Victoria Bayona: “Roald Dahl no tiene ningún reparo en tratar la crueldad y los defectos del ser humano en sus historias para niños y jóvenes”

En esta segunda parte del encuentro con Victoria Bayona alrededor de la figura de Roald Dahl volvimos a hablar de la influencia del gran escritor en la obra de nuestra entrevistada, de sus cuentos, novelas y relatos favoritos (entre los que se cuentan especialmente sus dos autobiografías, Boy y Going solo), del trabajo con la literatura en su lengua original, y del disfrute que supone leer y dar de leer a Roald Dahl.




Mario Méndez: Cuando hablamos de tu novela La maestra mencionaste que una de las inspiraciones fue Las brujas, de Dahl. Cuando la leí, me lo corroborarás o no, pensé que estaba también “Hombres de negro” sobre todo por la maestra alienígena que J encuentra en la sede de los hombres de negro. 

Victoria Bayona: Hay de todo. Yo creo que la gran influencia fue “V- Invasión extraterrestre”, que ha marcado a toda una generación. Porque en un momento la maestra se saca el traje de señorita y es un reptil. Lo pongo al final del libro, fue un homenaje a “V”. Yo noto que en La maestra hay mucho Roald Dahl, porque a los chicos no se les permite hablar, entonces cada vez que hablan y cometen algún tipo de falta, les van anotando, “primera falta”, “segunda falta”, y a la tercera los encierran en unas peceras gigantes. Esa cosa que está tan presente en la obra de Roald Dahl, de la crueldad de los adultos con los chicos. Y también de los chicos entre sí. Me parece que justamente esto que odiaba que hicieran con sus historias en el cine, de edulcorarlas, era porque él no tenía ningún reparo en tratar esta crueldad y los posibles defectos del ser humano en sus historias: la avaricia, la ambición… tanto en personajes pequeños como en personajes grandes. Esas peceras estaban e “V- Invasión extraterrestre”. El día en que se dan cuenta de que no estaban en son de paz sino estudiando humanos para llevárselos como comida… Acá no se los comen a los chiquitos, pero los ponen en peceras gigantes si se portan mal. 

MM: Dos cosas me despierta este comentario. Por un lado, lo que decís de la crueldad de los chicos. Hay un cuento que tal vez leíste, que se llama “El cisne”, de dos adolescentes que prácticamente raptan a un pibito al que le hacen bullying todo el tiempo, lo atan a las vías, viene el tren. Lo atan siguiendo la línea de las vías, no transversalmente, y el pibe ve pasar el tren por encima de su cabeza. Son dos “gamberros”, en la traducción española, mal entrazados, tremendamente crueles… Es un cuento terrorífico. Porque son chicos… No lo conocías…

VB: No. Hablando de esto, está bueno para mechar con cuentos favoritos. 

MM: Yo quería saber eso, y cuáles son los que has trabajado.

VB: Antes de esto quería comentar, para no olvidarme, que hay documentales que lo muestran a él en su lugar de trabajo. Tenía como una cabañita en la parte de atrás de su casa. Y todos los días tomaba como un horario de oficina. Esto, para las y los que escriben. Él se levantaba, desayunaba en su casa, se iba a la cabañita del fondo, donde se había construido un tablero a medida para que se apoyara en su sillón, justo en los apoya brazos. Ahí, con un lápiz y un cuaderno escribía. Cortaba, se iba a almorzar, después volvía… tipo horario de oficina, pero en su casa. Tenía esta rutina. Para empezar, mi libro favorito es The Witches. Trabajé mucho Boy, con lectores adultos, me encanta. La autobiografía está compuesta por dos libros: Boy y Going Solo. Boy llega hasta su juventud, y a partir de su juventud es Going Solo. Y Boy me parece un libro increíble, porque empieza diciendo justamente eso. Que las autobiografías son en general cosas aburridas, que él no quiere ser aburrido, y que lo que va a hacer es contar anécdotas de su niñez y su juventud. Y realmente, uno siente cuando lo lee que está charlando con alguien y que le está contando historias de vida que son increíbles. No sé si tuvieron oportunidad de leerlo, pero lo recomiendo. No lo puedo recomendar más. 

MM: En español, Boy, relatos de infancia, que lo publicó Alfaguara. Creo que ya no está más en Loqueleo Serie Roja, pero no estoy seguro.

