Gaby Pérez: “Lo que hace la lectura es ayudarnos a pensar”

En esta segunda parte de la entrevista a la editora de Riderchail profundizamos el recorrido por las colecciones de la editorial, y por las novedades 2023. Hablamos de la lectura y su importancia en la vida y en la escuela. Y, especialmente, del rol del Estado, que en plena pandemia apareció no solo para hacer compras institucionales sino también para otorgar créditos blandos que permitieron que la rueda siguiera girando.


Mario Méndez: Decías que tienen catorce colecciones. Decinos cuáles son las más importantes. 

Gaby Pérez: Arrancamos con Relatos de Perrigatos; tenemos una colección que se llama Buenos Hábitos, para muy chiquitos. Son seis libros, y cada uno te enseña un hábito. El año pasado inauguramos la colección de libros cartoné para primera infancia, para chicos de entre 0 y 3 años, que no teníamos, la colección Upalalá, con cuatro primeros títulos. Este año la ampliamos con otros cuatro. Este es uno (muestra Yo tengo un dinosaurio, y Cachorro), es una colección de Verónica Álvarez Rivera. Y en CONABIP nos entregaron dos colecciones: una es Piecitos, donde está este de Walter Pose y Mariana Etcheto (muestra Fiesta en la granja) y ¡Ayuda, bomberos! de Luciana Murzi, que además es nuestra correctora de estilo y ortográfica. Todos los libros son corregidos por ella,  así que si encuentran algún error, ya saben…

MM: Es culpa de Luqui…

GP: Exactamente es culpa de ella. Así que ya tenemos tres colecciones distintas en libros cartoné. Y después tenemos nuestra “vedette”, que es nuestra colección más famosa y requerida por el público, sobre todo por los docentes, que es la colección Versionaditos, que son cuentos clásicos versionados en un entorno de humor disparatado, y es una colección que ya tiene veintidós títulos. Arrancamos con Caperucita Rebelde ¡con causa!, que es éste, que a pesar de que lo sacamos en 2016, sigue siendo el libro más vendido de la editorial.

MM: Es que Caperucita resiste todo; es como Superman… Veintitrés versiones de cuentos de hadas… pero hay más versiones que personajes históricos… Caperucita, Cenicienta, Blancanieves… ¿Cuántos más?

GP: El mago con tos, La bestia y la bestia, El pequeño gran Gulliver, ¡Ay, qué desnudo está el emperador!, Aladino y la pava mágica, Pinocho estrella del pop, Los tres cerditos y el lobo, ¡De la que se salvó Bremen!, Blanca, ¿vienes?, Ricitos de oso, La bella despierta en las redes, El príncipe azul ronca, La chocolatería de la bruja, El patito Teo, La fama es puro cuento, El gato en ojotas, A Cenicienta le duelen los pies, El flautista de Hamelin y sus muchos amigos, Rapunzel y el príncipe bombero, El sastrecillo que no era valiente, Salta, salta, príncipe rana… Y todavía tenemos un montón más para versiones…

MM: Impresionante. Después, cuando compartas la pantalla, se van a ver algunas de estas tapas, para conversar. Contame de alguna otra colección de la que estés especialmente orgullosa.

GP: Hace dos años largamos una colección que se llama Cuenta conmigo, que es una colección sobre emociones, sobre sentimientos y sobre formas de expresar los sentimientos que a veces nos resultan difíciles, a los adultos y a los chicos. Esta colección surgió porque yo conozco un ilustrador que también escribe, desde hace muchos años, desde cuando todavía era abogada. Se llama Gabriel Cortina. Hacía muchos años que no nos veíamos. Un día me vino a ver a una Feria, y me contó que había sido padre de mellizos, que habían sido prematuros, y lo difícil que había sido eso para ellos, sobre todo porque uno de los dos había estado más complicado. Ahora los chicos están bien. Justo me vino a hablar, y yo también soy mamá de un bebé prematuro, que ahora tiene veintiún años y mide un metro ochenta, pero bueno… en ese momento fue muy difícil. Él fue prematuro porque venía con un problema con una bacteria que  no me detectaron en el embarazo y que hizo que rompiera bolsa antes de tiempo, y cuando nació hubo que atacar esa bacteria. Entonces, cuando Gabriel me vino a contar esa historia, me dijo que tenía un texto que había escrito cuando los melli estaban muy mal, y que le gustaría mostrármelo. Y me mostró esto que hicimos libro, que se llama Neo, en el que habla es el bebé prematuro, y que cuenta un poco la llegada, en la que hace una analogía, como si fuera un astronauta y la incubadora fuera su nave espacial. Cuenta lo que siente con esos personajes malos, que en realidad son los virus que lo atacan, y habla de unas manos que siempre lo visitan, que primero lo asustaron, pero que en seguida se dio cuenta de que eran lo único que lo tranquilizaba, y a las que llama “las manos que lo curan todo”. Tiene partes más graciosas, como cuando dice que un día se despertó y la nave se había achicado (en realidad era él el que había crecido), y que ya le quedaba chica… Bueno, arrancamos esta colección con este título, con Neo.

