Fernanda Argüello, Alejandra Mirich y Paula Fränkel: “Nuestro objetivo en las Ferias es formar lectores críticos”
En esta segunda parte con las editoras todo terreno de Té para tres conversamos acerca de las guías de lecturas, de la ESI y la literatura, del circuito de las Ferias de libros en el país, de la difícil cuestión de la llegada a librerías, la distribución y la consignación y de las Ferias escolares, que son otra gran oportunidad.
Mario Méndez: En el chat Gaby pregunta por qué Un papá con delantal se acompaña con una guía de lectura. ¿La guía está en el libro o en la página de la editorial?
Fernanda Argüello: Un papá con delantal tiene en la contratapa un código QR que te lleva a una guía de actividades. No está incluida en el libro. Esto en realidad es para que las docentes puedan imprimir esas tres páginas de PDF, y trabajar ESI en el aula.
FA: Básicamente porque en el ámbito escolar se trabaja mucho durante las jornadas de ESI, con diferente material. A mí me ha tocado trabajar hasta con juegos de mesa para hablar de ESI. Era importante para mí, en este libro, que pudiéramos desarrollar una herramienta para el docente, para que tuviera material para trabajar en el aula. Obviamente, está a cargo de una profesional que hizo la guía en función de la lectura de Un papá con delantal. Se puede descargar libremente accediendo con el código QR. No hace falta comprar el libro para acceder a la guía. Podés descargarla y trabajarla en el aula.
Alejandra Mirich: Es una forma de que el lector no se quede solo en la anécdota que se cuenta literariamente. Sino que detrás de la historia de Amador, esa especie de papá que trabaja en la casa a la par de una mamá, se desmontan esas figuras, y la condición genérica del personaje, permite llegar por la mediación de la literatura, a temas candentes como es ESI en este momento. Esa ayuda de una guía de lectura, para un docente que tiene material nuestro hace que pueda aprovecharlo más integralmente.
FA: Más que nada para poder hablar de los roles de género, con una guía, supervisada en este caso por una licenciada en Educación, que es Ivana Rugini, una guía que sabemos que está validada, que cualquier docente puede estar tranquilo de trabajar con este material en el aula, sabiendo que fue supervisado por un profesional, que puede dar fe del buen desarrollo de la actividad.
MM: Muy bien. Gaby es profesora en un secundario en Arrecifes, y es bueno que se interese en este tipo de guías. Por eso su pregunta.
Paula Fränkel: No es por subestimar al docente, como si no fuera a entender el material, sino para darle más herramientas. En general, los adultos tenemos dificultad para transmitir esa información porque no nos criaron con ella, no la tenemos incorporada. Vamos de a poco entendiendo algunas cosas, para romper con estructuras muy fuertes, y costumbres, y hábitos. Entonces, dar elementos, los por qué se pensó ese libro, desde dónde, hacia dónde se dirige cada escena del libro, no solamente para leer la anécdota, como decía Ale, sino para aprovecharlo para trabajar estos temas que en las casas están medio trabados. Y los chicos son justamente el elemento más fresco para romper con estos tabúes y preconceptos. Creo que eso se maneja en toda la editorial de Fer. Todos los libros tienen como ese objetivo, dar elementos, dar textos, dar herramientas. No bajada de línea, porque son cuentos, es literatura infantil, pero tiene ese contenido que está bueno que en algún lugar se vea y se trabaje. Que el docente sepa que con Bianca va a tener cómo trabajar estos temas, que por ahí pasan en el aula y tiene que poder manejar. Que un nene quiera jugar con “cosas de nenas”, ¿cómo lo trabajo? Incorpora el libro, se habla, se rompe un poco la estructura, y por ahí, le das la oportunidad a un chico que en el grado no tenía esa cabida.
MM: ¿Por qué Bianca Ediciones, Fernanda? ¿De dónde viene el nombre?
FA: Bueno, Bianca es mi hija pequeña, ya casi once.
MM: Es autora, ¿no?
PF: A Bianca no hay que perderla de vista porque está yendo a todas las Ferias con su mamá. En unos años va a ser un acoplado.
AM: Es el fiel reflejo de la madre.