VB: Lo lindo de leer este libro es que en las anécdotas que va contando, uno puede advertir de dónde fue tomando cositas para las novelas y los cuentos. Por ejemplo, cuenta que cuando era chico había una golosinería, y como travesura, habían encontrado un ratón muerto en el colegio. Lo llevan, y en un momento, cuando la vendedora se distrae lo ponen en uno de los frascos con caramelos. Pienso en las ratas, que tienen tanto protagonismo en Las brujas… Cuando pasan al otro día ven que la tienda está cerrada, y que el tarro está en el piso, roto. Entonces empiezan a pensar que la mataron de un susto a la pobre mujer… Léanlo porque es genial. Después cuenta cómo le sacaron las amígdalas, de chiquito. El relato es exactamente igual a lo que me contó mi papá de cómo le sacaron las amígdalas a él. Es trágico. Pero uno se ríe porque tiene una manera de contar, tan disfrutable… Y después lo que me dijiste que ya hablaron de cuando estaba en el colegio y les mandaron desde Cadbury a todos los chicos una caja con chocolates para que llenaran formularios y evaluarlos. Era como un testeo de consumidor, temprano. Y cómo él soñaba con formar parte de la fábrica algún día, o trabajar haciendo chocolates. Uno ahí ve el germen de la idea de Charlie y la fábrica de chocolates. Me encanta reconocer esas cosas. Andá a saber cuánto está de novelado lo que cuenta, pero es un libro espectacular. Yo lo recomiendo un montón.


MM: Y también la valentía para denunciar al que en el momento de la publicación era arzobispo de Canterbury, una de las máximas autoridades por debajo de la reina o el rey, de la Iglesia Anglicana, y que, cuando Dahl era chico, era el que les pegaba a los internos y se vanagloriaba de que sus latigazos siempre caían en el mismo lugar del cuerpo de los chicos.

VB: Ahí cuenta cómo le arden los lugares en los que le pegan con esa especie de remo. Tiene un nombre que ahora no me sale. Y ahí también vemos la crueldad de Tronchatoro, que en inglés es Trunchbull, que es mitad una palabra que significa “cachiporra”, y la otra mitad que puede ser “toro” o “bully” … No sé si hay una palabra en castellano… Un acosador, sería. Ahí tenemos otra de esas palabras de las que hablábamos. Y como esa agresión, esa hostilidad que vivió de parte de la gente en los colegios, se ve todo el tiempo reflejada en sus historias. Hay situaciones de opresión. O de crueldad o violencia en sus personajes. También el personaje de la madre. En ningún momento dice que su mamá era lo máximo. Pero cada vez que habla de la madre te das cuenta del amor hacia esa mujer, y lo importante que fue en su vida. Y otra cosa que amé de las que cuenta, es que él dice que su papá, que murió cuando él tenía cuatro años, y que había tenido seis hijos, dos con otra mujer y cuatro con la mamá de Roald Dahl, y que cuando estaba embarazada empezaba lo que llamaba “Las caminatas de la belleza”. Entonces la llevaba a pasear por el campo, por zonas hermosas, porque decía que esa belleza que entraba por los ojos de su mujer, se iba a transmitir al bebé que estaba creciendo y ese bebé iba a crecer con un gusto por lo bello. Es hermoso.

MM: Hermoso y adelantado en el tiempo, porque esto de hablarle a la pancita o ponerle música es de fin de siglo XX o de principios de siglo XXI, no de cuando nació Roald Dahl. Es una maravilla. 

VB: Totalmente. Y después trabajé los cuentos. Acá tengo por ejemplo Ten short stories, también Tales of the Unexpected, y el del vino, que no sé cómo lo tradujeron. 

MM: Uno lo tengo como Gastrónomo… es el del tipo que apuesta… No es una muy buena traducción. 

VB: Hay que hablar con esos traductores. Ese cuento es genial. Creo que se hizo un video que está en YouTube, que es espectacular. Ese es uno de mis favoritos. Creo que mi favorito es el que se debe haber traducido como “Camino al cielo”. Es el de la señora que es acosada por el marido todo el tiempo. Ella quiere llegar a horario al aeropuerto y el marido la demora. Y hay una suerte de goce perverso en ese demorarla, y no les cuento más. Léanlo, es espectacular. Y hay uno que me encanta particularmente que es “The sound machine”, que es sobre un personaje que crea una máquina para escuchar frecuencias que el oído humano no puede escuchar en general. Y se da cuenta de que la vecina está cortando flores, está cortando unas rosas, y con la máquina escucha que gritan. Y dice que va a probarlo con un árbol. Se va hasta un árbol con un hacha, se pone la máquina. Le clava el hacha y escucha un sonido grave, está muy bien descripto. Se da cuenta de que las plantas reaccionan sonoramente a estímulos, sufren, les duele…  Es uno de esos cuentos que te marcan para siempre, porque cada vez que veo que alguien está cortando una planta me acuerdo de ese cuento, y pienso que está gritando en una frecuencia que yo no puedo escuchar. Creo que eso es lo más maravilloso que pueden darte un autor o una autora. Un cuento que te modifique la visión de la vida. 