MM: Recordanos el autor.

GP: Gabriel Cortina. Y bueno, el camino que tienen los libros es impredecible. Las páginas de Neo llegaron a una clínica en Colombia, con ellas tapizaron el sector de Neonatología y nos mandaron un video muy emotivo. Porque vos veías todas las incubadoras, y sentías el ruido de los monitores mientras nos pasaban las imágenes de todas las paredes que estaban tapizadas por las ilustraciones del libro. Nos resultó fascinante. Después, la colección fue creciendo, y fuimos agregando libros que hablan de emociones, como éste, ¡Epa! Ese miedo no es mío,  de Luciano Saracino, que no es un libro de miedo, sino de los miedos. La mejor foto, de Liliana Cinetto, que se llama así porque la mejor foto es esa en la que estamos todos. Habla un poco de las características físicas de cada uno, y de cómo los motes sobre esas características físicas, a veces nos pueden hacer muy mal, y a veces no hacernos recordar ni siquiera cómo nos llamamos, porque siempre nos dicen “Petiso”, “Gordo”, “Flaco”… Cómo hay que ver otros valores, que la persona no se construye a partir de eso, sino de otras cosas. Por eso, estos chicos, los protagonistas de  La mejor foto, nunca querían salir en una foto, porque por sus características físicas estaban tan acomplejados y pensaban que salían mal. Bueno, el cuento termina diciendo que la mejor foto es esa en la que estamos todos. Y ahora sacamos una novedad que es Romero & Juliet, que habla justamente de las diferencias. Son dos familias muy diferentes, que consideran que por eso no deben juntarse. Y va a pasar algo en el medio que les va a demostrar que justamente, lo más lindo es ver la vida de muchos colores.

MM: ¿De quién es éste?

GP: De Jaquelina Romero (por eso se llama Romero & Juliet), y la ilustradora es Nancy Brajer. 

MM: Jaquelina estaba en Del Naranjo, ¿no?

GP: Exactamente. Tiene varios libros editados ya.

MM: Si, otra que ha crecido mucho. ¿A Adela la tenés en el catálogo?

GP: Sí, la tengo con La criatura horripilante de la laguna gigante. A ver si puedo compartir la pantalla…

MM: Un título bien de Adela. 

GP: Sí. Bueno, un poco la filosofía que nosotros tenemos es la de esa frase que se ve en la pantalla: “Niños lectores, adultos pensantes”. Lo que hace la lectura es ayudarnos a pensar; la lectura no baja línea, sino que nos ayuda a desarrollar el pensamiento. Un chico que lee va a ser un adulto que piensa. Y un adulto que piensa es lo único que nos puede garantizar un futuro mejor. Acá tenemos la colección Upalalá, con las cuatro novedades de 2023. En cartoné. Sigue Relatos de Perrigatos, con la que se inició la editorial. Estos son los tres títulos más solicitados: Milo el gato malo, Neno y el pez volador, y Donde duermen los gatos. Milo está ilustrado por Poly Bernatene, y los otros dos por Viviana Garófoli. Esta es la colección Versionaditos, acá tienen los veintidós títulos que la conforman. Estos son los cuatro últimos que sacamos: La bestia y la bestia, de Fernando de Vedia, Ricitos de oso, de Liliana Cinetto, El pequeño gran Gulliver, de Caro Tosi, El mago con tos, también de Jaquelina Romero.

