30 años de la muerte de Severo Sarduy

Ayer se cumplieron treinta años de la muerte de Severo Sarduy, poeta, narrador, y crítico de arte, nacido en Camagüey en 1937. Si bien apoyó la revolución y colaboró con publicaciones cubanas, en 1960 viajó a estudiar historia del arte a París, y allí vivió el resto de su vida. Libro de arena lo recuerda con algunos poemas seleccionados de su Obra Completa, la edición crítica de su obra publicada por Sudamericana en 1999.


Poema uno

Escritos en el suelo han quedado los signos de la muerte.
Y en los mosaicos de piedra roja
el estampido de los rostros de oro.

La humedad ha cubierto los frescos.
En la escalera
las manchas de los pies rajados.

El polvo ennegrece el resto.

La ventana está abierta.
La ciudad saqueada.


Sexteto habanero

iV

¿Los dioses

se fueron, se quedaron,

murieron con Beny Moré

ellos que con él alucinaban,

o habitan aún las orquestas habaneras,

las trompetas como dos lluvias de flechas,

los cascabeles roncos,

y las tardes de músicos y monos?


La transparente luz del mediodía...

La transparente luz del mediodía
filtraba por los bordes paralelos
de la ventana, y el contorno de los
frutos -o el de tu piel- resplandecía.

El sopor de la siesta: lejanía
de la isla. En el cambiante cielo
crepuscular, o en el opaco velo
ante el rojo y naranja aparecía

otro fulgor, otro fulgor. Dormía
en una casa litoral y pobre:
en el aire las lámparas de cobre

trazaban lentas espirales sobre
el blanco mantel, sombra que urdía
el teorema de la otra geometría.


¿Qué se hicieron los cantantes?

¿Qué se hicieron los cantantes,
los reyes, los Matamoros
de dril nevado y los oros
de las barajas de antes?
¿Quién las tardes del Cervantes
recuerda, y aquel grabado
del Diario, desdibujado,
y los bailables de Sagua?

(Las guitarras llenas de agua
están, y el tambor rajado.)


Obra completa
Severo Sarduy
ALLCA XX, Editorial Sudamericana, 1999.



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