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Veinte años de Harry Potter: el hechizo continúa con tapas nuevas para renovar la magia

La misma editorial que publicó en español las primeras novelas del niño mago que cautivó al mundo ahora las reedita con nuevas cubiertas que, por su estética, parecen dedicadas a aquellos que crecieron con el personaje de J. K. Rowling. En esta nota, una historia del fenómeno editorial y artístico que arrancó con una tirada modestísima de 500 ejemplares y que hoy sigue siendo un estímulo para la imaginación de los más chicos.



Por Maia Debowicz

"¡Será famoso…una leyenda…no me sorprendería que sea conocido en el futuro como el día de Harry Potter…escribirán libros sobre Harry…Cada niño en el mundo conocerá su nombre!", le gritó la profesora McGonagall a Dumbledore en la calle Privet Drive en las primeras páginas de Harry Potter y la piedra filosofal. Desconociendo que esa predicción se cumpliría por fuera de la ficción. En el mundo de los muggles. Veinte años después de que leyéramos en Hispanoamérica por primera vez el libro inicial de la saga, el mago de la cicatriz con forma de rayo en la frente se ha convertido en el niño más famoso de la Tierra. Con tanta influencia en los demás, que el personaje se reproduce una y mil veces en cada fan que se viste con capa negra, enmarca los ojos con lentes redondos, envuelve su cuello con una bufanda a rayas y alza la mano con su varita. 

Para aquellos que prefieren comunicarse a través de lechuzas que por e-mail hoy es un día singular: por el 20° aniversario del libro Harry Potter y la piedra filosofal, editado en español en 1998 por Salamandra, la misma editorial invade las librerías con una reedición de lujo. Nuevas portadas, ilustraciones, y material extra entre contenido para fanáticos y adivinanzas para los mejores alumnos de Hogwarts. Tal es así que la reedición incluye cuatro variantes, un edición por cada casa: Gryffindor, Ravenclaw, Slytherin y Hufflepuff. Rojo, azul, verde y amarillo. Un misterio que se mantuvo cerrado en cajas hasta el último día de noviembre. 

Ilustración de Levi Pinfold.
¿Qué significa para los lectores más fieles esta reedición? En principio es revelar un acontecimiento: esos niños que leyeron en 1998 Harry Potter y la piedra filosofal dejaron de ser niños. Se han transformado en adultos. Sin embargo, el paso del tiempo, la multiplicidad de responsabilidades y obligaciones que asumió cada ex niño que se durmió a fines de los años 90 leyendo las reglas del quidditch no implica que haya menos espacio en la biblioteca para la primera obra de J.K.Rowling. La reedición parece estar especialmente diseñada para esa generación que creció siendo educada por los profesores Remus Lupin, Severus Snape y Horace Slughorn, y que sabe que nunca se es demasiado grande como para dejar de creer en hechizos y brujerías, porque Harry Potter creció a la par de sus lectores. Por eso la heráldica de las portadas, las ilustraciones interiores y una estética refinada convoca a los fanáticos que decidieron que Harry fuera parte de su familia, aquellos que no quieren egresar nunca de Hogwarts. Es que, en definitiva, esta hermosa reedición es la reconfirmación de un amor tan intenso que supera los veinte años. Más allá de la constante amenaza y triunfo de la muerte que impacta en las últimas novelas, la esencia de Harry Potter habla justamente del alcance del amor, de cómo ese sentimiento es la fuerza más poderosa que existe. 

Brebajes y pociones mágicas

¿Por qué el hechizo entre Harry y los lectores permanece intacto desde hace 20 años? ¿Por qué los niños devenidos en adultos jamás abandonaron Hogwarts? El primer motivo es que la saga fue pensada por J.K. Rowling para que los niños cumplan años junto a Harry, cada 31 de julio, atravesando la adolescencia, hasta que la amenaza de adultez se convierta en un hecho. Compartiendo juntos lo más bello y lo más aterrador de la vida, dejando de lado la inocencia para poder luchar ante cada batalla y enfrentar al más temido villano, posea el rostro de el innombrable o el de un humano común y corriente.

