Lucas Corso, detective de libros
También hay personajes del policial que escapan a la caracterización típica que prescriben las subespecies del género, el clásico o el negro. ¿Puede un detective investigar libros como si fueran crímenes?. Inventado por el escritor español Arturo Pérez Reverte, Lucas Corso investiga libros en la novela El club Dumas. Este particular personaje fue elegido por el "Ciclo de Detectives de papel y celuloide", que organiza el Programa Bibliotecas para Armar, para dar cierre a los encuentros que fueron llevados a cabo los días miércoles en la Biblioteca "Alberto Gerchunoff" de la Sociedad Hebraica. Libro de arena publica el comentario del coordinador de la actividad, Mario Méndez.
Por Mario Méndez
Para dar cierre al Ciclo de Detectives de papel y celuloide, elegimos
a un detective diferente. No un concienzudo y perspicaz investigador deductivo,
ni tampoco uno de esos violentos y tan particulares caballeros andantes de la
novela negra. No, elegimos a un detective que está casi (pero sólo casi) fuera
de la profesión.
Lucas Corso es un mercenario y
un bibliófilo, y un tipo que, a su extraña manera, seduce: hasta el diablo, en
la figura de una hermosa mujer, casi una adolescente, se enamora de él. Y es, este
fanático de Napoleón, que no por nada se apellida Corso, un detective muy
particular: un detective de libros. Así lo define su enemiga, Liana Taillefer,
perfecto remedo de Milady de Winter, la enemiga jurada de D’artagnan y los
mosqueteros, la servidora de Richelieu, esa otra gran creación de Alejandro
Dumas, el autor que Pérez Reverte homenajea, precisamente, en la novela que
protagoniza Corso: El club Dumas.
Lucas Corso es un personaje entrañable que seduce, también, a los
lectores. Da pena terminar las casi quinientas páginas de la novela sabiendo
que Pérez Reverte aún no lo ha convertido en uno de sus personajes recurrentes,
como hizo con Alatriste. Lucas Corso merecería seguir investigando libros: creo
que muchos lectores correríamos ávidos a las librerías si de pronto, en una
portada, un escaparate o una batea apareciera, seductora, su figura delgada,
con el gabán de grandes bolsillos repletos y las gafas torcidas, sonriendo como
un lobo, o como un cazador… de libros.
Arturo Pérez Reverte
El club Dumas
Barcelona, Alfaguara, 1992
Arturo Pérez Reverte
El club Dumas
Barcelona, Alfaguara, 1992
Muy bueno tu comentario, Mario, yo también correría a la libreria si de otro libro de Lucas Corso se tratara.
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