Cierre del ciclo: "En la nueva literatura infantil y juvenil hay cambios en el contenido"
El “cierre del ciclo 2013” llega a
su fin con la segunda entrega de la charla abierta que el ciclo Nuevas Voces de la Literatura Infantil y
Juvenil realizara en dicha oportunidad. Con las participaciones de Mario Méndez y Mateo Niro, integrantes del Programa Bibliotecas para armar, quienes
hablaron de sus papeles como autores, editores y lectores de literatura para
niños y jóvenes, la conversación discurrió sobre cuáles son los temas acerca de
los que se escribe; la relación con el público y las editoriales; la calidad de
los productos y los gustos. Libro de arena
publica la segunda parte de la charla que retoma a partir del tema de qué
textos logran finalmente ser publicados y sobre todo alcanzar las ventas y
llegar al lector.
Asistente: ¿La
poesía se vende, en general?
MM: Depende…
es raro. Liliana Cinetto vende muchísima poesía. Por su nombre. Porque va a la
Feria. Porque es conocida. Porque son poesías muy accesibles…
Asistente: La
poesía de Florencia Esses me gusta mucho.
MM: Bueno,
en Amauta, La sopa de Carola, un libro que no es de poesía, pero sí de
juegos
de palabras, anda bien. Con Cantos de Dinosaurio, no tuvimos suerte.
Pero escuchen. Son todos de dinosaurios. Les voy a leer unas preguntas:
Si es verdad
que existieron
Dinosaurios llamados Carnosaurios
¿Por qué razón no existen
ni Pollosaurios
ni Ensaladosaurios
ni Chocosaurios
ni Caramelosaurios?
¿Y Milanesosaurios?
Y así como existió
un tal Albertosaurio,
¿existe el Martínsaurio?
¿Y el Carlosaurio?
¿Y el Gonzalosaurio?
¿Por qué no? (Risas).
“Canción del Diplodocus”
¿Quién será ese Diplodocus
que se cuela en mi jardín?
De a poquito, poco a pocus
se comió todo el jazmín.
Comió el ficus, comió el potus/ masticó todo hasta
el fin.
Diplodocus, diplodocus,
¡no te comas mi jardín! (Risas).
Es un muy lindo libro. Bueno, ahora sí, las escucho.
Asistente: Siempre
hay una tendencia a que la poesía para chicos rime y tenga algo gracioso. Por
lo menos de lo poco que leí. ¿Hay autores que se salvan de eso?
MM: Y… se
publican menos…
MN: Menos
aún…
MM: Menos
aún. Porque en general, la poesía se usa para primeros lectores, en Jardín de
Infantes, o en primero, segundo o tercer grado y “tiene gancho”. La otra es más difícil de publicar y de vender, es
más difícil que en las escuelas la tomen. No hay mucha costumbre de trabajar
con poesía en la escuela. No a nivel de que se compren cuarenta libros de
poesía para cuarenta chicos. Sí, se trabaja con una poesía que está en el libro
de texto, o que se copia en el pizarrón.
Asistente: ¿Y
qué autores serían?
MM: Sin
esto de la rima, no sabría decirte… Liliana tiene algunos. En este de los
dinosaurios leí uno con y otro sin. La poesía es otro tema para las grandes
polémicas.
Asistente: Para
mí tiene algo porque es muy sugerente, te abre mucho la cabeza, le escapa a esa
cosa concreta de la narrativa.
MM: Poder
entender las metáforas es toda una actividad. Bueno, en el de Cristina Macjus
que leímos, aparecieron haikus. Anselmo
Tobillolargo, hermoso libro.
MN: Creo
que les contó Mario al principio… Nosotros… ¿alguno sabe guaraní? ¿No?
Asistente: Rojaijú.
