Ayar Blasco: “Lo primero es saber qué vas a contar”

En esta segunda parte de la entrevista a Ayar Blasco el realizador nos contó algunos de los secretos del trabajo, las diferentes maneras de trabajar con los actores, cómo se los orienta en el momento del doblaje; cómo se trabaja con el guion, cuál es su relación con las distintas formas de animación. También nos habló del trabajo individual y de la conformación de equipos de rodaje y producción. Además, conversamos de adaptación, de películas para ver, de recomendaciones técnicas. Una charla que fue todo un aprendizaje.




Mario Méndez: ¿Cómo trabajabas al dirigir a los actores que hacen el doblaje?


Ayar Blasco: Los actores veían la historieta. Así podían saber si los personajes estaban asustados, enojados, alegres, tristes… porque tenían la referencia del dibujo. Lo que yo les daba era el guion y el storyboard de la historieta, para que todos pudieran ver. En la última película, Lava, como el sonido lo hice después, ahí sí veían la imagen. Tenían una pantalla y u micrófono. Y de acuerdo a lo que iban viendo, iban hablando. Es un poquito más difícil, porque tienen que hacer coincidir la voz con los movimientos de la boca, entonces es más difícil. Pero si el actor tiene experiencia, no es mayor problema. 


MM: ¿Tu elenco tenía experiencia? Tangalanga no, directamente…


AB: No, lo que pasa es que con Tangalanga por suerte lo hicimos de la otra forma. Grabamos primero las voces y después animamos. Una vez que yo tenía toda la radionovela hecha, me ponía a animar encima de las voces. Eso te da libertad para poder improvisar, para poder equivocarte, como hizo Tangalanga. De la otra manera, como hicimos en Lava, la última película, no podés equivocarte, lo tenés que hacer exactamente. Son distintas maneras de trabajar, yo experimenté con las dos, y la verdad es que me gustaron ambas. 


MM: Ahora vas a decirme cuál te gustó más, pero Laura tiene una pregunta. 


Laura: Sí. ¿Qué es lo primero? ¿El guion o las imágenes? Y también si cualquier guion resiste cualquier técnica de animación. Y cuál es el equipo mínimo que se necesita para hacer un corto animado. 


AB: Siempre es mejor tener el guion escrito, es lo que hay que hacer. 


Laura: Lo primero… antes de la imagen motivadora…


AB: Obviamente. Primero hay que saber qué querés contar. A partir de ahí se hacen los bocetos originales, los personajes, los diseños, el color, todo. Pero lo primero es saber qué vas a contar. Por el simple motivo de que, si no sabés qué vas a contar, es difícil armar todo un universo. En cualquier cosa, sea historieta, teatro, lo que sea. A menos que sea video arte, o algo un poquito más abstracto, como la pintura; ese tipo de animación más libre en el que vas creando conforme ese momento vas imaginando. Pero si lo que querés contar es una historia, tenés que saberla. Personalmente, creo que cualquier tipo de historia puede adaptarse a la técnica de animación que sea. No hay historias hechas para tal o cual técnica de animación. Así como no hay historias hechas para películas y no para animación. En eso consiste justamente la libertad creativa, y el genio creativo de poder adaptar cualquier cosa a cualquier técnica. Para mí es así. Y en cuanto al equipo humano que necesitás para hacer un cortometraje de animación, varía mucho. He sabido de una chica de Estados Unidos que se llama Christiane Cevaske, que hace cortos ella sola. Desde escribir el guion, hacer los muñecos, hacer la animación, la cámara, la iluminación, el sonido… hace todo ella sola. 


Laura: ¿Hizo stop motion?


