Hemingway: concisión y verdad
Economía expresiva y escritura son sinónimos en Ernest Hemingway. Hacer “invisibles”
las letras para que el lector percibiera la escena era un objetivo claro de su estilo. El autor estadounidense, de quien hoy se
cumple un aniversario por su natalicio, transformó para siempre la manera de escribir.
La maximización de recursos típica de la prosa periodística en la que se formó ejerció
una gran influencia en su estilo literario y en el de generaciones de
escritores que lo admiraron. Premio Nobel en 1954, dejó entre muchos otros
títulos, las conocidas obras, que fueron llevadas al cine, El viejo y el mar, Por quién doblan las campanas, Fiesta, Adiós
a las armas, además de sus artículos y
crónicas periodísticas. Alvar Torales escribe un artículo en memoria del autor
para Libro de arena.
Por Alvar Torales
"Escribir,
en su mejor momento, es una vida solitaria. Organizaciones para escritores
palían la soledad del escritor, pero dudo si mejoran su escritura. Crece en
estatura pública como vierte su soledad y a menudo su trabajo se deteriora.
Porque hace su trabajo solo, y si es un escritor lo suficientemente bueno, debe
enfrentar la eternidad, o la falta de ella, cada día". Esta frase,
extraída del mensaje enviado a la Academia en ocasión de la entrega del Premio
Nobel de Literatura en 1954, tal vez explique la contradicción de un hombre
solitario que vivió en medio del tumulto, quizás de un tímido que hizo de su
propia vida una aventura. Si bien sus novelas no son autobiográficas, es indudable
que en todas ellas actuaron como disparador hechos reales de su vida. Es el
americano "salvaje" que irrumpe en París en medio de la
"generación perdida" con su estilo, su vitalidad y sus juergas
alcohólicas en compañía James Joyce, Scott Fitgerald y algún otro intelectual
de la época. Él mismo dice: "El punto de Fiesta no es tanto una generación que se pierde sino que la tierra
permanece siempre golpeada pero no perdida". En Fiesta utiliza una prosa escasa, precisa, vigorosa, con primeros
párrafos cortos, algo que seguramente influyó en el policial negro norteamericano.
Propuso la teoría del iceberg o de la omisión, donde los hechos flotan en el
agua; la estructura del soporte y el simbolismo operan fuera de la vista. "Si
un escritor en prosa conoce lo suficientemente bien aquello sobre lo que
escribe, puede silenciar cosas que conoce, y el lector, si el escritor escribe
con suficiente verdad, tendrá de estas cosas una sensación tan fuerte como si
el escritor las hubiera expresado", de Muerte
en la tarde. Sus temas recurrentes como el amor, la guerra, la naturaleza;
sus personajes únicos; sus múltiples casamientos; su familia de suicidas y el
su propio suicidio, nos recuerda a Horacio Quiroga. "Siempre me han
confundido las palabras: sagrado, glorioso, sacrificio, y la expresión "en
vano"... No había nada sagrado, y lo que llamaban glorioso no tenía
gloria, y los sacrificios recordaban los mataderos de Chicago... Las palabras
abstractas como gloria, honor, valentía o santidad eran incidentes, comparadas
con los nombres de los ríos, con los números de los regimientos, con las
fechas" dice Hemingway en Adiós a
las armas". Ernest Miller Hemingway nació en Illinois un 21 de Julio
de 1899 y murió en Idaho el 2 de Julio de 1961 de un escopetazo en la boca que
él mismo se disparó. Amó a España y a Cuba: Fiesta;
Por quien doblan las campanas y El viejo y el mar son testimonio de ello.
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