MN: El
guaraní tiene una cosa muy linda. Vieron que acá usamos el “nosotros” inclusivo
y exclusivo, y siempre usamos el “nosotros”. El señor Pablo Medina, que entre
otras cosas sabe guaraní, sabe que en guaraní el “nosotros” inclusivo y el
exclusivo son distintos. Cuando recién dijo nosotros estaba usando en
“nosotros” inclusivo. Todos nosotros, el día jueves, vamos a hacer el cierre
formal del año del Programa Bibliotecas para Armar. El Programa cumple diez
años en abril del año que viene. Y la idea es que acá hagamos un pequeño
videíto con las opiniones que Mario les va a pedir. 1) Voy a
filmarlos, si ustedes no se ofenden. Aprovecho para agradecerles a todos
ustedes (porque más cerca de las ocho alguno quizá se va), haber compartido
todo este rato con Mario. Quizá este ciclo es la coronación de muchos ciclos
que venimos haciendo hace muchos años, de encuentros y charlas con escritores,
en los cuales, los escritores, que están más acostumbrados a charlar con niños
pero no con especialistas como ustedes. Entonces, surgen cosas no muy comunes.
Si ustedes ven las desgrabaciones van a encontrar cosas riquísimas que quizá no
encuentren en otras entrevistas. Aprovecho también para felicitar a Mario, por
todos estos años. El año que viene va a plantear una nueva propuesta que en su
momento les vamos a comentar que esperamos que les guste. Y agradecerle a Pablo
Medina, que además de ser un maestro y un amigo, es el dueño de casa, de este
proyecto increíblemente lindo que es La Nube, y que estas últimas semanas tuvo
un protagonismo especial, lamentable en un punto, pero por otro, estas cosas
malas que pasan, que ponen en evidencia todo lo bueno que tienen, así que,
Pablo, un honor, y hoy que es el último encuentro quería agradecerte.
(Aplausos)
PM: Para
mí… si no hay birra… (Risas).
MM: Bueno,
después brindamos.
MN: En
realidad es la excusa para tomar vino. (Risas)
MM: Silvina
Díaz, que es una compañera de ustedes que vino a casi todos los encuentros me
mandó las respuestas por mail. Me parece que es una linda manera de abrir,
porque Silvina es especialista desde otro punto de vista. Es promotora y
recorre zona Norte. Entonces, por ejemplo me escribe acerca de ¿Qué
características distintivas encuentra en los autores de “las nuevas voces” con
respecto a la literatura infantil en general? : “Creo que las nuevas voces y la
no tan nuevas, escriben con menos prejuicios, abriéndose un lugar entre los
grandes de la literatura infantil, sin compararse con ellos, intentando recorrer
el mismo camino. Me gusta que haya muchos autores, encontrar diferentes
estilos, autores más sensibles, más investigadores, con más humor, que buscan
en la Historia… hay lugar para todos. Hay lectores para todos. Valoro la
originalidad de los textos entre tanta literatura, y me gusta el aire que la
mayoría transmite, de estar aprendiendo el oficio”. Bien. ¿Quién va a ser la
valiente o el valiente que va a decirme qué características distintivas ha
encontrado en estas nuevas voces que venimos entrevistando acá? (Silencio). De
a una, eh… (Risas).
Diana: Hay
mucho cambio en los contenidos. Ya no es “el perro que habla”, son más
profundos. Que sea literatura infantil no los aplana. Pueden entrar en cosas
sociales. Yo leí el de Melina Pogorelsky
es fabuloso como te abre para discutir todo lo del bullyng si querés. Y
en todos los chicos que estuvieron vi como esa preocupación. Me parece que hay
un interés por el contenido, más profundo.
MM: ¿Qué
recomendarías de las nuevas voces de la literatura infantil y juvenil argentina
a alguien que no conoce? Siendo vos venezolana viene bárbaro. Pensá en una
compañera lectora, a la que tenés que recomendarle algo. ¿Qué recomendarías?
Diana: Yo
quedé muy entusiasmada con el libro de Melina Pogorelsky y con su participación
en el ciclo, su visión editorial y como escritora. Este libro que es la
historia fantástica de una brujita que es para jardín, para chicos muy pequeños
y es una brujita que va en contra de todo.
MM: ¿Quién
continúa con lo que dice Diana?