La que sigue es la colección Cuenta conmigo, de la que estábamos hablando. Empezamos con Neo, seguimos con ¡Epa! Ese miedo no es mío, y La mejor foto, de los que ya hablamos. Uno, dos, tres… ¡Juntos otra vez!, de Patricia Iglesias Torres, que habla de las capacidades diferentes. Lo voy a decir en forma sarcástica… Viste que no se dice más que una persona es discapacitada. Se dice que tiene capacidades diferentes. Parece que la palabra “discapacitado” es peyorativa. No sé por qué, pero le han puesto esa cucarda. Y nadie nos dice cuáles son las capacidades diferentes de una persona que tiene una discapacidad. Porque si decimos que tienen capacidades diferentes hablemos de esas capacidades. Patricia, en este libro, habla de eso, justamente. Es la historia de cuatro chicos amigos, que van al mismo colegio y son compañeros de grado, de los cuales, uno es no vidente. Y a partir de algo que sucede, van a un campamento, se hacen los vivos, se alejan del campamento, los agarra una tormenta y se quedan en plena oscuridad en medio de la noche y tienen que volver. Los tres que ven están asustadísimos, no saben cómo volver si no ven nada. Y el único que los puede devolver al campamento, es justamente, el que tiene la capacidad de moverse en la oscuridad.

MM: Claro. Una capacidad especial…

GP: Esa es la capacidad diferente que tiene un no vidente: poder moverse en la oscuridad. Ya que vamos a hablar de capacidades diferentes estaría bueno que pudiéramos resaltar las que tienen algunas personas, y no el común de la gente. Seguimos con Don Enojo hace a su antojo, sobre el manejo de la ira, ¿Qué hacemos con el patito de goma?, sobre cómo se percibe cada uno. A veces uno no se percibe del modo en el que es físicamente, y el respeto que hay que tener por la autopercepción de cada uno, Bruna vive en la luna, sobre cómo manejar el tema de la disconformidad, y Romero & Juliet del que hablé antes y que son los tres últimos que sacamos en esta colección. En Letras Animadas tenemos el de Diego, El pueblo sequito.

MM: Esta es bastante clásica. Es una de las primeras, ¿verdad?

GP: Sí, yo diría que esta es la primera colección que sacó la editorial cuando ya estábamos profesionalizados, cuando dejamos de experimentar. Acá está el de Adela, La criatura horripilante de la laguna gigante. Los tres primeros títulos de esta colección fueron Un pueblo sequito, de Diego Rojas, Nina la chica de los suspiros, de Sergio De Giorgi, y El pizarrón mágico, de Alejandro Farías. Y estos cinco son los últimos: El secreto del monstruo, El monstruo de las pesadillas, El duelo, Disparates de una bruja. En esta colección tenés todas las temáticas: terror, bullying, familias diferentes, aventuras, inclusión… Todas. Esta es otra de las colecciones que se llama Las preguntas de Enki. Son libros de literatura e informativos. Y empezamos con  ¿Qué sucede con el agua? Y ¿Adónde van los desechos?

MM: O sea, libros informativos. 

GP: Sí, pero empiezan con un cuento literario. Y a partir de ese cuento, el protagonista, Enki, que es ese nene que está acá,  se empieza a hacer determinadas preguntas y el libro se torna en informativo. Acá están los Recursos para docentes

MM: La verdad es que me sorprendió. 

GP: Estas son las guías docentes de cada uno. Desde nuestra página web el docente puede descargar la guía.

MM: Yo tenía una mirada más de librería sobre Riderchail. Fue una gran sorpresa. 

GP: Nos encanta estar en la escuela. Y nos encanta que nuestro público sea el docente y que el libro llegue. No sé si a vos te pasaba, Mario, supongo que sí porque somos de la misma generación. Leer en la escuela era una obligación más. Lo que nosotros queremos es que el libro tenga una parte lúdica, que sea un recreo más en la escuela. 

MM: Un montón de novedades 2023. ¿Cuántos libros nuevos?

