Hablar de Pablo…

Para hablar de la obra de Pablo Bernasconi, que hoy nos visita virtualmente en nuestro Laboratorio de análisis y producción de LIJ se podría haber elegido el camino conocido de la reseña. Liliana Morales, lectora y amiga de Pablo, eligió el camino de los recuerdos emotivos. Y nos regaló esta bella nota.

“Entre todas te estamos buscando”
Por Liliana Morales*

Escribo. Borro. Doy vueltas y vueltas sobre la misma frase. Vuelvo a borrar. Reseña. ¿De cuál? ¿Mentiras y Moretones? ¿Excesos y exageraciones? ¿El Infinito? No. No puedo elegir un libro, me gustan todos…

Me resulta difícil hablar de la obra de un autor integral de la talla de Pablo, de su extraordinario poder de síntesis, de su potencia narrativa a partir de imágenes cargadas de poesía y contenido, de sus increíbles metáforas visuales. De esa urdimbre maravillosa que teje entre ilustración y palabras. Desde dónde hablar de Pablo cuando tanto se ha escrito. Y de pronto, como algo que empieza a asomar y que es ni más ni menos que memoria emotiva, pienso:

Que hablar de Pablo es hablar de la historia lectora de los pibes y pibas de mi querida escuela de Villa Los Coihues, en Bariloche.  

Es evocar la emoción cuando les dije que vendría a visitarnos y la ansiedad con la que lo esperaban. 

Son los ojos de esos pibes a puro asombro, cuando les contó que era piloto y vieron su foto junto a una avioneta y entre ellos murmuraban “¡Igualito que Arsenio!” 

Hablar de Pablo es la sorpresa cuando les mostró que una simple cafetera podía ser un perro o una nave espacial.

Es cuando yo les anunciaba en la ronda con la que iniciábamos nuestras jornadas, que un nuevo libro formaría parte de nuestra estantería y estallaba el griterío de entusiasmo. 

Es conmoverme cuando vi que improvisan una lista de espera para ver quién se llevaba primero El Infinito.

Es conversar con un chique de Excesos y Exageraciones y cuando llega a “El monstruo del lago” te diga “¿A que no te diste cuenta de un detalle?”

Es cuando en la ilustración “Entre todas te estamos buscando” me revelan un hallazgo: que el vestido de la abuela son huellas digitales porque son la marca de los nietos. Y me conmueve que nuestros pibes y pibas se den cuenta del compromiso que este autor tiene con nuestras Madres y Abuelas, con nuestros nietos recuperados y los que aún nos faltan. Hablar de Pablo es hablar de su compromiso con la memoria colectiva. 

Y me pregunto si todo esto que no fue reseña ni opinión, sino un puñado de momentos en la vida lectora de los pibes y pibes de la escuela, de  lo que genera entre sus lectores, en sus espíritus curiosos y creativos, de cómo se involucran en sus historias, como se entregan a la desmesura y a ese pacto de lectura en el que la imaginación no encuentra techo, buceando entre los intersticios de lo no dicho, pero  surge de ese diálogo particular entre texto e imagen, me pregunto si todo esto es hablar de Pablo.

-Siento que la cabeza me va a estallar -dije una tarde en la que la migraña no me daba respiro. 

-¡Como a Tortoni, seño! 

Y me doy cuenta que sí. Que hablar de Pablo también es hablar de todo esto.


*Liliana Morales es una docente jubilada desde hace años dedicada a la promoción y mediación de la lectura. En la escuela 324 de San Carlos de Bariloche desarrolló un proyecto llamado “Desafío Lector” que recibió el premio VivaLectura 2011. Desde el año 2016 y como parte de su militancia en UnTER (Unión Trabajadores de la Educación de Río Negro) llevó adelante diferentes actividades alrededor del libro y la lectura, entre ellas la capacitación “Había una vez: una experiencia para reencontrarnos con nuestro camino lector”, dirigida a docentes de nivel Inicial y Primario. Actualmente, está terminando el postítulo de Pedagogía de la Lectura con orientación en Literatura para Niños y Jóvenes, dictado por la Fundación Mempo Giardinelli.

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