AB: Sí. He sabido también de dibujantes que hacen todo solos sin animación. Rodolfo Sáenz Valiente tiene varios cortometrajes de animación en los que trabajó él solo. Se puede partir de una sola persona. Depende de la técnica de animación que uses, es la cantidad de gente que participa. Normalmente, si son dibujos animados, y no querés estar seis años haciendo un cortometraje, lo ideal es hacer un equipo en el que haya por lo menos un dibujante, por lo menos un animador, alguien que se encargue del sonido, y alguien que se encargue de la dirección general, un equipo de cuatro o cinco personas me parece que está bien cuando lo que querés hacer es un cortometraje. Podés hacer un largometraje también, depende mucho de la cantidad de trabajo que quieras hacer. He sabido de largometrajes hechos con muy poquita gente. Pero eso ya depende del gusto y de la plata que tenga el que quiere hacer el proyecto. Generalmente, si trabajás con mucha gente, necesitás una producción grande, en plata. Porque no todo el mundo tiene el tiempo para trabajar en cualquier cosa, tienen que comer, tienen que repartirse el tiempo, entonces hay que pensar en conseguir financiación para poder pagarles, para que puedan dedicarle un poquito más de tiempo al proyecto de uno. Pero bueno, para eso están también los concursos del Fondo Nacional de las Artes, el del INCAA… hay un montón de cosas. 


MM: ¿Para Lava conseguiste alguna financiación por concurso?


AB: Sí; todas mis películas fueron financiadas por el INCAA, es decir, contaron con el apoyo del Instituto Nacional de Cine. Eso significa que todas las personas que trabajaron han cobrado sueldo. Yo también he cobrado. Se han hecho como cualquier película del cine nacional. Es el requisito para poder estrenar en sala posteriormente. Todas las películas han ganado concurso y han tenido financiación. 


MM: Qué bueno. ¿Siempre participás en el guion, Ayar? 


AB: En esta última película, Lava, no. El guion es de un amigo mío que es dibujante de historieta, Salvador Sanz. A mí me gustó mucho lo que hizo, entonces decidí adaptar ese guion al estilo que tengo yo. Y ahora tengo ganas de hacer un guion, pero sobre algo que ya está escrito. 


MM: ¿Un cuento o algo de eso? 


AB: A mí me gustó mucho adaptar autores a guion. En realidad, yo hacía los guiones, pero después de esta última película me gustó la idea de algo ya escrito para adaptarlo, así que es algo que quiero volver a hacer. 


MM: En el ciclo de cine y literatura que hacemos nos interesa muchísimo esta cuestión de la adaptación de cuentos o novelas a películas. Los dos tipos de arte diferentes. ¿Dijiste con cuál querés trabajar? Si no querés, no lo cuentes…


AB: La verdad es que había ido hacía poco al teatro y me quedé fascinado con Antón Chéjov. Fui a ver El jardín de los cerezos y me gustó mucho. No sé si hacer eso o algo de él. Estoy leyendo y recopilando bastante porque me pareció muy interesante todo lo que hace. 


MM: ¡Qué desafío Chéjov!


AB: Sí. Si se hicieron obras de teatro, ¿por qué no una peli de animación? 


MM: Más vale. Acá tenemos a Laura Gutman que es titiritera y música. ¿Cómo es la relación con la música cuando hacés animación? ¿Elegís vos a los músicos? 


AB: Es muy musical. A mí me gusta mucho pensar primero la música, antes de desarrollar el guion o las imágenes. Lamentablemente el tema de la música cuando uno quiere hacer un estreno comercial es difícil porque hay que pagar derechos de autor por SADAIC y todo eso, y a veces, cuando uno quiere usar un tema muy conocido porque suena en la radio o porque es muy popular los precios son cada vez más grandes. Por eso muchos cineastas tienen un músico que les compone las canciones. Yo, por suerte, al hacer películas que cuentan con un financiamiento, puedo elegir alguno que otro tema más o menos conocido que me guste, pero el tema de carga social y de impuestos se va en los músicos. Yo considero que si algún día hago una superproducción con mucha plata, se va a ir todo en la música. 


MM: Es más económico pagarle a un compositor que te haga la música especialmente, que tomar temas ya hechos…


AB: Sí, totalmente. 


MM: Laura tiene otra pregunta…


Laura Gutman: En relación a eso quería consultarte… ¿ qué pasa cuando el compositor está liberado? Por ejemplo, Puccini. Se dice que es uno de los compositores más usados en cine, porque él escribe musicalmente todo lo que sucede en la escena. Pero es un compositor que está liberado. ¿Ahí cuenta el compositor o cuenta el intérprete?