PF: Escribe, edita, vende… De todo hace.
AM: En la Feria la dejás dos minutos para que cuide los libros y cuando volvés te dice que vendió uno, dos, tres…
MM: Después dejen los datos por si necesitamos promoción. ¿Cómo es el circuito de las Ferias? ¿Tienen apoyo? ¿Hay alojamiento? ¿Hay transporte? ¿Algo apoyan las Ferias del interior a estas editoriales chiquitas para que puedan viajar? ¿O hay que hacerlo todo a pulmón?
AM: La verdad es que este año, a partir de un programa que se llama MICA, que es bastante conocido y que apoya a la pequeña y mediana empresa, se hizo toda una movida por parte de personas que gestionaran Ferias en lugares diferentes. Fue una convocatoria a la que se presentó muchísima gente y ganaron muchísimas Ferias nuevas. El tema es que es un sistema que todavía no está lo suficientemente aceitado. Por ejemplo, te ponés en contacto y escribís en marzo o abril. Y recién te contestan ahora, cuando para la Feria de Viedma faltan diez días. Tenés que tirar todo por el aire y salir corriendo para Viedma que queda a no sé cuántos kilómetros. En la mayoría de los casos, las Ferias no te solventan demasiado los gastos. Curiosamente, a veces las más humildes o las más alejadas sí lo hacen. El viernes que viene nos estamos yendo con Fer a Gualeguaychú, a una Feria que está auspiciada por la biblioteca Rodolfo García, que también tiene su propia editorial. Vamos tres días, nos pagan el pasaje, el alojamiento, no cobran el stand, cosa que se está convirtiendo en una mala costumbre lamentablemente. Hay Ferias más tradicionales como Córdoba, Tandil, o Neuquén, que el año pasado se hizo por primera vez y fue un exitazo, en la que se vendió una cantidad de libros que no podíamos creer. Nosotras fuimos con al apoyo del gobierno de la Ciudad que nos pagó todo. Este año la Feria se reedita auspiciada por la propia provincia, y en lugar de hacerlo de la misma manera te cobran sesenta mil pesos un stand, no te cubren traslado ni alojamiento, y toda nuestra Patagonia es carísima. Por lo cual, lamentablemente, esos destinos tenemos que descartarlos. Lo mismo pasa en Córdoba, que tiene una actividad cultural increíble. A la par de Buenos Aires. Pero en le Feria, noventa y tres mil pesos un stand. Si tuviéramos la suerte de vender ese dinero, tendríamos que vender otro tanto para que nos rindiera.
PF: Son Ferias largas. Ahora empiezan a ser de diez días, que son días que no trabajás acá, y son muy extensas en horario, entonces terminás reventada. Tendría que rendir muchísimo para que se justifique el gasto.
AM: Otra es Rosario, una feria mucho más tradicional que tiene toda una trayectoria, y este año se descolgaron con unos precios imposibles. Así que nosotras tomamos la decisión “corporativa” de no ir a las Ferias que sean pagas. Porque hay muchísimas que no lo son. Después de Gualeguaychú nos vamos a Marcos Paz, San Martín de los Andes y General Roca. Este mes, puntualmente, tenemos Avellaneda, Haedo… varias en Buenos Aires o en el conurbano, y todas son gratuitas, o dos mil pesos el stand. Como la que se hace en la calle en el barrio de Flores. Una Feria preciosa, a la que fuimos el año pasado, con mucho movimiento de gente, pero vale la pena.
Laura Gutman: ¿Puedo decir algo?
MM: Claro, Laura. Laura es la compañera de MICA, que es muy activa en el apoyo a las pequeñas y medianas editoriales. Le pidieron un mail, ya dio dos.
