Misterioso universo gatuno

Débora Pert nos está mal acostumbrando: a cada reseña, como esta, del bello libro de Juan Lima, agrega una entrevista, que consigue vía Internet. Muy disfrutable charla con el querido Juan, tanto como la reseña y, desde luego, el libro, tan diversa como bellamente ilustrado.

Por Débora Pert*

Un gato 
es una gota
de tigre.
(Poema de Jairo Aníbal Niño
que vive en la contratapa de este libro)

La poesía de Juan Lima nos invita a mecernos como si bailáramos al ritmo de la lectura. El poeta nos lleva de su mano por la pista que ha elegido y explorado con pasos originales. Y nos dejamos guiar con una sonrisa en los labios. Cada libro de Juan tiene una temática. En Botánica poética, son frutas y plantas; en Loro hablando solo, los bichos y árboles de Traslasierra; en El mercado de las pulgas, la jerga de la venta de feria. En Un día, un gato, por supuesto que se refiere al felino que nos acompaña en nuestro hogar cariñosamente y está hecho poema con una mirada fresca e irónica.

El libro empieza con el misterio que merece ser descubierto: “Cuando la madrugada / no sabe qué decir / llega el gato…”.  Del gato se sabe lo poco que nuestros ojos humanos cazan torpemente. Es sobre todo una intriga lo que habita en esos elegantes peludos: “No se preocupen / si a la noche / anda en do s/ (o tres) lugares / distintos / a la vez / hay mucho / por hacer allí / donde el hombre / no ve”.

Lo que sabe el gato, lo que no, sus conductas en detalles elegidos, las siete vidas son algunos de los asuntos que aparecen en este libro de poemas que rodea lo felino en su mismo código: verso libre y rima.
“Con su vasta experiencia milenaria / sabe que el perro afónic o/ muerde pero no ladra […] y cuando sale a contarle s/ cuentos a los fantasmas / no precisa para volve r/ que le dejen la luz / prendida”. Además, ofrece gran cantidad de opciones estéticas y de estilos también en las ilustraciones. Veintiocho autores de imágenes, de distintos lugares del mundo y épocas, comparten páginas, se acompañan y conviven amistosamente. Ilustraciones variadas, bellas, inquietantes, tiernas, extrañas, suman modos de percibir el mismo animal.

Cada gato es diferente de otro e incluso de sí mismo. En cada uno de ellos caben las siete vidas con los mimos, el zarpazo, la indiferencia, la demanda, la anarquía, el cuerpo todo blando, una disposición a saltar inmediata, el gusto por el riesgo, la comodidad, la inocencia, la astucia…: “De los gatos / poco se aprende / solo tres o cinco (o más )/ lecciones por día”.

Después de leer este libro, deseamos aprender a no querer calcular cuántos seres habitan en un único espécimen. Ni siquiera en una misma especie. Depende del trato, del día, de las ganas: “Este gato / de día es gris / de noche es negro. […] el gato gris tiene gps y radar / el gato negro a la madrugada es cantautor / el gato gris cuando llega a la noche desaparece / el gato negro vuelve cuando sale el sol / los dos fueron sigilosos a la misma escuela / y no revelan sus enigmas / cuando algo no les va / no les va”.

También, este libro puede ser disfrutado por niñas, niños y por supuesto por los adultos que guarden algo de niños en algún rincón de su corazón.

Juan Lima (y amigos) hacen un libro de banda, manada, con integrantes independientes. “En la plaza del barrio / allí se juntan los nuevos amigos / el gato ñato y su supuesta prima / el que parece una liebre / el atigrado mordedor de palomas / la gata flaca que trajeron en taxi / el miedoso (ya un poco confiado) / y el de botitas blancas / cuando los llaman / para darles comida /siempre falta /alguno”.

Los amigos de Juan Lima, ilustradores invitados, son Isidro Ferrer, Paul Klee, Ayax Barnes, Endre Penovác, Dr. Alderete, Camilla Engman, Roberto Cubillas, José Muñoz, Mandana Sadat, María Alcobre, Daniel García, Christian Montenegro, Bianki, Gustavo Roldán, Aída Carballo, Isol, Decur, Félix Rodríguez, Rebeca Luciani, Cristian Turdera, Max Cachimba, Jorge González, Elenio Pico, Giusti, Martín Jarrie, Landrú y un Anónimo de Egipto de 1200 a.C.
PD: Una de las ilustraciones que tiene el libro.
Ilustración de Mandana Sadat

Y la “frutillita” de la torta: la entrevista que le hice a Juan Lima, y que respondió generosamente.