AB: Cuando uno usa compositores que murieron hace más de cincuenta años, hay una plata en derechos que no va a pagar, porque los derechos pertenecen a la humanidad. Pero si decido usarlo, interpretado por la Filarmónica de Berlín, hay que pagarles a ellos. Lo que zafás de pagar es el autor, pero lo que cuenta es el intérprete. Es muy poquita la diferencia de plata entre un compositor liberado y uno que no. De hecho, muchos compositores o autores de bandas, que son amigos, me dicen que use su canción, que a mí no me cobran. Y me firman un papel en el que me ceden los derechos. De todas maneras, tengo que pagar SADAIC, porque si es algo que ya se escucha, por lo menos hay que pagar la interpretación. Siempre va a haber alguien que interprete una canción, y a esa persona se le tiene que pagar. 


MM: Acá, Natalia, que también es estudiante de Avellaneda, y a la que en esta cuarentena la hemos “explotado” en Bibliotecas para armar con las animaciones, quiere hacerte una pregunta.



Natalia Forés: Ahí chusmeé lo que contaste de los talleres que también en cuarentena están haciendo videos para estudiar stop motion, y quería preguntarte si podés recomendar, porque nosotros estuvimos haciendo cosas similares. Y cuando íbamos a bibliotecas también. ¿Qué aplicaciones para el celular solés usar para stop motion?


AB: Hay una aplicación especial gratuita y muy bien hecha que se llama Stop Motion Studio. Sirve para zafar, es bastante completa y es la mejor. El ícono es una camarita de cine sobre un fondo celeste. Y si tenés Iphone, hay una aplicación gratuita que se llama I- Motion. Pero solo si tenés Iphone. La otra sirve para todos. Con esto ya tenés para jugar un montón. 


Natalia: ¡Genial, gracias!


MM: Recién hablaste de un compañero que trabajaba en Fierro. Vos publicaste en Fierro, ¿verdad?


AB: En el último número, no. Pero mandé historieta para varios números de la revista.


MM: La verdad es que está buenísimo, porque siendo que no es tu especialización, porque sos autodidacta, llegar a LA revista de historieta, debe ser una gran emoción…


AB: Sí, la verdad es que es un placer. Yo también pertenezco un poquito a ese mundo, porque todos mis amigos son historietistas, el guionista de mi última película lo es… Siempre estuve conectado. Cuando no estoy haciendo animación estoy haciendo historietas. Me gusta, y la verdad es que publicar en Fierro está bueno. Es una lástima que haya dejado de publicarse en papel. Ahora se publica online y cada tres meses, pero sigue funcionando y eso está bueno. 


MM: La verdad es que fue una revista que cambió la historieta en la Argentina. 


AB: Fue un antes y un después de la Fierro de los ochenta… En realidad, ya estaba la revista Skorpio, que ya era una revolución dentro de la historieta argentina. Pero la Fierro completó ese ciclo, y terminó de poner la nueva historieta en Argentina. Igual, a mí me gusta mucho la historieta de los años cincuenta y los sesenta. Todo lo que es la revista Hora Cero, todo lo que hacían Oesterheld, Breccia, a mí siempre me gustó. Fui bastante fan, de Oesterheld, sobre todo. 


MM: Sos de los admiradores de El eternauta


AB: Claro. 


MM: Que es bastante tradicional pero ya rompe con cosas…


AB: Al mismo tiempo es bastante revolucionaria. No tiene nada que envidiarle a series de televisión como Game of thrones… Si te ponés a pensar es lo mismo. Solo que está hecha en historieta. Vamos a ver qué pasa ahora que me enteré de que Netflix compró los derechos porque quiere hacer El eternauta


MM. ¡Ah, mirá! ¿Con actores o en animación?


AB: Me parece que la quieren hacer con actores. Me parece que van a poner bastante plata. Se lo compraron a los nietos de Oesterheld. La viuda de Oesterheld no la quería vender. 