LG: Veo que acá está inclusive Gloria, de MB, a quien conocí en este tramo que estoy haciendo con Mario desde 2019, antes de empezar en MICA, en donde estoy efectiva recién desde el 2021. Me parece que ustedes se refieren a un programa que salió para gestionar Ferias del Libro a nivel federal. La gestión de cada Feria era a partir de unos subsidios que se daban para gestionarlas. Eso circuló muchísimo, ahora se hace la de LIJ en Santiago del Estero. Estamos en un momento complicado de la gestión. Una posibilidad de hacer una Feria que era un solo día en el CCK; para un evento del Banco Nación y cubrían todo: los seguros… Ibas y te quedaba limpia la venta. Era un evento de bancarización para pequeñas empresas, para créditos blandos, para trabajadores a formalizar, y con el cambio de gestión del Banco Nación se frenó todo. Yo estaba trabajando con la coordinadora del sector editorial, que ya tiene ocho años en el MICA, estaba la gente de Bambalí que mandó sus cosas, Ruedamares que iba a compartir con Jacarandá, se armó algo muy lindo, y la verdad es que quedamos re doloridas. Como el evento había sido firmado por las autoridades anteriores, tenía que tener nueva firma y la estamos esperando. Era la primera Feria del Libro que yo organizaba y estaba con unas expectativas increíbles… El tema del alquiler de los stands es una decisión muy particular de quien lo haya organizado. Entiendo que eso a veces, es muy costoso. Pero también hay estrategias, como compartir con otras editoriales. Recién estoy aprendiendo específicamente el tema de las Ferias, que dentro de la gestión es un tema muy particular. Yo le decía a Vanina, que a nosotras nos quedó toda esa estructura armada y que tenemos que hacerla. Ella me dice que convocar a una Feria que no esté respaldad por un municipio, o adherida a un evento en particular que convoque gente, es complicado también.
MM: Ya se están intercambiando mails con las tres editoriales. Mil trazos es fácil saber de dónde viene el nombre, además Pau es ilustradora. ¿Y Buki? ¿Por qué se llama así?
AM: En una oportunidad me enteré de que “libro”, en japonés, se dice “buku”. La fonética, por supuesto, no la grafía. Entonces decidí que el diminutivo correspondiente a los pequeños sería Buki. Así que es Buki Editora.
MM: ¿O sea que es una libre interpretación del japonés? ¿O realmente es “librito”?
AM: Lo encontré de esa manera. Su diminutivo se hace en la “i”. En fonética. Así que me encantó y así fue.
MM: No tenía ni la menor idea. Simpático. ¿La idea siempre es para niños pequeños, o podrían abrirse a lectores juveniles?
MM: ¡Ah mirá!
PF: Es una semana sacamos el libro, porque había un evento, y ella estaba fascinada con participar. Acá ilustré yo, muy rápidamente…
MM: ¿Quién es la autora?
PF: María Laura Burattini. Tiene otra serie que es para muy chiquitos.
MM: Hay mucha gente que me suena del taller de Graciela, ¿no? Burattini, Ganopolsky…PF: Sí, en este, Besos en el espejo, son todas compañeras del taller. Empezamos con gente conocida, pero se va abriendo. Hay gente que yo no conocía y fueron haciendo sus libros también. Y sí, hay muchos del taller de Graciela Repún.
MM: Una pregunta un poco más difícil, quizá. Parte de tu idea de Mil trazos sale de esa respuesta que muchos autores que recién comienzan reciben como un portazo en la cara. “Le falta trabajo…”
PF: “No entra en el catálogo de este año”.
MM: ¿Qué pasa cuando a vos no te gusta? Cuando hay interés del autor y hay posibilidad de financiarlo, y vos no le ves la vuelta. Porque no podés decirle que no hay lugar en el catálogo.
