Los "otros", en el cosmos literario de Marosa Di Giorgio
La notable poeta uruguaya compila en "Otras vidas", perfiles biográficos, entrevistas, prólogos y reseñas, escritos sin mezquinar lirismo ni sabiduría.
Por Rubén Valle
Como en la Rayuela cortazariana,
a Otras vidas se puede entrar por cualquier página. En este
caso no se trata de una novela experimental sino de un libro de miscelaneas en
el sentido más generoso del término. Generoso como su autora, la escritora
uruguaya Marosa Di
Giorgio (Salto, 1932 - Montevideo, 2004).
En
esta cuidada edición de Adriana Hidalgo editora, Otras
vidas reúne perfiles biográficos, entrevistas, prólogos y reseñas que
la gran poeta escribió a lo largo de su vida y en los que da cuenta de su
inefable cosmos literario, en el que siempre hubo espacio para (re)interpretar
el material de autores variopintos.
En estos textos, espejos ajenos acaso, la
autora de Los papeles salvajes habla de sus
fuentes, de sus colegas, de los libros que le gustaban, de sus amigas, de
conocidos e igualmente admirados, de su mundo cotidiano, donde recalar en los
cafés era mojón obligado de su exégesis del mundo.
Di Giogio escriba, analiza, interpreta a
escritoras y escritores, sobre todo de su país (aunque también de otras
latitudes, entre ellos algunos argentinos), que en conjunto conforman el
peculiar parnaso de la "mariposa pelirroja de colección", como la
define en el prólogo su amigo, compinche de caminatas interminables y
confesor, el escritor Eduardo Espina.
En el noticiero de sus días
Poeta y ensayista uruguayo, Espina
describe con precisión a las "distintas" Marosas, a la par que abre
la puerta a un libro que en su simpleza destella como si fuera unos cuantos: "Salía
a la realidad con su plan interpretado...A la mirada la hacía responsable de
sus asombros. Marosa andaba por donde le tocara, iluminada por el sol de su
infancia, aunque eso no apareciera mencionado en los noticieros de sus días. Si
bien era una mujer de modales impecables, una dama en ejercicio constante de
una ralea victoriana, no era alguien fácilmente accesible que anduviera regalando
ritos de gregaria adulación al primero que apareciese. Era muy amiga de sus
amigos, de lealtad a prueba de fuego, aunque también muy distante con los
desconocidos".
"Marosa
fue ánima y animal fluvial, de las que aparecen cuando hay una orilla cerca".
De los vericuetos del alma
Además
de los exquisitos perfiles de, entre tantos, Delmira Agustini, Ida Vitale, Idea
Vilariño, Silvina Ocampo, Felisberto Hernández, Circe Maia y Armonía
Somers, con buen tino se rescataron párrafos de entrevistas, cuestionarios de
lo más curiosos y confesiones de una autora que revelaba que "mi
escritura sale de los vericuetos del alma, del jardín del cielo estrellado. Así
es".
Reseñas de autores nóveles o consagrados,
famosos y no tanto, prólogos y contratapas, todos tienen en común -bajo la
luminosa mirada de Marosa- que destilan la misma intensidad poética que ella
decantaba en sus propios libros y en sus recordadas performances literarias.
Se
podría decir acaso que la inspirada pluma de Misales no
escamoteaba lirismo a la hora de escudriñar la creación ajena.
En esa generosidad sin diques, quien se
reconocía como "una princesa desnuda, descalza, una monja un poco
gitana", presentaba ética y estética como insobornables
credenciales. Autores y lectores, agradecidos.
Otras vidas
Marosa Di Giorgio
Adriana HidalgoColección Fuera de serie
248 págs.
$320
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