Quince años de la muerte de José Luis Mangieri

Hoy se cumplen quince años de la muerte del poeta y editor José Luis Mangeri. En sus tres editoriales (La Rosa Blindada, Ediciones Caldén y Libros de Tierra Firme) se publicaron más de ochocientos títulos. Libro de arena lo recuerda con  algunos de sus Poemas del amor y la guerra, y también con un poema que le dedicó Jorge Fondebrider, en el libro Los últimos tres años, incluido en La extraña trayectoria de la luz- Poemas reunidos 1983- 2013, que editó BAJOLALUNA.


Poemas del amor y la guerra

A Marcelo Gelman, Alcira Fidalgo y Pablo Schmuckler,
desaparecidos, porque también son mis hijos

Para Martín y Andrea

A la ciudad le arrancaron los ojos
y los bienamados agitan por los bares sus cucharitas de aire

Nadie nos conoce a nadie conocemos

Fugitivos muertos que caminan por México nos piden yerba La Hoja
o estampitas de Ceferino Namuncurá. Los que vagan por España,
fallecidos que se pudren como las princesas rusas en el París del 20

¿Pero y los que no están no están?
¿Los desaparecidos desaparecidos?
¿Los muertos dendeveras?
¿Los que no piden discos de Gardel porque los bichos les comieron la música
ni sufren en dólares porque no sufren más?
Temo por ellos algo más pulguiento que la muerte
más pior que los estrujamientos de los huesos
más griposo que desguazarse en los zanjones
o en las aguas puercas del Río de la Plata
algo más feo puede pasarles todavía
olvido hijo de puta

El hombre velaba todavía con el fusil al hombro
los grandes nombres que yacían en la memoria.

Pero la ternura de la muchacha relampagueó en la noche
desarmándolo para siempre.
Ahora camina bajo el sol
erguido otra vez sobre la tierra.

***

La muchacha siempre estaba-
con su pelo largo
con sus piernas largas
y su corazón azul
profundo y vasto
como el cielo de todos.

***

Es el último día del año que vivimos en su totalidad.
Como diría Vivaldi,
pasamos las cuatro estaciones.
Hicimos el amor, nos lamimos como animales ebrios de sol.
No lo olvides: alcanzamos, juntos (nosotros), el cielo.
Y nadie tiene interés ni en regresar ni en saber de dónde vino.

***

Hoy me levanté dispuesto a ser un buen ciudadano democrático.
Así que comencé a funcionar democráticamente en cuerpo y alma.
Me apené -lo justo- por la miseria de los otros,
me indigné ante la injusticia de las injusticias,
condené -de palabra- a los ladrones y a los asesinos
(sobre todo a los asesinos)
y en el subte compré unas estampitas a un chiquilín rotoso.
Pagué los impuestos en Obras Sanitarias
y las boletas de la jubilación -llegó la hora de pensar en eso-
porque le pagamos las cuentas, me dije,
la democracia nos protegerá a todos
de la miseria -de los otros-
de la injusticia -que revienta a los otros-.
Tiernamente, yo quería ser un ciudadano democrático.
Pero a las tres de la mañana desde París
me llamó mi amigo
con su voz pastosa de amores contrariados y algunas más desgracias
para preguntarme por los antiguos animales
sobrevivientes de la era del fuego y los glaciares.
Así que contesté a París:
bien, hermano, andamos medio torpes,
pero la pendejada comenzó a disparar sus primeros versos.
Volvé pronto.


Poemas del amor
José Luis Mangieri
Ediciones en Danza, 2008.













José Luis Mangieri

                                 “Hay cosas que un hombre no puede hacer

                                   ni para salvar a una nación.” Decía frases

                                   así, ignorando el valor de su pasión, y las 

                                   olvidaba un momento después

                                                                  WILLIAM BUTLER YEATS


No cambió, sigue pensando como antes,

pero está atento a los detalles que encuentra a cada paso en

                el presente,

como esas ramas sueltas que insiste en recoger para el asado

con el que llena la vida de los otros el sábado a la noche. 

Él no cambió, pero la gente sí.

La gente no es la misma. Los jóvenes, tampoco.

Y ese otoño se llega hasta la marcha a las cansadas,

sin esperanza, apenas por decencia.

“Mi amigo-dice ausente- ahora es una foto sobre un

          palo”.

Y sabe que los muertos en los diarios no huelen casi a nada.

Lo que queda de su amigo es esa frase cierta, pero vana,

imagen del desastre que cede a quien la escriba.


La extraña trayectoria de la luz
Poemas reunidos 1983- 2013
Jorge Fondebrider
BAJOLALUNA, 2016.

                          


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