Entre la huída y la clandestinidad

Sobre el fondo negro de un historia de muerte y terror sobresale la obra de Humberto Constantini. En el día de su nacimiento, Libro de arena lo recuerda a través del comentario de Alvar Torales. El libro elegido es De Dioses, hombrecitos y policías. Se trata de las aventuras de un grupo de amantes de las letras, miembros de una sociedad marginal denominada "Agrupación Polimnia", que llama la atención de sus perseguidores, los policías, quienes les preparan una emboscada.


Por Alvar Torales

Humberto Costantini nacido en Buenos Aires el 8 de abril de 1924 y muerto en la misma ciudad el 7 de junio de 1987 fue uno de los tantos intelectuales que sufrió persecución y exilio. Narrador, poeta, dramaturgo, ejercía estas actividades "atornillado a la silla" como él sabía decir, intercalándolas con otras, tal vez más prosaicas pero más redituables, como la de veterinario, vendedor y otras tantas.
Sin embargo, no se agota ahí el tiempo del querido Cacho, le sobra para participar activamente en la lucha contra el fascismo. Precisamente esa militancia lo lleva a escribir De Dioses, hombrecitos y policías en distintos lugares, en forma clandestina y terminarlo en Méjico, donde lo llevó el exilio, quizás empujado por las sombras de Haroldo Conti y Roberto Santoro.
La novela, que mereció el premio de Casa de las Américas, es "una historia de amor, de humor y de poesía bajo la pavorosa amenaza de la muerte". Escrita en parte en forma epistolar, narra las aventuras y desventuras de un grupo de un taller literario y de unos siniestros policías, manejados todos ellos caprichosamente, por algunos dioses del Olimpo. Todo contado con un muy fino humor, pero no es solo entretenimiento; detrás de la cofradía de los aspirantes a poetas, de los tan torpes como perversos policías y de las bellas y traviesas olímpicas, asoma la figura espectral de la noche más horrorosa que vivimos los argentinos.
Humberto Costantini, narrador, poeta, cantor de tangos. Porteño de alma. Chau, Cacho.



  De Dioses, hombrecitos y policías
  Humberto Constantini
  Buenos Aires, Bruguera,









Comentarios

Entradas más populares de este blog

El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt, Ilustrado por Decur

La lectura del tiempo

"El libro", un cuento breve de Sylvia Iparraguirre