Otra de las voces del surrealismo argentino es la poeta Carmen Bruna , nacida en Quilmes, provincia de Buenos Aires. Era médica pediatra, y ese fue durante años su trabajo, en pueblos de la Patagonia. Publicó su primer libro Bodas , en 1980, con un texto de Juan José Ceselli en la contratapa. Lectora de los poetas malditos franceses y de André Breton, siempre se identificó con el surrealismo. Compartimos cuatro poemas de la autora, publicados en la antología Poetas surrealistas argentinos/as , de Ediciones en Danza. Hay un lento acabarse Hay un lento acabarse de gaviotas hambrientas trizadas por las olas nocturnas y la carne germinal de las sepias, se conmueven los veranos partidos en un retozo ardiente de emborrachadas paltas, los veranos con sus playas como brasas de agua de coco, la pisoteada sábana de arena jubilosa, las burbujas calientes de la almeja, las bodas de los médanos con la espuma y la sangre. Quedan mis huellas como plantas porosas, quedan mis huesos mojados. ¿Hasta cu