córdoba, "El Cordobazo", es trágico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás. 

En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano. 

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. 

La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. 

Extraído de “Periódico de la CGT de los Argentinos”. Colección Completa. Números 1 al 55. Mayo de 1968 – Febrero de 1970.  www.cgtargentinos.org

 

A TOSCO

Sí Tosco, sí Agustín,

como hace la madera,

con la tenacidad de la flor que no cesa,

de ese modo Agustín, Tosco como la tierra

en donde el Cordobazo alzó su polvareda,

como ese grito tuyo que sale de las fábricas,

de los talleres grises y las villas miseria.

Sí Agustín tumulto, de esa manera entera,

avanzamos contigo y con la clase obrera.

Nadie sabe en qué aire te volviste bandera

transparente Agustín de overol primavera.

Toscamente Agustín, sangre de sangre nuestra

córdobamente hermano para que el día vuelva

contigo en cada nido, en cada campanario.

Y el motín de palomas que de tu sangre vuela.

Nadie se ha detenido, nadie ha dicho me rindo;

a cada santo y seña tu multitud regresa,

con los puños en alto hacia la vida nueva,

y tu overol azul de patria en primavera.

 

Armando Tejada Gómez

 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt, Ilustrado por Decur

La lectura del tiempo

"El libro", un cuento breve de Sylvia Iparraguirre