Asistente: A mí
me gustó que los chicos no sean tratados como tontos. Todos los textos han
dejado algo. La actitud de los autores es muy buena. Con palabras muy simples.
Y si tengo que recomendar me encantó Anselmo
Tobillolargo, por la falta de prejuicios acerca del enamoramiento del
gigante.
MM: La
segunda pregunta es: ¿Qué libros de los leídos y comentados le pareció más
interesante, más innovador, más atrapante? Por ejemplo, Silvina menciona como
innovador, Tres espejos. Luna y Espada. Dice
que le parece innovador lo que se genera con la misma historia en dos libros, y
dice que de los autores que participaron y no había leído aún, la que más le
gustó descubrir fue Florencia Gattari. La autora de Posición adelantada y Navegar
la noche. ¿Qué
es lo más innovador de todos los autores que hemos visto
acá, para ustedes?
Asistente: Para
mí, como innovador, Andrés Sobico tiene una mirada muy distinta, muy
impertinente. Si bien habla de la ecología, tiene una visión muy contestataria.
El flautista de Hamelin es un
laboratorio donde las ratas toman características humanas y son las que dirigen
a los hombres. Escribe un tipo de terror que a mí me fascina y que va muy bien
con los chicos.
MN: Te
toca, Belén. ¿Qué recomendás y por qué?
MM: Pueden
no ser los innovadores…
MN: Puede
ser María Elena Walsh… Tiene que ser de literatura argentina, porque es lo que
estuvimos trabajando.
Belén: Creo
que hay plumas que pueden transformar algo horrible en algo muy poético, como
es el caso de Paula Bombara o del de Laura Escudero. Cuando ella contaba si le
preguntaban si no pensaba escribir nunca “literatura en serio”. Yo nunca
escuché que a un pediatra le pregunten si va a hacer medicina en serio. Y de
los que vimos acá, creo que el más irreverente es Andrés Sobico. Creo que Caperucita Verde es una mirada muy
contestataria y muy parecida a la de un chico cuando algo le molesta. Hay que
animarse a escribir lo que hizo Perrault desde un lugar absolutamente
terrorífico, con un tema como el de la suplantación de identidad, el robo de la
identidad. Es algo que reverbera y queda mucho.
MM: Hay
otra pregunta que les mandamos: ¿Qué opina de la polémica acerca del
crecimiento de la LIJ en la última década, y de la supuesta, o no, disminución
de su calidad literaria?
Graciela: A mí
me parece que toda esta proliferación es válida. Independientemente de que cada
uno pueda emitir su juicio de valor, esta apertura permitió que surgieran temas
variados, más comprometidos con la realidad de los chicos y con la realidad que
debemos abordar todos los días. Como dijo la compañera, a mí me resultó
sumamente gratificante leer El mar y la
serpiente, de Paula Bombara. Y todos los años me lo piden. Como el de
Esteban Valentino, Es tan difícil volver
a Ítaca. Son libros muy duros pero
están tan bien llevados… Y a los chicos les encanta esa historia comprometida
que en algún punto toca cuestiones de ellos. O El país de Juan, de María Teresa Andruetto. También, Mal día para ser mala, los cuentos de
Cristina Macjus. No la había leído, me asombró y me gustó mucho.
MM: La
última consigna decía: “Sería muy bueno
que aquellos que gusten, lean especialmente algunos de los títulos de los
autores invitados que no fueron comentados en el ciclo, o lo fueron poco, para
compartir con los compañeros, para realizar una crítica, para recomendar, si lo
creen recomendable. Silvina recomienda La
casa interminable, de Martín Blasco, que yo no lo conozco, editado por Del
Naranjo. Y de Nicolás Schuff, Viaje a la
luna, que está editado en Uranito. ¿Alguien tiene alguna obra de estos autores
que no hayamos charlado mucho para recomendar?
Asistente: A mí
me gustó mucho Cómo salvar al universo y
otras cosas de chicos, de Gattari. Fue lo primero de ella que leí.
