Martínez Estrada, pensador

En el aniversario número cincuenta de la muerte de Ezequiel Martínez Estrada, Libro de arena publica una breve reseña biográfica sobre este escritor y pensador argentino cuyos ensayos señalan las huellas de una tradición de pensamiento surgido en Europa y reorganizado a la luz de los colores locales, que no dejan de ser una fusión original, para pensar, discutir y revisar.



Ezequiel Martínez Estrada nació en 1895 en Santa Fe en el seno de una familia humilde y como tantos otros hombres de su época fue ejemplo de superación  en su búsqueda por adquirir los saberes considerados el bien supremo de la cultura. Como tantos otros jóvenes con inclinaciones literarias, dio sus primeros pasos en la escritura de textos poéticos de los que luego se apartó para dedicarse al desarrollo de una producción ensayística por la que se lo reconoce como una de las principales figuras del pensamiento argentino. En la construcción de la escritura ensayística se destaca Radiografía de la pampa (1933) y La cabeza de Goliath (1940). Ambos textos, sobre todo el primero, exploran el ser nacional y presentan una mirada original sobre la identidad argentina y los signos que según su punto de vista operan en su constitución. El diagnóstico que supone la radiografía hace pensar en la enfermedad de un cuerpo, la nación, sometido a las fuerzas de la tierra y la naturaleza, que en el análisis del ensayista redundan en un trabajo de lectura próximo al del médico en busca de las causas del mal. De hecho, no es menor el dato de los recorridos que hicieron de influencia, entre los que se destacan autores como Sigmund Freud, George Simmel y Oswald Spengler. Su visión determinista de la realidad, el fatalismo telúrico, que se complementa con su pesimismo, refuerzan la concepción de ahistoricidad en la que sitúa a los pueblos americanos, casi en estado originario de naturaleza, y que en el caso argentino llevarían a la explicación de las sucesivas ficciones en las que incurre en el intento por forjar una identidad. La falta de sustento real da como resultado una constitución identitaria fraguada, esquema de pensamiento en el cual la Argentina se transforma en una entelequia, en un producto del artificio y la imaginación, en pura máscara. Martínez Estrada es conocido por su marcado antiperonismo y por las anécdotas que vinculan sus altibajos de salud con su fervor ideológico. Pero a esta postura se sumó su favoritismo hacia la revolución cubana que le valió muchas críticas y resistencias. De su viaje a Cuba quedaron las innumerables páginas escritas sobre José Martí que fueron publicadas póstumamente. Entre otras obras escribió Tres cuentos sin amor y Sábado de gloria (ambas de 1956), Examen sin conciencia (1956), La tos y otros entretenimientos (1957). Entre sus ensayos figuran Sarmiento (1946), Invariantes históricos en el Facundo (1947), y su conocido escrito Muerte y transfiguración de Martín Fierro (1948). Murió en Bahía Blanca en 1964.

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