MM: Ojalá hagan algo bueno, porque la verdad es que se lo merece. 


AB: Es un guion que se sostiene. Creo que va a salir algo bueno, porque el guion de por sí ya es tan fuerte que tendrían que esforzarse mucho para arruinarlo. 


MM: Acá somos del cine y de la literatura infantil. ¿Qué nos recomendás para ver en animación? ¿Qué te ha gustado últimamente? 


AB: Yo soy muy fan de todo lo que sea animación japonesa. Está Hayao Myazaki, que es un gran dibujante y animador japonés. Tiene películas como La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro… un montón de películas excelentes que tienen un mensaje muy bueno. Seguramente ya lo conocen. Si no, es el momento de hacerlo. En Netflix hay un montón de obras de él, me parece súper recomendable, tanto por el estilo de animación como por el mensaje que transmiten. 



MM: Vamos con Miyazaki. En el ciclo de cine este año vimos cine uruguayo, y entre el montón de películas que vimos, que fueron como doce, vimos Anina, una animación uruguaya. ¿La conocés?


AB: Claro que sí, estuve cuando se lanzó en el Festival de Animación de Rosario hace tres o cuatro años. Ahí conocí al director también. La verdad es que es una película muy bonita, muy recomendable para cuando tenés hijos para que la vean. Mucha imaginación, a mí me gustó mucho. Ahora hay una película nacional que salió hace poco y es de una amiga mía. Se llama El Patalarga. Se estrenó en cine y me parece que en este momento está en Cine.ar. Es del mismo estilo de Anina. Es una técnica de animación que es como recorte pero animado con la computadora. Me parece que está muy buena. Ganó varios concursos, varios festivales, El Patalarga


MM: ¿Cómo se llama tu amiga, la directora?


AB: Mercedes Moreira. 


MM: ¿Lava es como Mercano el marciano? ¿Va por el lado de la ciencia ficción? 


AB: Sí, es muy similar, es ciencia ficción. Mis películas quizá no son tan infantiles. Tienen muchas malas palabras, capaz algunas cosas son un toque violentas, o absurdas. No sé si son muy recomendables para chicos…


MM: Pero para adolescentes, sí. 


AB: Sí, y para nosotros también. Son distintos estilos y distintos públicos. Si a ustedes les gusta, bienvenidos. 


Asistente: ¿Qué opinás de cuando se mezcla cine con animación, como por ejemplo, Disney? Cuando es un producto para adultos, y se usa también el cine y recursos de animación…mezclados con los recursos cinematográficos. 


AB: Si la película está buena, no me importa la técnica que use. Si está buena y tiene un mensaje importante, que es lo que más me interesa. Más que la técnica. Si no las vi las anoto para verlas en algún momento. 


MM: The Wall o Kill Bill podrían ser buenos ejemplos…


Asistente: También hay una que es una historieta, entonces están los actores como dibujados…


AB: Sí, Esplendor americano se llama, es del dibujante Harvey Pekar, que es guionista de historietas. Me gustó mucho esa película. 


Asistente: Eso me gusta mucho. Y me gustó mucho en Infancia clandestina


MM: No me acuerdo cuando aparece la animación en Infancia clandestina. La vimos en el ciclo y todo y no lo recuerdo. Bueno, Ayer, te hemos hecho un montón de preguntas…


AB: Espero que le haya servido toda la información que compartimos. 


MM: Seguro que sí; aparte la pasamos bien. Bueno, las puertas de Bibliotecas para armar están abiertas. Las puertas de Devoto, no, pero podemos hacer otro proyecto diferente. Ayar, te agradezco mucho que hayas venido. Gracias a las compañeras y los compañeros. 


AB: Fue muy lindo verlos a todos.  Gracias. De verdad espero que se hayan divertido, que les haya servido todo esto. Les dejo un abrazo, y nos vemos cuando nos tengamos que ver. 




Comentarios

Entradas más populares de este blog

El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt, Ilustrado por Decur

“Esa mujer”, de Rodolfo Walsh, por Ricardo Piglia

"El libro", un cuento breve de Sylvia Iparraguirre