Defender y propiciar el acto de leer

Para celebrar el Día del Bibliotecario le pedimos a Mariela Lagar, docente e integrante del  equipo directivo de los Centros de Primera Infancia “Rayuela” y “Pido Gancho” del barrio de Barracas, algunas reflexiones en torno al papel de la biblioteca en el ámbito educativo y su rol irremplazable a la hora de ayudar a elegir, a leer, y a apropiarse de esos objetos tan misteriosos para la primera infancia: los libros.
Por María Laura Migliarino

“(Exaltemos) el desafío entusiasta lanzado a los
bibliotecarios a quienes corresponde ayudar a
los individuos a comprender, a prever y a
explotar los inmensos cambios de nuestra época”.
Anna María Klyberg
  

- Nos gustaría que nos cuentes cómo fue tu primer acercamiento a la literatura y si recordás alguna situación puntual, ese primer enamoramiento con el texto.
-Mi primer acercamiento a la literatura fue de la mano de mi mamá, era el encuentro esperado de cada noche con ese mundo de fantasía mezclado con el olor a detergente en las manos de ella que terminaba de lavar los platos. Siempre le pedía cuentos clásicos como Caperucita Roja, Hansel y Gretel o Pinocho y no recuerdo cómo pasé de esos momentos a leer sola los relatos de Álvaro Yunque de los cuales me enamoré.
- ¿Cómo definirías a una biblioteca? ¿Qué es?
-La definiría como el lugar donde se guardan libros y otros soportes literarios; revistas, diarios, documentos. Un espacio al cual las personas se acercan en busca de información o para disfrutar del encuentro con los libros.

- ¿Cuál es el rol que cumple un bibliotecario escolar a la hora de fomentar el vínculo entre el libro y los niños y niñas de nivel inicial?
-El bibliotecario escolar en el nivel inicial tiene la gran responsabilidad de ofrecer los primeros encuentros entre los niños y niñas y los libros. El encargado de las bibliotecas en espacios de primera infancia debe buscar recursos y materiales que hagan de estos encuentros momentos que despierten el interés en los niños y niñas y que promuevan el hábito de la lectura en las familias. En esta etapa, el trabajo con las familias y con los docentes es fundamental ya que serán los responsables de ofrecer el material literario. Vivenciar momentos de placer entre todos a través de la literatura es muy importante para que se formen lectores de calidad.
El bibliotecario escolar debe participar del proyecto educativo del cual surgen las problemáticas de cada institución y en función de ese proyecto buscar materiales y recursos literarios para participar del desarrollo del mismo.
- ¿Qué es lo que considerás que se pone en juego en el propio acto de leer?
Fundamentalmente se pone en juego el propio ser, no leemos cualquier cosa, elegimos y lo hacemos de acuerdo a nuestra experiencia como lectores, nuestros intereses, nuestras inquietudes, curiosidades y emociones de cada momento. Desde este lugar leer es revolucionario porque nos hace libres. Esa es nuestra responsabilidad como adultos, defender y propiciar el acto de leer para promover infancias que aprendan a pensar, que sean luego adultos libres.
Nosotros leemos por placer pero muchas veces por necesidad, para informarnos o porque tenemos que cumplir con algún trabajo, los niños leen siempre por placer, por lo menos en la primera infancia. En este punto los educadores debemos reflexionar para que la literatura no se convierta en algo utilitario durante la etapa escolar de manera que los niños y niñas pierdan el placer por la literatura que en edad preescolar está tan asociada al juego y la diversión.


- ¿Cuáles son los autores/as que no deben faltar en una biblioteca pensada para la primera infancia?

Son muchos los autores que no deben faltar pero en bibliotecas pequeñas -y de escasos recursos como las nuestras- me parece importante que en la selección estén: Laura Devetach, Silvia Shujer, Graciela Montes, Gustavo Roldán, María Elena Walsh, Liliana Bodoc, Emily Gravett, Ema Wolf, Taro Gomi, Ana María Shua, Satoshi Kitamura; los cuentos de Elmer, de David Mckee; los de Olivia, de Ian Falconer; los de Iyoké, de Nathalie Dieterle; los de Anthony Browne. A mi entender es importante no limitar a los más pequeños a libros de tela o plástico, ofrecerles la mayor cantidad de experiencias literarias desde la sala de lactantes y jugar desde esta sala con poesías, rimas y adivinanzas, de esta manera vamos educando el sentido estético. Con el simple hecho de entregar a los bebés a la salida del jardín con una poesía los papás sienten que sus niños fueron amados y abrazados durante las ocho horas que están bajo nuestra mirada.


- Para finalizar, te pido que comentes -para quienes no saben lo que es un CPI- qué es Rayuela y qué pueden encontrar los niños y niñas allí.

-Rayuela surge en el año 1999 como un jardín comunitario en el barrio de Barracas. Actualmente somos una Asociación Civil sin fines de lucro que posee dos Centros de Primera Infancia: Rayuela y Pido Gancho. A cada uno asisten 150 niños entre 45 días y 4 años de los barrios de La Boca, Barracas y Avellaneda cuyas familias se encuentran en su mayoría en un alto grado de vulnerabilidad social.
Tenemos un equipo de trabajo conformado por docentes, psicopedagoga, psicóloga, trabajadora social, musicoterapeuta, profesor de educación física, auxiliares docentes y personal administrativo, de cocina y limpieza. Contamos con una psicomotricista y una neuróloga que asisten de manera voluntaria.
Construimos un proyecto institucional y proyectos educativos en cada sala que se realizan de acuerdo al diseño curricular del GCBA. Articulamos con CESAC 9 y 16 y COBB (Centro Odontológico Boca/Barracas).
En la actualidad recibimos apoyo de psicólogos de la UBA quienes trabajan en grupos de revisión de la tarea con el personal docente y auxiliares de sala.
Brindamos apoyo escolar a niños de la comunidad y contamos con sala de estimulación temprana y biblioteca.


Mariela Patricia Lagar
Profesora de nivel inicial, profesora de educación especializada en discapacitados mentales y sociales, profesora de educación primaria.
Equipo directivo de los CPI Rayuela y Pido Gancho.

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