70 años del nacimiento de Mirta Rosenberg
Hoy se cumplen 70 años del nacimiento de la poeta rosarina Mirta Rosenberg. Además de poeta, fue una gran traductora. Integró el consejo de redacción del Diario de Poesía y en 1990 fundó la editorial Bajo la Luna, en la que está publicado El árbol de palabras, el libro que reúne su producción poética entre 1984 y 2018. Murió en Buenos Aires, el 28 de junio de 2019.
La rama de cerezo ornamental
en su vaso de vidrio verde, pasa a llamarse Jaime
en cuanto traspone la puerta de mi casa.
Jaime me recuerda eso que se pierde
y se quiere celebrar brindando por la vida.
Aun desnuda, enjuta y nervuda,
nerviosa, la rama de cerezo exuda
esa cosa de perenne capullo
que evoca el manto real. Y de hecho es suyo.
El rey no está desnudo, tan sólo lo parece
por pura terquedad. Esa rama despojada
y flaca aloja todas sus flaquezas,
que le permiten alardes y generosidad.
Dará un capullo más, su forma de amistad,
hasta que la reemplace otra rama de cerezo ornamental,
con apariencia más joven y casi igual,
que pasa a llamarse Jaime en cuanto traspone
la puerta de mi casa, se zambulle en el vaso
de vidrio verde y me recuerda eso que se pierde.
(De El arte de perder)
La poesía es un lugar sin letra
Hay lo que hay, y es todo:
un hotel en Santa Ana, Uruguay,
con el Río de la Plata sin lodo -lo esencial
es que haya playa y árboles y plantas,
más pájaros que cantan-. Casi solas
miramos las olas que el viento sur levanta. Nada hay,
ningún quehacer salvo mirar, ver
y ponerle apellido a cada cosa, por no saber
cómo se llama: arbusto de jardín o pajarito
de pecho anaranjado. Y para leer, si caminamos
sólo están los nombres de las casas
-De enero a enero, Rincón soleado-,
la patente de un auto que pasa
y la caprichosa signatura
de alguna nube oscura que inventa un contraluz.
Eso, o en tu caso, entregarse a Proust,
flotar a la deriva en agua extraordinaria,
precaria y transitoria aunque segura
-la historia de la literatura-
y cruzarse a otra orilla desde ésta,
perfumada de eucaliptus y de gramilla verde
recién cortada, y hacerse vieja en otra parte
donde lo que se pierde acaba por ser
pura ganancia.
(De Cuaderno de Oficio)
En camino
No es que no tenga pasado. Es
que no es lo que es
ni lo que se creía.
Hay
hechos concluidos
y hay lechos
donde he perdido la ilación
de ser yo misma.
O así
imagino. Miro atrás
difíciles sentidos.
De aquí
se reconstruye aquello
que en verdad no estaba
construido
sino
en proyecto.
Aquí es el lugar
donde se empieza
y donde vivo.
El árbol de palabras
Mirta Rosenberg
Bajo La Luna, 2019.
Comentarios
Publicar un comentario