Tiene mucho humor. Tiene cosas del
absurdo, trata al chico como superhéroe, el lenguaje, los personajes también…
Es muy divertido.
MM: Yo no
lo leí, por eso no hablé de ese. Igual fui claro. Yo me junté con los quince
acá al lado a tomar un café… y les dije…por ejemplo, el de Leo Batic, que fue
el último, alcancé a leer el último capítulo en el colectivo mientras venía, de
la primera de las tres novelas de la saga. De Victoria Bayona leí dos de los
tres publicados. Tiene Viaje a Aletheia,
Los monos fantasmas, y Dalila y los Tritauros.
Asistente: Un
lindo libro para recomendar, que es una adaptación, son las Historias de Troya, de Nicolás Schuff.
Me encantó, porque como siempre me gustó
todo lo que tuviera relación con la mitología griega. Lo encontré en una
librería de casualidad. Yo no tengo formación en literatura infantil. Lo
agarré, empecé a leerlo, y me enganchó mucho. Lo único que tiene la mitología
griega es la cantidad de personajes. Llega un momento en el que uno se pierde,
pero me encantó que estuviera este material.
MM: Hay
bastantes adaptaciones de distintas características. Las de Franco Vaccarini,
por ejemplo.
Asistente: Franco
hace unas muy buenas adaptaciones y quizá no pone tantos personajes en el
medio.
Asistente: Creo
que todos los narradores tenemos algún mito metido. Otro que me encantó fue el
de los monos de Victoria Bayona. Cuando la escuché hablar la vi reflejada en el
ritmo de su escritura.
MM: A mí
me gustó más el policial fantástico que el fantasy.
Asistente: Yo
con el fantasy no tengo onda… Lo veo
como algo muy celta. No puedo sacármelo de la cabeza. Tengo mucha imagen de
cine.
MM: De lo
de la polémica… ¿Alguien más tiene alguna opinión?
Asistente: ¿Ese
crecimiento tiene que ver con el auge de pequeñas editoriales?
MM: Sí,
se habló bastante, está muy vinculado. También la discusión acerca de la
calidad, con la cantidad de pequeñas editoriales que en algunos casos publican
con menos rigor de lectura previa. O lo que también sucede y es atendible
porque es parte del oficio, escritores que entregan a editoriales más pequeñas,
obras que a simple vista están menos elaboradas que las que le llevan a
Alfaguara o a SM. Cosa que es bastante opinable pero que a veces ocurre.
Asistente: Puede
ser que se encuentre mucha literatura que sea altamente opinable, pero está
bueno que pase porque permite ver que dentro de un mismo campo, en este caso la
Literatura infantil y juvenil, que era como “la hermanita fea”, haya tanto que
uno puede elegir qué cosa le gusta más y qué cosa no le gusta tanto. Y esa
valoración que un lector, sea un adulto o un chico, haga en ese ámbito, permite
un crecimiento, de esto que es la
literatura infanto juvenil. Ayuda a poder valorar aquello que te gusta.
Incluso acerca del mismo escritor. Puede gustarte más lo que publica en un
lugar que en otro. Alguien que lee mucha LIJ puede hacer esto.
Asistente: Siguiendo
la lógica, y tratando de sacarme la grilla televisiva de la cabeza, prefiero
tener cien canales para elegir a tener tres en los que me digan qué es lo que
tengo que mirar. Esa valoración prefiero hacerla yo. En ese sentido, sin
conocer el fenómeno, porque estoy aprendiendo ahora… que escriban los que
escriban, yo elijo después. Lo vinculo con la libertad. Para mí, es muy
importante poder elegir.
Asistente: Hay
algunos que apuntan más a la estética y menos al contenido. Otros hacen un
combo perfecto.
Asistente: Si
hubiera rigor sería mejor, digamos…
Asistente: Igualmente,
creo que esto de las “muchas voces”, a mí me abrió mucho las posibilidades de
poder acercarlos más a los chicos. Al haber más variedad de temas, los chicos se
acercaban muchísimo más.