GP: Sacamos diez este año.  Es más o menos lo que venimos haciendo. En el año 2020, pandemia, todo cerrado, (¿viste que en el  2021 se empezó a abrir todo?) sacamos siete novedades.

MM: ¡Qué bárbaro! Muy bien. ¿Y cómo?

GP: En plena pandemia nosotros  dijimos que o no hacíamos nada más y nos poníamos a llorar, o buscábamos una salida y seguíamos editando, porque eso iba a pasar; eso tenía que pasar. El 2020 fue un año de mucha angustia, porque por más que pensáramos que iba a pasar no sabíamos cuándo. Te hablo de cuando todavía no estaban las vacunas. En el 2021 llegaron las vacunas y empezamos a ver la luz; en el 2020, la verdad es que no. En esa época en la que había que desinfectar todo… Y apareció el Estado, Mario. Apareció de muchas maneras, y una de esas maneras fueron unos créditos súper blandos que dio el Banco Nación para empresas culturales. Nosotros aplicamos para dos de esos créditos. Te podría decir que la plata era casi regalada. Y eran para capital de trabajo. Nosotros nos presentamos en el Banco Nación como se presentaron un montón de editores, e hicimos toda la producción del año 2020 con esos dos créditos. El banco nos dio la plata, la pusimos en la imprenta y salimos a imprimir. Aun pensando que era probable que ese año no vendiéramos nada, pero al año siguiente tal vez sí. Porque además la pandemia nos agarró con todas las librerías cerradas y todos los libros adentro de las librerías, y sin poder sacarlos. Viste que nosotros tenemos el sistema de consignación, que ahora todos nos lo estamos replanteando frente a la posibilidad de tener stocks grandes. Todos nuestros libros quedaron “enterrados” adentro de las librerías. Había que hacer algo, y nosotros elegimos producir, seguir tomando riesgo y producir. Y la verdad es que nos fue muy bien. 

MM: Qué bueno que señales esto, Gaby. Me parece que hay que decirlo, en este momento tan particular de la situación social, económica, política, etcétera. En plena pandemia apareció el Estado. Así como vos tomaste esos créditos blandos, otras editoriales que estábamos a punto de cerrar, y que no tuvimos los reflejos para un crédito como ése, sobrevivimos porque hubo compras estatales enormes. 

GP: Eso también. Nosotros también fuimos beneficiados con las compras estatales. Pero esto que te digo de los créditos es anterior. Viste que las  compras del Estado, tienen un proceso muy largo, como todo proceso estatal. El Estado no sólo salió con esos procesos largos, sino también con procesos de corto plazo como éste: “te doy un crédito, seguí haciendo girar la rueda”. Eso fue mucho más rápido. 

MM: Y durante meses, recuerdo amigos y amigas que tengo, de las editoriales grandes, que a lo largo de todos estos años se han ido haciendo amigos, y que cobraban el sueldo de un respaldo del Estado. Es bueno recordarlo y pensar en los años anteriores en los que el Estado no estaba.

GP: Nosotros tenemos solo dos empleados nada más, pero durante muchos meses, parte del sueldo de esos dos empleados lo pagamos con un subsidio que nos daba el Estado.

MM: Acá Debby está haciendo señas como el penado catorce. ¿Qué querés preguntar?

Debby: Primero felicitarte, por la cantidad del material, por las colecciones. Muchas de ellas por suerte están en la biblioteca Sudestada, de Florida. Engalanan nuestros estantes. Yo soy la encargada de hacer las compras. Es difícil, porque si bien CONABIP nos da, este año creo que fueron doscientos sesenta mil pesos, una escucha esa cifra, piensa que es un montón, pero cuando vas a comprar…

GP: Nunca es suficiente cuando hablamos del libro, Debby. 

D: Nunca es suficiente. Este año fui a la Feria cuatro días y fue poco. El viernes y sábado fui a comprar para la biblioteca, y el sábado llegué a mi casa desmayada. La pregunta del millón, Mario la conoce. Casi podría hacerla él. ¿Están recibiendo propuestas de escritura y de ilustradores? Yo escribo, mi marido ilustra. 

