Carta de Sam Shepard a Johnny Dark

Hace poco menos de tres años, se publicó en castellano la correspondencia que Johnny Dark y Sam Shepard sostuvieron durante cerca de cuarenta años. Shepard siempre se negó a escribir sus memorias. En 2013, a pedido de Chad Hammet, decidieron publicar su correspondencia, y que la información biográfica se condensara en ese libro. En 1999, Shepard ya era un dramaturgo y escritor conocido en los Estados Unidos. En la carta que sigue, opina sobre los textos que Dark le mandaba, y le insiste para que los publique.



23 de noviembre de 1999
(Escrito a mano en papel con membrete de Sam Shepard)
(llegando al final de su papelería corta)

John,
Aquí va una de mis colecciones de cuentos favoritos de Saroyan. Hace años que la tengo y ni siquiera recuerdo de dónde la saqué. Quizá ya la leíste – pero por las dudas. Luego de leer ese cuentito de él que tú me enviaste, de pronto me di cuenta de qué parecido es tu enfoque al del él – loa vuelos de la imaginación en medio de las descripciones más realistas; ese sentido permanente de la mortalidad y la infatuación por convertir lo cotidiano en una especie de acto heroico. Siempre me ha encantando Saroyan y creo que es totalmente único pero que a la vez está dentro de esa veta americana de trovadores vagabundos como Kerouac y Dos Passos et al. Pienso que tu también encajas allí en alguna parte y aunque Rosenthal no quiso comprometerse a la publicación no creo que dabas renunciar a la posibilidad. Sé que tú dices que te importa un comino que te publiquen, pero no he conocido nunca a un escritor que no albergara secretamente el deseo de ver sus palabras en letra de molde. Esto es lo que creo que deberías hacer: (ahora te voy a dar consejos, no porque crea que sé más acerca de escribir que tú, sino porque creo que sé más acerca de cómo hacer que la gente te preste más atención). Alguien – creo que fue Yeats que dijo que “escribir es el acto social de un hombre solitario” y yo pienso que eso es muy cierto. Hay una necesidad de transmitir algo y creo que tú estás hecho del mismo material que el que quiere acercar algo mediante palabras a otra gente. Entonces, basta de decir que escribes diarios para que tus nietos tengan algo para pasar el tiempo cuando tú ya no estés. De todos modos, no tienes nietos así que ¿a quién quieres engañar? Esto es lo que tienes que hacer: aprende la lección de Saroyan – cada una de estas pequeñas viñetas tiene un marco y una estructura y una disposición clara. Todas tienen el sabor de la experiencia real y la gente real, lugar y tiempo reales. Dentro de una estructura él se pone filosófico. Se pone adorable, se pone gracioso, se pone rudo, se pone emotivo ¡ y todo lo hace, aparentemente, sin esfuerzo en Primera Persona! En este punto, supongo, es donde te salen con esa frase trillada: “la voz del escritor”. Muy bien, puede que sea cursi y anticuada pero en última instancia pienso que es verdad. Hay una “voz” de Beckett, una “voz” de Kerouac, una voz de cada uno de los que valen la pena. Hay una voz de Johnny Dark pero tú te la pasas huyendo de ella metiéndote en todas las otras voces de otra gente que es mucho menos interesante. Hay áreas de tu material (especialmente las cartas) en las que la voz es fuerte y clara. Lo único que digo es que encuentres eso y te apliques a eso y aprendas a manejarlo muy bien y lo conviertas en algo que otra gente pueda captar y decir: “¡Sí, conozco eso! ¡Lo he experimentado! ¡Esto es increíble!” – Lo mismo que decimos cuando nos encontramos con una escritura que simplemente explota desde la página. Creo que ya hay un montón de material en tu libro que se podría extraer y trabajar sobre él y darle la forma de algo verdaderamente genial pero no puedes dejarlo ahí enterrado, tirado junto a largos diálogos entre dos tipos drogados que hacen chistes malos. Nadie quiere tener que vadear la parte simpática para eventualmente extraer algo realmente valioso y no creo que puedas esperar que venga y alguien lo edite por ti. Tienes que meterte ahí y sacarlo y trabajarlo o si no seguir adelante y ponerte a trabajar en material nuevo. Si nada de esto tiene sentido simplemente rómpelo – pero me parece a mí que ahora tienes todos los patitos alineados – la mudanza a Deming, tu casa propia y tiempo, un tiempo precioso para ponerte a escribir. Sé que esto suena como una especie de charla motivacional de medio tiempo pero realmente deberías darte la chance de intentar ser escritor. ¿Por qué no? Simplemente convéncete de que eres un escritor y ponte a hacerlo; trabaja en eso sin tener en cuenta lo desechable que es o lo poco que te importa que alguien lo lea sino haciendo un esfuerzo por comunicar la vitalidad real de tu propia experiencia – eso es algo extraordinario - ¿por qué no transmitírselo a otra gente para que puedan probarlo? Suficiente con eso. Espero que lo tomes como lo que pretende ser que es simplemente estímulo para que encuentres lo que ya tienes. Sigo la próxima,

Tu viejo amigo –
Sam


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