Pero hay una razón mucho más profunda que explica este fenómeno, y que sobrepasa las estrategias literarias de la exitosa escritora: muchos niños se toparon con Harry Potter y la piedra filosofal en un momento triste, y se refugiaron en esas 255 páginas para sobrevivir a la soledad que genera el miedo. Pudiendo elegir la fantasía por sobre la realidad. La magia sobre la rutina. No hay manera de romper ese pacto, de destruir ese hogar a salvo. Lo que nos salvó de chicos, nos salvará de grandes. ¿Cómo? Regresando a ese paisaje seguro. A la fórmula de la pócima. A cada ingrediente secreto para protegernos de las pesadillas. Y no existen niños que no necesiten escapar, por un rato al menos, de alguna tristeza. Tampoco adultos. Por eso el hechizo es eterno en cada uno de los lectores. Ellos viven adentro de Hogwarts y no regresan a sus casas cuando terminan de leer alguno de los siete libros de la saga. 

Hay una frase demoledora que pronuncia Dumbledore en el último capítulo de la primera novela: "Hay muchos tipos de valentía. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos". No hay adultez que alcance para alivianar ese pensamiento, para digerir esa compleja verdad. Porque si algo nos enseñó todas las decepciones que sufrió Harry es que los malos no siempre llevan el cartel de viles; los buenos tampoco. Es la pérdida de la inocencia, ese proceso doloroso donde ya no hay vuelta atrás. Excepto para los seguidores de J.K. Rowling : releer Harry Potter y la piedra filosofal es la posibilidad de volver a creer en aquello en lo que nos vimos obligados a descreer. 

Historia de la magia

Ilustración de Levi Finfold.
Elfos domésticos, escobas que vuelan, capas que te vuelven invisible, espejos que reflejan los deseos, sombreros que hablan. El universo de Harry Potter, el niño que sobrevivió al plan maléfico de Voldemort, fue diseñado por primera vez en una bolsa de vómito de avión. Fue ahí -confesado por J.K. Rowling en 2017- donde la escritora bocetó las cuatro casas de Hogwarts. Tardaría cinco años en escribir el primer tomo. 


En un principio la saga estaba condensada en un solo libro, pero finalmente le quitó 15 capítulos y el peso de la oscuridad que llegaría más tarde y envió un par de copias a algunas editoriales. Fueron doce las que rechazaron Harry Potter y la piedra filosofal, hasta que la novela escrita en una máquina de escribir llegó a las manos del Barry Cunningham, el presidente de Bloomsbury, una editorial de Londres que pago a Rowling 1.500 libras de adelanto por los derechos de autor. Una importante decisión que tuvo detrás a una niña de ocho años: cuando la hija de Cunningham, Alice Newton, leyó el primer capítulo de Harry Potter y la piedra filosofal quedó fascinada, expresándole a su padre que era lo mejor que había leído en su vida. 

Cunningham le sugirió a la autora que no firme el libro con su nombre real "Joanne Rowling" porque muchos lectores podían rechazar el libro por el prejuicio de estar escrito por una mujer. Así fue como Joanne agregó dos iniciales a su apellido: "J" por su nombre de pila y "K" en honor a Kathleen, su abuela. La primera tirada fue de solo 500 ejemplares. Antes de que se publicara la novela, la escritora era muy pobre, subsistía gracias a la asistencia social. Años más tarde se convertiría en una de las personas más ricas. La saga completa llegó a vender más de 400 millones de copias alrededor del mundo, siendo traducida a más de 65 idiomas, incluyendo el hindi, el latín y hasta el griego. 