MM: Es verdad, es buenísimo eso. Eso que decías de los videos, es porque varios de esos que mencionabas fueron llevados al programa de televisión que presentaba Hitchcock. El de la pata de cordero, Hombre del sur, el de la apuesta… Varios fueron llevados como pequeños episodios de terror o suspenso. Es curioso cómo manejaba todo el espectro de lo narrativo. Podía ser muy humorístico, podía ser muy oscuro, los cuentos para adultos son muy crueles. Y podía mezclar. No sé si leíste la novela Mi tío Oswald, que es muy humorística y a la vez bastante oscura. Es un tío que descubre un afrodisíaco, como si fuera un anticipo del Viagra, una cosa así, cuyos efectos son imposibles de evitar. Y con eso empiezan a negociar. Es muy graciosa y muy oscura. Aprovechan para hacer varias cosas… es muy turbio…

VB: Muy turbio. También está, que lo presté y no volvió nunca, Esio Trot. Amo ese libro. Hay una película con Dustin Hoffmann y Judi Dench. A mí me encanta ese libro. Y justamente es otro juego de palabras, porque el título es Tortuga dado vuelta.

MM: Acá Ana hizo una reseña. 

VB: Qué buena onda. Después voy a leer las reseñas. Y otro es George's Marvellous Medicine, La maravillosa medicina de George, que es muy divertido. Tiene eso de jugar con cosas completamente desopilantes. Hace una medicina para darle a la abuela mezclando dentífrico, pintura, remedios para animales... La vieja era insoportable también. Un ser nefasto. Y cómo termina… ¿Podemos spoilear esto?  La abuela desaparece… la termina matando, en definitiva. Esto, hoy en día, un editor, ¿lo publica? 

MM: Eso es lo que ocurre con los que se hacen clásicos. Hemos hablado de Quiroga, también… Es verdad que lo que hoy es clásico, los cuentos con cazadores, hoy no pasarían una publicación para chicos. Hoy ni se habla de caza, aunque hables en contra. 

VB: En The magic finger, El dedo mágico, termina la familia de gansos convertida… estaban cazando también…

MM: Bueno, la figura de Tronchatoro sería bastante difícil de ser aceptada en una escuela, pero es Roald Dahl. Y es como tu maestra, igual de siniestra y peligrosa. 

VB: A mí a veces me preguntan si tuvo buena recepción en los colegios, y sí. Las maestras son las primeras en divertirse. Los chicos les preguntan a las maestras si son del planeta Naktum. Sí, está todo ese juego, y el miedo de que alguien se lo tome a mal. Pero estamos jugando…

MM: A veces, ser más papistas que el Papa es problemático en la escuela.

VB: Estaba pensando en una cosa de estos personajes extremos…

MM: La gran jefa de las brujas es siniestra. Las tías de Jim y el durazno gigante, esas dos tías perversas que asustan a su sobrino huérfano y lo tienen como a la Cenicienta, son tremendas. 

VB: Ahí también juega con los nombres que están anclados con la personalidad. Una de las tías se llama Spiker que es como “pike”: “pica”. Es alguien no abrazable. Charles Dickens hacía lo mismo con sus personajes. Y Roald lo admiraba un montón. Está buenísimo eso también, de jugar con los nombres de los personajes. En La mascota, la mala se llama Adela Voicotte. 

MM: La buena de Matilda es la señorita Miel. Honey… ¿Cómo es trabajar con adultos que quieren leer en inglés, las novelas o los cuentos que vos proponés? ¿Cómo trabajan? 

