LAS CUENTERAS DEL PARMENIO. PROYECTO NANAS EN OBSTETRICIA

Compartimos la crónica de una de las integrantes del equipo que trabaja en promoción de lecturas en las salas de obstetricia del Hospital Piñero. Durante todo este año, a partir de las condiciones que impuso el aislamiento, el vínculo con las madres y sus niños fue a través de llamadas telefónicas por WhatsApp. El 14 de octubre se realizó la primera videollamada en donde se vieron las caras por primera vez. Aquí el relato de Cecilia Panero.



Por Cecilia Panero, una de las cuenteras

El 14 de octubre hicimos la primera reunión por video llamada colectiva de la Red Cuentera, un grupo de narradoras que junto a pacientes y ex-pacientes del Hospital Piñero transitamos un espacio de Arte-Palabra-Salud.  


Pasadas las 14:30 hs. el equipo de narradoras conformado por Magdalena Mejía Vasquez (Magda), Dora Gilberg, Cecilia Víctor (Chechu), Susana Martínez (Susy) y yo, junto a Karina Podestá, representante del Servicio Social del Hospital Piñero, nos encontramos con Cecilia, Irina y Jazmín que hace poco tiempo dieron a luz a sus niños y niñas en la sala de obstetricia.


Fue una experiencia muy cálida y cordial. Todo fluyó entre afecto y ganas de escucharnos, rociado con la felicidad de compartir nuestras caras. Y si la conexión no estuvo a la altura de nuestra energía, debo decir que se comportó como se esperaba: hubo poca señal, por momentos no entendimos que no se trataba de una llamada común de WhatsApp y no contestamos a tiempo, algunas de nosotras tuvimos que salir de la comunicación para dar lugar a otra mamá que llegaba más tarde. Sentimos que la experiencia valió la pena, la pandemia no pudo con nuestros cuentos y poesías. El camino fue largo: los encuentros de capacitación,  la selección literaria, la incertidumbre por la continuidad de estos encuentros por WhatsApp y finalmente la emoción compartida por el encuentro. ¡Lo logramos!


Karina se lució como maestra de ceremonias enlazando cada una de nuestras presentaciones y ofreciendo la palabra justa para que la reunión no decayera, a pesar de los silencios que surgían, por las dificultades imprevistas que en ocasiones presenta la tecnología. Fueron esenciales los ensayos previos, ya que nos dieron la tranquilidad de disfrutar del espacio sin exigencias.


Fue muy grato contar con la presencia de Dora con su sonrisa, ella fue durante más de un año la única voz que comunicaba los poemas y cuentos del grupo, tarea que ahora comparte  junto a Magda y Norma. En la reunión fue crucial el rol de Magda manejando los botones de entrada y salida para que todas pudiésemos participar, nos permitió estar en sintonía y realizar la comunicación más tranquilas y a puro disfrute.


Las mamás se mostraron muy dispuestas a contestar nuestras preguntas, inclusive se vio una de ellas dando de mamar a su bebe. También manifestaron su interés en repetir la experiencia y se animaron a contar cómo leen y comparten con sus pequeñas y pequeños el material escrito, oral y audiovisual que semana tras semana el equipo cuentero arma y prepara para sostener esta etapa de la vida tan hermosa y tan compleja; el puerperio. 


Entre cantos, nanas y mujeres que dan de mamar en cámara, subimos otro escalón de este camino cuentero. Mediando lecturas de poesía y cuentos seguimos abrazándonos entre palabras.



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