Las visitas, por partida doble

En el mes dedicado al realismo en el laboratorio de análisis y producción de LIJ, el nombre de Silvia Schujer se repitió varias veces: dos participantes, Olga Kennedy y Guillermo Vidal Quinteiro, decidieron reseñar Las visitas. Las compartimos juntas, para que se vean las diferencias y semejanzas. Y para resaltar, por partida doble, la notable novela de Schujer.


Por Olga Kennedy*

De la multipremiada Silvia Schujer, la historia está escrita en primera persona, con un lenguaje amigable y llano. Es narrada por un adolescente de catorce años y, aunque hasta el final no sabemos quién es su interlocutora, lo intuimos. Las preguntas de esa otra persona siempre son expuestas por el mismo orador, quien las menciona y las responde. Comienza con una revelación por parte de la madre: le dice que su padre, ausente desde hace dos años, no está de viaje, como le comentó en un principio, sino que está preso. Esa verdad atraviesa su inocencia justo el día antes de comenzar el primer año de la escuela primaria.

Presentado el conflicto, el protagonista va relatando la construcción de una cadena de mentiras, sostenida a través del tiempo (que incluso anota para no equivocarse), y le sirve como método de supervivencia en una sociedad que señala al hijo de una persona presa. A su vez cuenta cómo fue formando una identidad y sobrellevando los miedos propios de un niño ante la severidad de un ámbito carcelario en las visitas a su padre, la superación de situaciones traumáticas en las revisiones del ingreso, los días domingos, su relación con el resto de la población carcelaria y el frágil vínculo familiar. Encuentra un referente masculino en el joven chofer del vehículo que lleva a las familias al penal y esa amistad sigue con el paso de los años. Descubre el mundo de los adultos, la discriminación, los límites ambiguos entre la verdad y la mentira. Une fragmentos de su pasado en los que repasa la relación con su madre, el desamparo, el desgaste, la lealtad sostenida por ella hasta donde pudo, una nueva pareja y los conflictos de su hermana mayor. Todas piezas de una familia en la que cada uno armó su propia realidad.

Las visitas es una novela conmovedora, que provoca empatía con el lector adolescente que está transitando ese período de miedos, odios y reacciones al igual que el personaje y a los adultos el recuerdo de esa conflictiva etapa. Nos deja a todos muchas preguntas sobre el destino de los miembros de la familia en un final abierto en el que la única certeza es lo aliviador y gratificante que es afrontar la verdad, por difícil que sea asumir el reto.


*Olga B. Kennedy participa desde hace años del taller literario coordinado por la Prof. Ana Tripi  en la Biblioteca Popular Bartolomé Mitre de caseros, Prov. de Buenos Aires donde integra  la C. D. de la biblioteca.
Participó con sus escritos de tres antologías publicadas por el taller y una de sus obras fue seleccionada por ACATREF para formar parte de un libro homenaje a Ernesto Sábato en 2014. También formó parte de otras tres antologías auspiciadas por la Municipalidad de Tres de Febrero.    



Por Guillermo Vidal Quinteiro*

¿Cómo se construye la identidad de un niño que tiene a su padre preso? ¿Cómo se lo contiene cuando sus condiciones de vida obligan al chico madurar de repente para aprender a sobrellevar el día a día? En su reconocida novela juvenil Las visitas, Silvia Schujer abre estos interrogantes y nos invita a pensar largo rato para intentar responderlos.

Publicada por editorial Alfaguara Juvenil en 1991, esta obra ha sida reimpresa en más de catorce oportunidades. Integró la Lista de Honor IBBY en 1994 y es ganadora del Tercer Premio Nacional de Literatura en la categoría infantil/juvenil, otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación. 

Las visitas es una historia en primera persona contada desde la perspectiva de un adolescente llamado Fernando que recuerda los hechos traumáticos que marcaron su infancia. Fernando comienza su relato recordando el día que descubre que su padre está preso, y no de viaje como su familia le había hecho creer.
El descubrimiento de esa mentira marca el fin de la inocencia infantil y da paso a un enfrentamiento del protagonista con una áspera realidad: una familia fragmentada, una madre que busca rehacer su vida con una nueva pareja, y los golpes que el mundo adulto tiene guardados para los más vulnerables.


Fernando nos cuenta su historia con sentimientos encontrados ante una realidad que lo desborda. En la ausencia de una figura paterna, el joven construye su identidad a los ponchazos, en una marginalidad que cala hondo en la constitución de su personalidad y en su forma de percibir el mundo. 

Las visitas es, en este sentido, un excelente exponente del género realista en la literatura infantil y juvenil. Silvia Schujer hace un gran trabajo al abordar temas sociales como la construcción de la identidad, la educación, la cuestión de género y la desigualdad.

Sin dudas, se trata de un libro muy interesante para abordarlo en el aula y que sea un disparador para que los jóvenes discutan las problemáticas actuales.


*https://www.blogger.com/null Guillermo Vidal Quinteiro, participante del Laboratorio de análisis y producción de LIJ, es licenciado en periodismo. Trabajó como redactor para medios alternativos y creador de contenidos para empresas argentinas y extranjeras. Su sueño es convertirse en escritor de ficción.




Las visitas
Silvia Schujer. Ilustración de tapa: Oscar Delgado
Mención de honor en el IBBY de 1994
Loqueleo, 2016.





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