Un perro vestido de perro
De qué se disfrazan nuestras compañías más queridas, o de qué creemos que
se disfrazan es un juego de imaginaciones propio del universo infantil pero
también del no tan infantil. Muchas cosas terminan por emparejarse con lo que
nos parece que es más adecuado que las represente. Libro de arena comparte una ficción
de una alumna de Iris Rivera que
aborda las dimensiones de las cosas.
Por Luciana Schwarzman
Marita se dio cuenta de que su
perro Tadeo estaba vestido de perro. Lo descubrió esta mañana mientras se
lavaba los dientes. Resulta que Tadeo siempre la espera en la puerta. Él
la mira, la espera. Ella lo mira, se enjuaga. Y recorren juntos todos los
rincones de la casa. Adonde ella va, él la sigue. Adonde él va, ella lo deja.
Cada vez que Marita prepara el desayuno,
el gran
danés Tadeo va
solito a la terraza, marca el territorio haciéndole pis en alguna de las
macetas. Y ambos tardan el mismo tiempo: Marita en preparar el desayuno, Tadeo
en hacer pis. Hasta esta mañana, Marita se preguntaba cómo hacían las
plantas para resistir el largo pis de un gran danés. El caso es que lo aguantan
y Tadeo y Marita
desayunan juntos.
Pero esta vez Marita puso a calentar su leche y una sospecha la acercó a la
escalera. Dejó sus chancletas en el primer escalón y subió en puntas de pie a
espiarlo. Primero asomó la nariz por la puerta de la terraza. Sabía que si él
la escuchaba, dejaría de hacer lo suyo y ella no podría descubrir si estaba
escondiendo algo.
Marita soltó tres olfateos al aire y
nada. La puerta estaba despejada para atravesarla. Con un saltito suave se
acercó hacia la primera maceta. Detrás de la planta de palta volvió a asomar la
nariz. Y ahí estaba Tadeo. Marita inclinó la cabeza por entre las hojas de la
palta para verlo
mejor. Hizo unas maniobras de mimo para despejar la visión, y sí. Lo confirmó. Su disfraz de gran
danés encubría a un Tadeo pekinés.
¡Lo pescó justo! Marita ahora estaba segura de haber
visto a un pekinés disfrazándose de gran danés. No va
a olvidarse jamás de esa imagen de su propio perro; unas patitas cooortas que abrochaban una
camiseta laaarga. No se estaba rascando el ombligo. Estaba terminando de
abrocharse la camiseta de gran danés. Tadeo se estaba terminando de vestir de
perro. Ella lo vio. En seguida, Tadeo gran danés se asomó por el balcón. Marita
entendió que lo hacía para alardear con los perros del paseador.
¡No lo podía creer! Todos estos años
había vivido engañada. ¿Cómo es que no se había dado cuenta? Y es que Marita se
levanta tan dormida por la mañana… Y Tadeo, tan astuto…
Enojada, volteó la maceta sin querer. No
pasaron ni dos segundos antes de que Tadeo se pusiera a jugar con la tierra.
Marita había quedado parada de una forma extraña, entretorcida y malabareada.
Al descubierto, sin la planta de paltas.
Dentro de su disfraz de perro grande, Tadeo encubría
su identidad de petiso y ñato ¡Con razón
ladraba tan finito! Ni siquiera espantaba a los gatos del cuartito de la
terraza. Y siempre sobraba comida en el plato que Marita le llenaba cada día.
Cuando venían visitas a la casa todos se reían porque semejante gran danés no
les diera ese empujón de bienvenida que esperaban. Claro, por eso es que hacía
meses que estaba sin terminar el hueso que le había traído de la carnicería. ¡Y
las plantas! Siempre encontraba a las macetas más bajitas con tres gotitas de
pis.
Igual, después de semejante descubrimiento, mucho no
cambió la situación. Marita sigue dejándose llevar por las perrerías de Tadeo, son
el uno para el otro y por más traje que se ponga, va a seguir siendo su
compañero. Tadeo es un chiquito con ganas de grande. Y ella lo descubrió.
Ilustración: Verónica Fradkin
*Luciana Schwarzman: es periodista y escritora ¡Por su culpa! es su primer libro editado por Ediciones de la Terraza. Participa del proyecto solidario de libro álbum, “Cuenten con nosotros”, que realiza la cátedra Lenguaje Visual en la Universidad de Bellas Artes de la FBA UNLP (Universidad de La Plata). Escribió cuentos para la revista Billiken. Participó de la edición especial del Día del Niño que organiza la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires). También, es parte del taller literario de Iris Rivera y organiza el Picnic de Palabras Argentina en la sede de Haedo, Buenos Aires. Pueden seguir sus trabajos en: www.unapiedraytecuento.blogspot.com www.lucianaps.com.ar
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