VB: Es maravilloso, Mario. Lo que yo hago en los talleres es trabajar autores por curso y leer su obra, por supuesto, en ediciones originales. Lo que hago en general, es trabajar cuentos cortos de un autor o una autora. Por ahí leemos uno o dos cuentos de una semana a la otra. Después nos juntamos y conversamos sobre la lectura, en inglés. Además, vemos una breve biografía del autor o la autora. Ahora mismo estamos trabajando novela, que no es lo que suelo hacer, porque me gusta trabajar siempre con cuentos, porque tienen un principio y un final que se pueden abarcar en una clase. Ahora estoy trabajando novela por capítulos y también está bueno. Pero es una dinámica distinta. Estamos leyendo Matar un ruiseñor, de Harper Lee. Este año trabajamos cuentos de Flannery O’ Connor… o sea, nos metimos en el gótico sureño norteamericano y hemos trabajado autores increíbles. Katherine Mansfield, Joyce, trabajamos a Wilde, a Carver, a Salinger. Es una excusa también. Muchos de los que vienen están buscando no perder la fluidez al hablar y a la vez les gusta leer. Es como un mix entre tener la obligación de leer algo en inglés, y una hora y media por semana estar hablando en inglés todo el tiempo acerca de eso que leímos. Siempre terminamos hablando de la vida, se crean debates súper interesantes, porque lo que tiene de maravilloso la literatura es que todos leemos lo mismo y no. Porque cada uno tomó y leyó lo que le permitió su emocionalidad. Así que es increíble ver los diferentes puntos de vista o enfoques sobre la misma obra. 

MM: Qué bueno. Ese es todo un título. Cada lector construye un cuento o una novela con lo que lee. ¿Y a Dahl lo has trabajado con estos cursos?

VB: Sí, hace un par de años vimos cuentos y vimos partes de Boy. Habíamos visto algunas de sus entrevistas, trabajé artículos periodísticos escritos sobre él… Lo abarcamos desde distintos lugares. Los cuentos para adultos tienen un tipo de escritura, lo infantil también, pero siempre tiene esto que es mezclar lo terrorífico, lo fantástico, con algo humorístico, y siempre al final hay un giro del argumento que te sorprende. Esa es una de las características de sus cuentos. Lo inesperado, siempre. Termina el cuento y no te veías venir lo que pasa en el final. Hay que tener mucha maestría y mucha inteligencia para lograr eso. Hablando como escritores, Mario, una de las cosas más difíciles es lograr una buena historia. Para mí, escribir cuento es lo más difícil del mundo, lo que más me cuesta. Porque tenés que contar la historia desde lo esencial, no detenerte. A mí en las novelas me gusta detenerme en las descripciones, en la psicología de los personajes. En el cuento tenés un espacio breve, y de alguna manera tiene que tener un final poderoso. Y es muy difícil.

MM: En esto Dahl es bastante clásico. Porque apuesta casi siempre al final sorprendente, no como Carver…

VB: Carver tiene otra onda. Es una fotografía de un momento de esos personajes un poco sórdidos…  Dahl aplica lo que decía Quiroga de la flecha lanzada al vacío. 

MM: ¿Y vos que estás escribiendo ahora?

VB: Ahora estoy con la segunda parte de Casa de Fieras, que es una saga. Pasadita la mitad. Así que estoy abocada a eso porque tengo que entregarla en teoría el mes que viene… No voy a llegar. En esta historia uno empieza por la construcción del mundo, quiénes son los personajes, cuál es el conflicto. En este caso el punto de partida fue jugar con la posibilidad de que haya personas que pueden transformarse en animales. A partir de eso, pensé: “¿quién va a contar la historia, a partir de los ojos de quién voy a descubrir el mundo, quién va a ser mi guía en este descubrimiento?”. Y la respuesta llegó con Emilia. Lo que quiero es estructurar cada novela en base a una de las amenazas. Me ayudó no pensar que hubiera un solo villano, una sola amenaza que tuvieran que resolver los protagonistas. Lo que hice fue sembrar, en esta primera novela, distintos focos de conflicto. Y en cada novela de las que vienen van a tener que lidiar con uno de esos focos. 

MM: ¿El proyecto de cuántos libros es? 

VB: En mi cabeza son cinco. Veremos. 

MM: Es un desafío importante. ¿En qué editorial está?

VB: Urano. Puck es el sello que publica lo juvenil dentro de la editorial. 

MM: ¿Y has tenido ya algún intercambio con lectores juveniles? 