PF: Lo que me pasó a veces fue ver que el texto está muy crudo, y decirle que le falta trabajo, y le recomiendo a Graciela o algún otro lugar. Porque si es algo que yo puedo trabajar con el autor, y el autor tiene ganas de trabajarlo juntos, lo hacemos. Zoom de por medio, reuniones, el tiempo que lleve. A veces hacemos asesorías, como si fueran clases. Y en otros casos, no y es parte del costo de la publicación. Dedico esas horas a trabajar el texto. Depende de los proyectos. Otra vez me pasó que no me cerraba la idea. El año pasado aparecieron varios libros sobre la muerte. Un colega me dijo que podía ser porque la pandemia nos había puesto a todos muy en tema. Se puede trabajar ese tema para chicos de una manera que tenga la altura suficiente, que esté bien trabajado… Cada uno tiene su visión del tema, pero estamos haciendo literatura, que llega a muchos chicos, entonces que no sea invasivo para una familia, por ejemplo. Y me pasó que algunos estaban mejor, otros no tanto o yo no estaba de acuerdo. Y bueno, en ese caso, dije que no estaba de acuerdo con esa manera de encarar el tema. Me pasó con un libro, después de semanas que lo estábamos trabajando, lo volví a leer y noté algo raro. Volvimos s trabajarlo con la autora, fue difícil, porque no es que estuviera mal, sino que a mí me parecía que podía dar lugar a una lectura equivocada, y que no era coherente con lo que ella quería decir. Lo trabajamos, en un momento recurrimos a Graciela para que nos diera una mano, y al final el libro salió buenísimo. Como es autoedición, quiero ser cuidadosa, no publicar cualquier cosa. Aparte, porque soy la que da la cara cuando lo vendo, no me gusta que no esté bien. En otras épocas de mi vida me pasó, decir que un libro está buenísimo cuando sabía que estaba mal escrito. Y no está bueno darle ese libro a un nene. Me pareció poco responsable, entonces decidí que cuando tuviera mi editorial iba a tener cuidado con eso. Que estén bien corregidos, que sean adecuados. El presupuesto que yo paso incluye la corrección, la pida o no el autor.
MM: Bien. Una pregunta para las tres. Para las Ferias se ponen la venta al hombro, pero además hay una cuestión con la distribución. ¿Cómo lo manejan? ¿Tienen librerías a las que llegan? ¿Trabajan con algún distribuidor grande?
PF: No, distribuidor no, porque no dan los costos.
FA: Con el tema librerías, el gran momento fue cuando estuvimos en la Feria del Libro de la Rural. Pudimos hacer contacto con muchos libreros nacionales e internacionales, y tenemos librerías que vuelven a hacernos pedidos interesantes, tanto acá como afuera. Esta bueno eso de poder promover esto en redes; por lo menos con mi editorial estoy entrando en esa etapa en la que la gente me busca. Viste que al principio uno sale a buscar librerías y Ferias, y clientes… Yo siento que estoy en esa etapa en la que me escribe alguien que no conozco, que no sé cómo llegó ni cómo vio los libros. Hoy mismo me preguntaban si hacemos venta mayorista. Les pregunté a los chicos y no sabemos por dónde vino, parece que vino de Instagram. Y nos contactó por una venta mayorista. Y está bueno, me parece que el trabajo que estamos haciendo es tan intenso y tan poderoso que ya estamos entrando en otra etapa más interesante.
PF: Igual, el tema librerías es complejo en cuanto a consignación para una editorial chica. No tenemos posibilidad de dejar mucho material en consignación, que quede ahí, que no te avisan cuándo venden, que para que te paguen hay que estar persiguiendo. En general lo manejamos más en firme o eligiendo muy bien las librerías, porque si editamos de mil libros para arriba es otra cosa. Tenemos otro margen, otra disponibilidad de títulos. Pero haciendo doscientos, quinientos, estamos muy limitadas.
FA: La tirada más grande que hago es de quinientos. Así que para mí es fundamental no dar en consignación, porque como dice Pau, no estamos en condiciones por las tiradas, y además, porque queremos que los libros se muevan. Prefiero ir a veinte escuelas y ver que los libros salen, y no pensar que están apoyados en un estante, y que no sé si los mueven o no los mueven. La verdad es que prefiero que no, así que en general vendemos en firme.
MM: Laura quiere consultar sobre la forma de asociación a nivel de las tres editoriales.
PF: Somos muy amigas. (Risas).
LG: No hay una figura legal, digamos…
PF: Nos movemos como cooperativa pero todavía no la armamos. Armar una cooperativa es costoso y es complicado.
MM: Tienen que ser siete, por lo menos, me parece.
LG: No, ya se bajó el número.
FA: Igual, dicen que “equipo que funciona no se toca”.
MM: Equipo que gana no se toca. Ana pregunta si la librería es online solamente.
FA: Acabo de mudarme al CMD, así que ahí vamos a armar un showroom.