ENTREVISTA A JUAN LIMA

Débora Pert: ¿Cuándo empezaste a escribir poesía? ¿Sobre qué temas?

Juan Lima: En el secundario hacíamos un periódico y ahí publiqué mis primeros poemas. Colapsaban de humor ácido e ironía. Bueno, aunque esa escritura adolescente tenía solo un desarrollo intuitivo, sigo pensando en esa voz poética como una exploración en curso. Se trataba, en definitiva, igual que ahora, de una obra en proceso. 

DP: ¿Cómo se te ocurrió dedicarte a escribir poesía infantil (¡aunque te aseguro que disfruto mucho leyéndote!)

JL: En aquellos dos años en que hicimos la revista Humi, el encuentro cotidiano con Ema Wolf y Laura Devetach potenciaron mi buen humor poético. Fueron tiempos intensos de aprendizaje y creatividad. Un gato como cualquiera, de Graciela Montes, con mis ilustraciones, es de esa época, uno de los primeros títulos de El Pajarito remendado. Con Raúl Fortín hicimos un hermoso afiche para el lanzamiento de la colección. A continuación, estuve dale y dale unos años con la revista Fierro, focalizando mi trabajo en la gráfica, muchísimo ponerle la cabeza y el cuerpo a ese proyecto. Cuando algo me seduce, soy un tipo de ignición instantánea.

DP: Elegís como tema los animales y las plantas, ¿por algo en particular?

JL: Nací y me crié en un pequeño pueblo de campo, en medio de la pampa y al borde del mar. Mi imaginario está construido, día por día, en ese marco solitario y silvestre. Todo fue “aprendido jugando de niño” (como dice Macedonio Fernández). Y cuando crecí me fui a estudiar a La Plata. Ese sacudón introspectivo fue la puesta en marcha de toda esta increíble maquinaria poética que la naturaleza había ido sembrando en mí. Y que comenzó a manifestarse en mi gráfica, en mi poesía, en mi vida.

DP: Disfruté mucho de Un día, un gato, ¿les propusiste a los distintos ilustradores porque te gustaba sus estilos? ¿O porque ya eran amigos y realizaron una tarea conjunta?

JL: Después de escribir los poemas de Un día, un gato me puse a trabajar en el diseño y en las ilustraciones. Ahí se me ocurrió pensar que sumar otrxs y muy variadxs estéticas le daría sorpresa a la propuesta del libro. Instantáneamente fui invitando a ilustradorxs de diversos lugares. Elegí amigos a quienes admiro profesionalmente. Por obvias razones de espacio no puede invitar a todos los que hubiera querido, pero quedan para un próximo proyecto. También te cuento que me di el lujo de incluir al emblemático gato de Landrú (aún vivía y me lo cedió cálidamente), un gato con pájaros de Paul Klee -del que compré los derechos- y, para las páginas de guarda, un gato egipcio del 1200 aC pastoreando ocas, que encontré un sábado a la mañana en el mercado de la Petersplatz, en Basel.

DP: ¿Cuál será tu próximo libro? ¿Podés darnos algún adelanto?

JL: En estos momentos tan inquietante los proyectos se desprograman. ¿Pero dónde volveremos a convivir con la imprevisibilidad mejor que en estos días? Por ahora, el plan es guarecerse en la extraña compañía de uno mismo.

Muchísimas gracias, por tantas y tan detalladas respuestas. Solo nos queda encontrarnos para compartir un café, cuando termine la Cuarentena, que espero sea muy pronto.


* Débora Pert es narradora de cuentos. Coordinadora del Sector Infantil y Juvenil en la Biblioteca Popular Sudestada. Coordinadora del Rincón de Libros en la ONG Leamos un Libro. Escribió “El ovillo de Ariadna”, publicado por la Editorial Muchas Nueces.

Un día, un gato
Juan Lima y sus amigos
Editorial Calibroscopio, 2017.

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