VB: Sí, y la verdad es que re bien, está teniendo una repercusión re linda.  No sé si están al tanto de lo que es el mundo BBB, que son los bloggers, los bookstagranmmers, y los booktubers. Son todos lectores muy jóvenes que van haciendo reseñas. Leen con una voracidad envidiable, leen mucho y hacen unas reseñas increíbles. Analizan realmente la obra. Y lo que hacen es publicar sus reseñas en distintas plataformas. Los bookstagramers están en Instagram. Y por lo general publican fotos trabajadas, se preocupan por cómo van a publicar la foto de ese libro que van a reseñar. Justamente en Instagram, el foco está en la foto, Los booktubers son los que hacen las reseñas en video en YouTube, y los bloggers publican en blogs. Lo que hacen las editoriales con este tipo de libros es enviárselos, para que lean el libro y puedan hacer su reseña. Y la verdad es que las reseñas que viene teniendo están muy buenas. Estoy muy contenta. Porque cuando lanzo un libro siempre me genera ansiedad no saber cómo va a ser recibido. Si les va a gustar o no. Y la verdad es que viene teniendo muy buenas devoluciones. 

MM: Acá Débora dice que la ONG Leamos un libro tiene jóvenes reseñadores excelentes.  Bueno, mandalo para el blog de Bibliotecas para armar, ningún problema.

VB: Se entusiasman mucho al ver que compran los derechos, hacen la traducción y publican acá. Venían trabajando con muchos tanques. Con material que se aseguraban que iba a tener buena recepción. Y está buenísimo que estén empezando a apostar a escritores y escritoras nacionales, abriendo ese catálogo internacional del sello Puck. 

MM: En general es Fantasy…

VB: Sí, pero también hay mucho realismo… Hay de todo. 

MM: Bueno, como nos quedan solamente cuatro minutos, no sé si hay participantes que quieran hacer alguna pregunta. En el chat o preguntan directamente. Dignos herederos de Rolad Dahl una de las palabras que hemos incorporado es mutearse o desmutearse. A pesar de que suena horripilante. 

VB: Hay un chiste que dice que las reuniones por zoom parecen de espiritismo. “¿Mario estás ahí? Mario, te perdí…”

MM: Da una señal…

Asistente: Yo quiero felicitarla por lo de LIJ Bajo la lupa. No los vi todos, pero vi varios, y el último, especialmente, con Iris Rivera y Laura Devetach fue magnífico. Me gustaron muchísimo. Nos permite acercarnos a los distintos escritores. 

VB: Muchas gracias.

MM: ¿Cómo fue esa idea? Porque empezó cuando empezó la cuarentena. Yo estuve ahí con Franco Vaccarini, siempre eran de a pares, era muy interesante. 

VB: La realidad es que arrancó la cuarentena y junto con eso arrancó la fiebre de los vivos. En una oportunidad quisimos hacer uno cuatro autoras argentinas y yo me ocupé de ver cómo se hacía para transmitir en vivo, y me di cuenta de que era muy sencillo. Y la verdad es que a mí me encanta entrevistar. Cuando me piden que coordine una mesa en la Feria, yo, feliz de la vida. Me gusta ponerme en ese rol. Y hay otra cosa. Cuando yo todavía no había publicado y soñaba con dedicarme a esto, y publicar, durante unas vacaciones de invierno miré todos los capítulos de un ciclo que se llamaba Obra en construcción, que se encuentra en YouTube. Y eran entrevistas a escritores y escritoras. Se las hacían en sus casas y justamente ellos hablaban de su método de trabajo, elegían diez libros de su biblioteca, y los mostraban. Y cada vez que yo veía una de esas entrevistas, lloraba. Se me caían las lágrimas. Porque más allá de lo que dijeran, yo sentía que ese era mi lugar. Que yo un día quería estar ahí hablando de mi método de trabajo. Y me ayudó mucho. Aprendí un montón escuchándolos hablar en primera persona de cómo trabajaban. A mí me sumó un montón ese ciclo. Y pensé: ¿por qué no hacerlo en literatura infantil y juvenil?  Además, no está puesto el foco solo en los autores y autoras, editores y editoras, hubo de todo en el ciclo. Me gustaba exponer a todas las personas que son agentes en esto de hacer un libro. Mi fantasía era que eso, alguna vez inspire o ayude a alguien como aquel programa me inspiró a mí.

MM: Acá terminamos. Muchas gracias, Vicky, un placer. Es un hermoso cierre para el mes dedicado al maestro Roald Dahl. 

MM: Muchas gracias a ustedes por la invitación. 

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