GP: Nosotros estamos divididos así: tengo una directora de arte que se llama Carolina Mareque, que me viene acompañando desde los comienzos de la editorial. Diego la conoce y Mario creo que también. Ella cada vez se encarga de más cosas, porque cada vez le paso más cosas. Es la que hace la base de ilustradores. Tiene como un “banco de ilustradores” y se entrevistó con varios en las Jornadas Profesionales de la Feria del Libro. Ella los va teniendo ahí. Cada vez que surge un proyecto, de acuerdo a dónde queremos que vaya, a qué colección, o en qué queremos innovar, Carolina me propone ilustradores. Y ahí me dice, podríamos abrir por este lado, los estilos podrían ser estos… A veces me dice que variemos un poco, que hay un estilo del que tenemos mucho. Ella recibe los portfolios de los ilustradores, que pueden escribir a arte@riderchail.com, el correo de ella. Eso por el lado de los ilustradores. Por el lado de los escritores, nosotros tenemos la siguiente forma de trabajar: termina la Feria, nos acomodamos, nos ponemos al día con las cosas que dejamos de lado que son un montón, porque como somos tres gatos locos, hacemos todo a pulmón. Nos ponemos al día con todo, y recién ahí nos ponemos a armar cuál va a ser la producción del 2024. Nosotros presentamos nuestras novedades en la Feria. Hacemos un presupuesto estimativo, si vamos a armar una nueva colección o no, porque ya tenemos muchas colecciones… Y, si vamos a seguir con alguna de las colecciones, qué material queremos. Si queremos incorporar a algún escritor en particular hablamos con éste escritor. Recibimos escritores que nos quieran mandar cosas, y evaluamos, porque a lo mejor nos mandan un texto que es muy bueno, que viene muy bien para una colección, pero justo es una colección en la que en ese momento no vamos a innovar. ¿Se entiende? Es como que también se tienen que alinear un poco los planetas. Por ahí vos me mandás un texto que es fantástico para la colección Cuenta conmigo, y me encantó. Pero tenemos un presupuesto, y este año no sacamos Versionaditos, entonces (estoy ejemplificando nada más). Entonces en 2024 vamos a hacer Versionaditos y no vamos a sacar nada de Cuenta conmigo. Y no es porque tu texto fue malo, pero no cayó en el momento justo.

MM: Y doy fe, Debby, porque no es así solamente con escritores que hacen sus primeros pasos. Por ejemplo, una vez le ofrecí a Gaby una versión de Caperucita, y acababa de sacar una versión de Caperucita. Y bueno… rumbeo para otro lado. En el chat hay una pregunta de Rebeca, “¿Qué hacen en el caso de diseñadores editoriales?”. 

GP: Carolina es diseñadora, y como no da abasto con todo, trabaja también con diseñadores free lance. Ahora estoy intentando que diversifique un poco más su trabajo, porque la necesito para otras cosas y necesito que delegue más. Ella toma diseñadores free lance para algunas cuestiones. 


MM: Buenísimo. Yo anoté en el chat el mail que dijiste. Ahí levantó la manito electrónica Diego…

Diego Javier Rojas: Buenas noches. Quiero decir algo muy simple. A Gaby, de Riderchail, la conocí por tu intermedio, Mario. Cuando estaban en la CAL y yo hacía recorridos en la Feria  con gente de Olavarría. Y es verdad lo que contó sobre los primeros libros. Y después, el crecimiento de Riderchail no es algo que sucede mágicamente. Vos decías “¿cuál es el secreto?”. Y esto no lo digo por ser autor de la casa. Debby, no sabés lo que cuesta que Pérez te acepte un texto.

GP: (Se ríe) ¡No digas eso!

DJR: Lo voy a decir, que tenés muchos más “no” que “sí”. Pero tiene un ojo, que cuando te acepta el texto, también tiene un buen ojo para elegir un ilustrador y para que tu texto y el libro realmente se luzcan. Yo estoy muy orgulloso de mi libro haya sido elegido en la editorial. Creo que año a año, (te debe pasar, Debby cuando vas a la Feria), ves editoriales que van creciendo, otras que se van estancando y que están ahí, año a año. Y Riderchail, realmente, es una de esas editoriales a las que vos llegás y sabés que te vas a encontrar con novedades. No es que vas a decir “Uh, más de lo mismo”. Son realmente novedades, le hacen honor al nombre. Ella decía que son muy poquitos en la editorial, y que son una editorial chica… Para mí, ya no es una editorial chica. 

