La denuncia y el exilio
Muchos hechos reales
suelen ser de cuento y muchos relatos aprovechan esta posibilidad para crear su
realidad. Los lectores también cuentan. Cuentan lo que les provocan las
lecturas y los detalles que más los impresionan. Libro de arena
comparte una lectura favorita, la de un clásico latinoamericano: Relato de
un náufrago.
Por
Inés Ávila*
Relato de un náufrago es
la historia verídica de un tripulante del destructor colombiano “Cladas”, único
sobreviviente de ocho marineros que cayeron al mar debido a un bandazo que
sufriera la nave, que desde EE.UU., lugar donde fuera sometida a reparaciones,
viajaba de regreso a Colombia. Este incidente se produjo por haber transportado
un sobrepeso de carga de contrabando, mal estibada. Gabriel García Márquez
expresa con gran realismo los distintos estados de ánimo por los que atraviesa
el protagonista durante los diez días que dura su odisea, desde suponer con
esperanza que lo estaban buscando para rescatarlo, hasta dudar de ello para
simplemente dejarse morir, pasando por alucinaciones en las que revivía trozos
de su vida pasada o veía a sus compañeros de tripulación con quienes dialogaba.
Cabe preguntarse ¿cómo es
posible que de los ocho náufragos solo hay podido salvarse uno?¿es el destino,
el azar, el sentido de supervivencia o qué es’ lo cierto e impactante al mismo
tiempo es que un hombre, en una balsa desprovista de cualquier elemento de
supervivencia, sin agua, sin comida, sobrevivió durante diez días en la
inmensidad del mar, con olas que lo desplazaban con violencia, un sol abrasador
de día y un frío penetrante por la noche, y en el límite inmediato de la mísera
balsa que lo separa del agua amenaza permanente de la ronda diaria de los
tiburones. Pero el momento más significativo del relato es el instante en que
perdida toda esperanza, una gaviota se posa en la barca para renovar la
posibilidad de la salvación: ahora sabía que debía haber tierra cerca. Este texto,
cuya lectura es accesible y entretenida, confirma la idea común de que hay
hechos reales que superan la ficción, y este es justamente uno de ellos. La ficcionalización
de la realidad que elabora el relato hace destacar la actitud del protagonista,
Alejandro Velasco, que constituyó una denuncia pública de un hecho de
corrupción de la dictadura que gobernaba Colombia por aquel entonces. Luego de
haber sido tratado como un héroe, fue amenazado, presionado y quisieron
sobornarlo para que desmintiera lo dicho. Tuvo que abandonar la marina como
consecuencia de rehusarse a aceptar esta presión y García Márquez a su ve tuvo
que exiliarse porque fue el periodista que hizo públicas las entrevistas y que motivaron su posterior y conocida declaración cuando expresara más tarde que su
exilio fue como una balsa a la deriva.
Relato de un náufrago
Gabriel García Márquez
Buenos Aires, DeBolsillo, 2003
*Inés
Ávila: vive en Buenos Aires, es profesora de inglés, disfruta de la literatura, del teatro y el cine, y le entusiasma compartir sus lecturas y conversar acerca de sus puntos de vista.
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