La Grasita
La grasita Mercedes Pérez Sabbi Ilustraciones de Raquel Cané Editorial Comunic-Arte, 2021. |
Por Laura Ávila
Clarita es una niña que vive en un pueblo muy chico del interior de Buenos Aires, Maizoro. El mundo para ella es emocionante. Vive sus amistades, se pregunta por el amor y la muerte, atraviesa las andanzas del borde de su adolescencia con alegría. Su cómplice en todo es su tía Dorita, una mujer muy joven que quiere irse a la ciudad para ser una artista de cine.
Con un aire a una película
de Favio, Mercedes Pérez Sabbi construye el fresco de un país histórico, el de
aquellos días de antes del golpe de 1955. Los climas de La Grasita están logrados a base de investigación rigurosa y de
apelación a los sentimientos más vívidos. En primera persona, Clarita cuenta impresiones, vivencias que se graban en
el corazón de una chica que ingresa de a poco en el mundo adulto.
Lo más íntimo y delicado
es el tono con que la autora entrelaza las aventuras cotidianas de Clarita con
los momentos del país. Su devenir hacia la adultez también es acercarse a un
paisaje de sombras, donde un acontecimiento atroz puede cambiar el rumbo de
muchas vidas. Con una pluma tierna, dolorida y lúcida, Mercedes logra contar el
terrible momento de los aviones tapando el sol de los días más felices de sus
protagonistas.
Esta edición hermosa de
Comunicarte cuenta con las ilustraciones de Raquel Cané. Con trazos sutiles, la
artista va contando en imágenes la trasformación de una infancia y de su época.
Tiene en cuenta detalles hermosos: -el tapadito de la grasita, sus muñecas, sus
juguetes, su pequeño mundo- y lo comparte con los lectores. Su trabajo está tan
en línea con el texto, que el resultado final
podría interpretarse como un libro álbum, en donde los momentos en off del relato escrito quedan
recuperados en los dibujos.
Entre estas páginas hay
humor, cine argentino de la época de oro, mucha radio y melodrama, la oposición
entre la provincia y la ciudad, cierto conocimiento transmitido puertas adentro
de cómo ser una mujer de esa época.
Pero también existe la apropiación de una palabra que se vuelve conciencia de
clase, un orgullo recogido como un clavel del aire que se prende para siempre
en la pechera de un vestido de percal.
La pluma honesta,
divertida y mágica de Mercedes Pérez Sabbi es apta para todos los públicos. La Grasita es un viaje que ejercita la
memoria, una denuncia que refresca un episodio poco recuperado de la memoria de
los pueblos, un diario de rituales
femeninos, un libro para grandes y chicos.
En la subjetividad de la
que cuenta la historia se describen las contiendas de un país que siempre busca
ser feliz. No hay malos, no hay buenos, hay gente dividida por una fractura
espantosa que atraviesa sus días.
Clarita es un personaje
pícaro, crítico, que tiene ganas de encontrarle los resortes a ese mundo
difícil que le toca vivir.
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