D: Para ser chica no puede tener esa producción de novedades…

DJR: Claro. Yo creo que Gaby se refiere a que es chica por el personal que trabaja y que hace todo. Es re lindo pasar por el stand y ver a toda la familia trabajando, y que todos te atienden con una sonrisa, a pesar de que están tapadísimos de cosas. Gaby tiene ese ojo. Y por más que muchas veces protestemos porque nos rechaza un material, tiene ese ojo para darse cuenta de la imprenta, el color, dónde está el error y todo eso, que es bárbaro, realmente. Porque después, ves el producto terminado y te das cuenta de que vale la pena que te hayan hecho observaciones, para que quede de esa manera. No es fácil, pero no por Gaby. En todas las editoriales pasa esto: tenés más “no” que “sí” en el camino del escritor. Mario, que tiene más camino recorrido, puede dar fue de lo que estoy diciendo. 

MM: Así es. Dichos todos estos elogios, en tu correo habrá un cuento de Diego y uno mío. (Risas).

DJR: En el 2024, los dos publicados. 

MM: Esa es la idea. Para eso hicimos esa entrevista. Bien, Alicia, tu pregunta…

Alicia Cristófaro: Vos sabés que yo siempre estoy buscando para publicar, pero no voy a ser la tercera que le voy a mandar un cuento a Gaby, pobre. Qué bueno que lo dos hicieron notar lo importante de la ayuda del Estado, que no sé si la hubieran tenido en otra etapa, con otro gobierno. Eso es bueno recordarlo, es bueno hacerlo saber, porque hay algunos que lo sabemos y lo reconocemos, pero la mayoría no lo reconoce. ¿Qué hubiera pasado con los libros, con las librerías, con todos los negocios que hubieran cerrado? Me interesaría que eso se haga notar de alguna manera. Y después… yo nunca me animé… estuve en todas estas charlas tan lindas, y nunca me animé a decir nada sobre la editorial. Ahora que comentaste, Débora, me diste el pie. Estuve muy triste todas las veces que estuvieron todas  las editoriales, y las amorosas personas de las editoriales, por la falta que podemos tener los que escribimos. Yo tengo un único libro propio editado con Adela Basch, y con Luciana Murzi que fue la editora. Justamente este año termina nuestro contrato. Pero uno lo lleva a las escuelas (estuve en una escuela de educación estética, acá en Olivos), y es una maravilla todo lo que uno logra con los libros al llevarlos. En mi caso es un libro de teatro, un cuento teatrero, como digo yo. Los recovecos que encuentran los chicos. Esa cosa que a uno lo llena de alegría, porque a veces uno lee el texto, pero justo se le pasó ese detalle al que los chicos llegan y lo hacen notar. Y después, cuando se van se llevan su librito en la mano. Yo te quería preguntar, ¿hasta qué edad trabajan ustedes en Riderchail? Son los primeros años, ¿no es cierto?

GP: Nosotros tenemos un target de cero a once, doce años. De once y doce años es lo que menos tenemos. Pero somos conscientes, (y queremos hacerlo, no sé si para el año que viene, pero vamos a tener que hablarlo cuando nos sentemos a planificar), de que tenemos que dar un salto, para chicos mayores, terminando la primaria y empezando la secundaria. Nosotros no tenemos novelas, por ejemplo, y estamos buscando. Mario, ya sabés, si querés mandar una novela con mucho gusto la vamos a estar evaluando y leyendo. Pero en principio, hoy, es de cero a diez, once años. 

AC: Es una hermosa editorial. Disculpen mi caradurismo, pero toda estas charlas me quedé callada, porque pienso que no me voy a meter yo entre toda esa gente, pero cuando uno va con el libro a la escuela…

MM: Es democrático y abierto, y además, Gaby nos ha permitido hablar así.