MM: ¿Cómo es esto del CMD; Fernanda? ¿Es un acuerdo con el gobierno de la ciudad? ¿Pagás un canon?
FA: No, en realidad me postulé como emprendedora a un programa que se llama IncuBAte, y entre tantos postulantes eligieron a cien. Quedé entre los cien seleccionados, y de entre esos cien eligieron a diez para brindarles espacio en el CMD. Quedé seleccionada en ese grupo de diez emprendimientos, que a partir del sábado pasado tenemos una oficina enorme, de cuarenta y cinco metros cuadrados, para armar un showroom espectacular. Hoy fui, fue como mi primer día en la editorial. ¿Viste cuando te mudás a tu primer departamento, y te sentás en el piso rodeado de cosas? Bueno, acá estaba rodeada de libros, todavía no tengo escritorio, creo que esta semana ya voy a tener. Vamos a dar charlas y talleres ahí, también. Y como la semana que viene la editorial cumple un año, invité a mi equipo a una sala de escape que tiene el CMD, que la usan para evaluar y haremos ahí la inauguración del showroom.
MM: En el barrio de Barracas. Bueno, ya estamos sobre la hora y media de charla. No sé si algún compañero o compañera se quedó con alguna pregunta, para hacerles a las chicas.
PF: Una cosa que quedó en el tintero: hay Ferias que cuando te dan el espacio, sin cobrártelo, te piden que des un taller o algo así. Eso está bueno también, y lo hacemos con las chicas. Y en las escuelas también damos talleres sobre los libros, cómo se hace un libro.
LG: ¿Ustedes llevan los libros a las escuelas invitadas por las maestras? ¿Cómo es el trabajo con las escuelas?
FA: Es como todo lo que venimos laburando las tres juntas. Nos contactamos con cien escuelas, nos contestan diez, de esas diez, tres nos invitan y armamos la Feria del Libro con libros nuestros y de otras editoriales como Abran Cancha, Salim, La Ola. La armamos para que pasen alumnos de todos los grados y brindamos talleres. Ale, ¿fue la semana pasada que estuvimos en una escuela de Villa Ballester?
AM: Sí.
FA: En el Instituto Lasalle. Me tocó dar un taller, sobre los roles en el mundo editorial. Primero los puse a escribir para que se sintieran escritores.
LG: ¿La Feria queda armada? ¿Cómo es?
AM: En general la proponemos de uno o dos días. Como para que los chicos entren en contacto con los libros el primer día. Y en la segunda jornada tengan la oportunidad de comprar, si es que lo desean. Pero el objetivo de esas Ferias es formar lectores críticos. Que los chicos tengan la oportunidad de elegir libros por motivos válidos, no que vinieran con un billete a preguntarnos qué teníamos por ese precio, como nos pasaba al principio.
LG: ¿Los talleres y la Feria son extracurriculares?
AM: No, están dentro del horario del colegio. Se pactan previamente dentro de un horario conveniente para el colegio al que nosotras nos adaptamos. A partir de eso, vamos, llevamos los talleres, todos los libros, nos ponemos con cada pibe para que los mire, aprenda lo que es una contratapa, una ilustración, si le gusta ese autor, y por qué quiere seguirlo, y por qué eligió ese título… Lectores conscientes. No que agarren un libro como quien agarra una zapatilla.
LG: La escuela les da solo el espacio…
PF: El espacio y los chicos. Es una actividad que se ofrece a los chicos de las escuelas.
MM: Hay muchos proyectos de Feria escolar históricos. Calibroscopio empezó siendo así. La regadera literaria, que lamentablemente no pudo seguir por la pandemia… Realmente está muy bien que hagan este tipo de talleres y piensen en el lector crítico. Como estos encuentros también los auspicia ALIJA, quiero destacar que no es poco decir que un pequeño emprendimiento editorial como el de ustedes tres, se haya asociado, cuando hay editoriales gigantes, premiadas, que hace años que intentamos que se asocien y no nos dan ni cinco, así que eso también quiero agradecerlo públicamente. Bueno, ha sido un placer charlar con ustedes y con todos los presentes. Gracias y hasta pronto.
Las tres: Muchas gracias a ustedes.
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