J. K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter

El éxito de las novelas, y los millones de niños a los que introdujo J.K. Rowling a la lectura, provocó que otras artes se interesaran en la rivalidad de las casas de Hogwarts: el cine, los videojuegos y hace pocos años también el teatro. Fueron ocho exitosas películas las que llegaron al cine, sin contar las dos últimas, Animales fantásticos y dónde encontrarlos (2016) y Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald (2018) que funcionan como precuelas de la saga. Fue tan inconmensurable el impacto de Harry Potter que hasta el mismo Michael Jackson quiso hacer un musical basado en el universo del niño mago pero J.K. Rowling lamentablemente rechazó la propuesta del cantante pop. 

Más allá de hasta qué punto se amplió la franquicia, el triunfo más significativo de Harry Potter es la construcción de complicidad que existe entre los niños y adultos que eligen llevar puesto un sombrero puntiagudo o una capa de invierno con broches plateados. No es necesario lograr comvertir a un villano en sapo para sentirnos magos. Lo cierto es que cuando parecía que el mundo de Harry Potter llegaba a su fin, en 2007 con el último libro de la saga, Hary potter y las reliquias de la muerte, la magia se extendió a las precuelas. Porque, además de los lectores, quien no quiere abandonar nunca Hogwarts es nada más ni nada menos que J.K.Rowling. 


Guía de transformaciones para principiantes 

Visualizamos por primera vez al pequeño Harry gracias a las buenas artes de la ilustradora española Dolores Avendaño, encargada de todas las portadas de la saga editada en Hispanoamérica por Salamandra. Poco importaba a los pequeños lectores que entraban al mundo oscuro y ominoso de estos magos niños que hubiera otro ilustrador encargado de las tapas originales inglesas. Más allá de la capacidad creativa de artistas como Thomas Taylor, Mary GrandPré, Jim Kay y Kazu Kibuishi, para los que leyeron la saga en castellano serán los diseños, colores y atmósferas pergeñados por Avendaño los que estarán tatuados en la memoria, como la herida de rayo en la frente de Harry. 

La habilidad de la ilustradora no solo para crear un Harry, y su universo, personal y propio también estuvo a la altura de hacerlo crecer a medida que la trama, los libros y los años avanzaban. Pasando así de paletas más luminosas y colores vivos, a un tono más sombrío y aterrador en las últimas entregas. Son tapas que contienen todos los elementos para que un niño lector hace veinte años, antes que la saga fuera moda y tendencia, tomara el libro y lo llevara a su hogar. Pero han pasado dos décadas, y ese niño ahora es un adulto, con otros gustos e intereses. Y si bien los lectores de la saga se suman por miles cada año, y las reediciones han estado siempre a la orden del día, este aniversario era un evento destinado a festejarse con esos lectores, devenidos en adultos hoy. Por eso, la nueva edición cuenta con 

El artista británico, que viene de ilustrar Canción de Hilo y Fuego, de otra gran saga de fantasía: Game of Thrones, se sienta al tablero consciente de que el universo del pequeño mago ya no puede graficarse con colores brillantes y primarios. Este lector es un veterano en Hogwarts, refinado y exigente, tendrá una edición especial, con diferentes dibujos, por cada casa de Hogwarts. Y a esto responde el dibujante, con unas ilustraciones sobrías, herederas de Gustave Doré y Aubrey Beardsley, donde la heráldica y la arquitectura son protagonistas. Con un tono entre histórico, lejano y realista, dan cuenta de la antigua historia de las casas de Hogwarts como si de un libro de escudos de armas se tratara. Efectivos ambos, con visiones diferentes, son la muestra de que este universo literario es tan rico como para ser representado de tantas maneras como magos haya albergado cada casa. 


*Gran evento para festejar el acontecimiento: lunes 3/12, 19 hs. en El Ateneo Grand Splendid, Av. Santa Fe 1860, 2º piso. Charla debate sobre Harry Potter y Animales Fantásticos, a cargo de Patricio Tarantino, Anto Romano y Guille Valdata. Coordina Cris Alemany. Juegos organizados por Harry Latino y Magic Meeting. Entrada: Libre y gratuita, sujeta a capacidad de sala.

Fuente: Infobae

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