AC: Claro, está abierta a escucharnos. Cuando una va a la escuela  no se enfrenta sino que comparte con el lector, y ve la cantidad de cosas ricas que salen, piensa en por qué va a estar escondida. En este momento estoy trabajando con una editora importante haciendo un trabajo muy lindo. A ella le digo que a mí no me gusta la reversión del libro, porque me parece que le robamos al autor que tuvo una idea. Pero ahora tenemos que hacer una reversión. Como ustedes dicen de Caperucita; tiene una cantidad impresionante de reversiones que se pueden hacer, y lo merece, para no dejarla en ese limbo del original, así que hasta a eso me estoy atreviendo. 

MM: Me parece muy bien. Bueno, estamos llegando a la hora y media de charla, Gaby. Y voy con una pregunta que podría haber sido la primera. Pero sirve como cierre. ¿Por qué el nombre Riderchail? Sabemos que es una versión acriollada de una expresión en inglés. ¿Por qué se les ocurrió?

GP: Por formación profesional, cuando era abogada, también era agente de la propiedad industrial. Porque me ocupaba de todo lo que era el derecho de marcas y patentes. El derecho intelectual y el de marcas y patentes son como primos. Entonces, cuando empezamos a pensar un nombre para la editorial, surgieron muchas cosas. Y de todo lo que surgía, yo suponía que iba a dar para largo el registro de esas marcas. Vos ya sabés los problemas que hay con una marca. Entonces dije que por qué no inventábamos una palabra, porque siempre es más fácil registrar una palabra que no existe, que una o varias palabras que ya existen. Entonces se me ocurrió, por “reader” en inglés, “lector”, y “child” de “chico”. En inglés, la palabra “readerchild” no existe gramaticalmente. Entonces planteé que juntáramos las dos palabras, y la escribiéramos como suena en español. Y ahí quedó. Y la fuimos a registrar y la marca salió rapidísimo. Por eso nuestro logo es un nene leyendo.

MM: Es un lindo logo. ¿Quién lo hizo?

GP: Carolina. Hubo un cambio. El primero de todos lo había hecho Sergio De Giorgi. Y después nos dimos cuenta de que lo que había hecho no era un logo, era un dibujo. Tenía siete colores. Cuando Carolina se metió, me dijo que el problema que había con ese logo era que si teníamos que replicarlo en otro lugar, como en una bolsa, era un problema. Porque no era un logo sino una ilustración. Entonces le pedí que dentro de ese concepto me hiciera un logo. E hizo el logo actual, que lo cambiamos en el 2017, cuando cumplimos diez años. Es ése que actualmente es blanco y rojo.

MM: Bien. Yo ya no tengo más preguntas; hemos hablado de todo. Lo único que lamento es que no salga todo lo que hablamos sobre el papel y sobre el aporte del Estado más pronto, pero por lo demás, ha sido una maravilla de charla. Si alguien tiene alguna pregunta más, levanta la mano, y si no, le agradecemos a Gaby y la despedimos. 

GP: Yo te quiero agradecer a vos, les quiero agradecer a todos ustedes que hayan venido a conocer un poco más acerca de Riderchail, los invito a conocer nuestra página web, que es www.riderchail.com donde están todos nuestros libros, las guías docentes, y las distintas actividades que hacemos. Los invito a que nos sigan en las redes sociales, sobre todo en Instagram, donde somos muy activos. Y agradecerte a vos Mario, que siempre me considerás, y a la editorial, y sabés que te quiero un montón. Sabés que hemos hecho gran parte de este camino juntos, y fuiste una de las personas generosas que me ayudó y me guió cuando todo esto para mí era nuevo, y no sabía ni dónde me tenía que parar. 

MM: Es mutuo el cariño. Es el  momento de las flores, pero son sinceras. Y el mutuo el agradecimiento, porque cuando esas compras del Estado del 2020, cuando a mí, con mi torpeza me tapaba el agua, yo escribía todo el tiempo “Gaby, ¿qué hago con esto y con lo otro?” Todavía te debo, un asado. Ya llegará. 

GP: Sí, no te olvides de eso, te lo pido encarecidamente. El asado. 

MM: Bueno, chicos, chicas, muchas gracias, y buenas noches. Gaby, un beso grande. 

GP: Muchas gracias a ustedes. 


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