MN: Con
respecto a eso, aunque sean opiniones contrapuestas que pueda tener, con la de
todos, (Risas), me gustaría aportar una cosita más, que es como una reflexión
interna. A mí me parece muy importante… podemos decir si es mejor la
atomización, por usar una palabra un poco peyorativa, esto de tener muchas
editoriales chicas o que haya pocas pero grandes. En todos los casos, a mí me
parece muy importante hablar sobre eso. Y este espacio del que ustedes
participaron, es lo que posibilita pensar que la literatura, cualquier obra
literaria, es un eslabón de una cadena de discursos que no termina en el libro.
Y este eslabón alrededor del que nosotros podamos pensar cuando hablamos,
discutimos o charlamos de los libros, o leemos para comentarle a otro, o a
nuestros hijos, o a un colega, estamos tomando a esa literatura, sea cual sea,
como un trampolín hacia otros discursos. Es importante la obra, el proceso
editorial, la atomización o no… pero es
una parte. Lo que ustedes realizaron acá, me parece tanto o más importante que
lo previo, que es el libro. ¿Se entiende? Me parece que el libro no es un fin
en sí mismo. Sea como sea. El libro es un puente, un trampolín a otros
discursos.
Nuria: Yo
hago una pequeña acotación. Cuando hablamos de pérdida de calidad, ¿a qué nos
referimos con la “calidad literaria”? A veces esto suena a prejuicio, y en
definitiva, siempre está el interés de cada uno y la propia elección.
MN: ¿Harías
alguna recomendación?
Nuria: Me
gustaron mucho los textos de Florencia Gattari, Posición Adelantada y Navegar
la noche. El segundo me pareció absolutamente poético. La temática de Posición Adelantada me pareció muy
interesante, más allá de que hoy por hoy no tiene que ver con cosas tan
comunes, hoy por hoy, me gustó mucho.
MN: Lo
que quiero decir con respecto a esto, es que la lectura es un acto
tremendamente solitario. Y también es una práctica imitativa, socializada y
socializante, por lo cual, hablar sobre lo que uno lee, sobre lo que a uno le
gusta es siempre un acto de generosidad.
Marcela: Variedad
y calidad hay mucha. Lo que pasa es que lo más conocido es lo que tiene más
llegada las escuelas, o lo que es de autores más conocidos y de renombre. Y las
pequeñas editoriales traen todo esto nuevo, que es una maravilla. Yo tengo mi
humilde opinión acerca de los maestros. Lo que les pasa a los docentes, lo que
a muchos les falta, es ser lectores. Si el docente no es lector, no puede ni
mediar ni promover la lectura. Si vos leíste un libro, podés darlo con los ojos
cerrados. Cualquier tema bien abordado por la literatura, se puede trabajar. A
veces uno tiene el prejuicio de que un tema no va a poder tratarse, y el chico
lo toma con la mayor naturalidad. A mí me gustan los autores que cuando leo me
hacen sentir como un adolescente o un chico.
MN: ¿Y
podrías hacer una recomendación?
Marcela: Tendría
miles… Los Extrañamientos, de Martín Blasco me gustó mucho, porque pone el
foco en la realidad social de las casas tomadas. Hay cosas que yo no sabía cómo
eran. Cuenta lo que le va pasando a un joven con todo eso.
MM: Bien.
Hay cuatro o cinco compañeras que no han dicho nada. Si quieren y tienen ganas
de hacer una recorrida y una recomendación…
Adriana: A mí
me gustó Tres espejos. Me pareció un
texto muy bonito, lo estoy leyendo.
María: A mí
me gustó Los tíos del Quinto Infierno,
de Alejandra Erbitti, que rescata lo folklórico y lo de la “luz mala”.
MM: ¿Y
vos?
Gloria: Recomiendo
Los Extrañamientos, de Martín Blasco.
Florencia Gattari me gustó mucho… Navegar
la noche, Posición adelantada… Me quedé con ganas de leer a Carla Dulfano.
La escuché acá y me dieron muchas ganas de leerla por su humor.
MN: Muy
bien. Bueno, un aplauso para Mario. (APLAUSOS)
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