Mariela Slosse, Fabiola Prulletti y Cecilia Repetti: “El lector es la figura central, todo es en base al lector”

Abrimos este nuevo ciclo de encuentros virtuales con editoriales dedicadas al libro infantil y juvenil con la presencia de Mariela Slosse y Fabiola Prulletti, socias fundadoras de la pujante Bambalí, editorial mendocina, y Cecilia Repetti, editora de gran recorrido en nuestra LIJ que se sumó al proyecto en plena pandemia. Una charla para hablar de cómo se hacen los libros, y cuáles son los desafíos que enfrentan en una provincia como Mendoza, para llegar a todo el país.



Mario Méndez: Buenas tardes. El que empezamos hoy es un proyecto nuevo. Comenzamos el año con uno mixto, virtual y presencial, dedicado a Malvinas en la literatura infantil y juvenil, también con el auspicio de ALIJA y esta idea de las entrevistas a gente del campo de la literatura para niños y jóvenes, que vengo haciendo ya hace como quince años. Y si bien algunas veces empezábamos ciclos invitando editoras y editores, estos meses va a ser exclusivamente con editoriales. La idea es que sean pequeñas, medianas, y quizá, en algún momento, de las grandes. Con autores, como en este caso Mariela y Fabiola que son autoras de la propia editorial; cosa que nos va a pasar con muchas de las editoriales pequeñas y medianas. Nos va a pasar el lunes que viene con Abran Cancha, que es la próxima invitada. Vamos a tener a una maestra de escritores y editores como es Adela Basch, y a Luciana Murzi, que trabaja con ella y que además de ser editora y estudiante de la carrera de Edición, es escritora. Hay gente que está hoy que no conozco, pero nos conoceremos si siguen viniendo. No sé si se enteraron a través de Bambalí o de quiénes… ¡Mirá! Este es un personaje bastante conocido del campo, un tal Sebastián Vargas. Me pone la vara alta esa presencia. Laura Gutman… que es miembro del laboratorio desde hace años ya, desde antes de la pandemia, desde 2019. 

Cecilia Repetti: Mariana Mercado, que también está presente, es alumna mía de un taller.

MM: Está bueno. Siempre es bueno traer gente que tiene su hinchada propia. No sé si habrá alguien de la carrera de Edición, que era mi ilusión cuando vi gente muy joven. Mandamos la invitación, pero me parece que todavía no hay nadie. 

CR: Pero la recibieron, Mario. A mis alumnas les pregunté y la habían recibido. 

MM: Ah, está Agustina Barboza, lo cual me tranquiliza. Aldana también dice que es estudiante de la carrera. Bueno, bienvenidas y bienvenidos a este nuevo paseo por el mundo editorial, de la literatura para niñas, niños y jóvenes. Nuestra querida LIJ. Ahí viene otro escritor que es Fabián Sevilla. Bueno… Bambalí es una editorial pyme, ya nos lo confirmarán las autoras y editoras, de Mendoza. Lo cual, me parece a mí, es un detalle maravilloso. Porque la verdad es que todos decimos (y eso que muchos de nosotros no somos porteños), que Dios atiende acá, en Buenos Aires, que todo se hace desde la capital, y estas experiencias de editoriales pujantes, que llegan a la Feria del Libro, a las ventas estatales, a las librerías, no solo en sus provincias, son realmente experiencias alentadoras. Así que Mariela Slosse, que además escribe (tengo acá Cuentos macabros, un libro suyo que me regaló hace un par de años en una Feria, y que fue premio Favorito de los Lectores de ALIJA), y Fabiola Prulletti, que es editora, diseñadora, ilustradora, y creo que también escribe. Quisiera empezar con ellas dos, que nos cuenten cómo comienza este proyecto que desde Mendoza ha llegado a todo el país. 

Fabiola Prulletti: Bueno, te contamos. Comenzó hace mucho, como en el 2013, 2014 nos conocimos en un taller de literatura que dictaba el Fabi. Por eso lo queremos tanto a Fabián Sevilla. Hicimos muchísimos talleres de escritura con él, y ahí empezamos a probar si nos recibían textos en estas editoriales grandes de Buenos Aires. Como éramos del interior, y nos costaba llegar y no nos conocían, en algunos de estos talleres, y en los cafés que venían después de los talleres, dijimos de abrir nosotras una editorial en Mendoza. Ahí empezó todo. Y en 2015 fue que empezamos a tomar más café. 

MM: Digamos que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña…

FP: Tal cual. 

MM: Así que ustedes estaban en un taller, querían que las editoriales porteñas las recibieran, y dijeron: “Hagamos nosotras nuestra propia editorial”. ¿Fue así, Mariela? 

Mariela Slosse: Sí, fue así. A partir de ahí, un poco fue decir que queríamos que la editorial le facilitara el camino a nuevos autores y nuevos ilustradores. Siempre tratamos de darle lugar a alguien, porque nos damos cuenta de que hay mucha gente que escribe excelente, que ilustra excelente, y que todavía no ha tenido la oportunidad de publicar. Y a partir de ahí, hablamos con autores mendocinos. Por suerte la provincia tiene a Fabián Sevilla, Chanti, Liliana Bodoc… Contamos por suerte con estos grandes autores que generosamente apostaron a nuestra idea. Porque en su momento también tuvieron que confiar en nosotras, en que íbamos a posicionarnos, y que íbamos a presentar un catálogo a la altura. Ellos nos dieron los primeros textos, nos permitieron publicar estos libros, y esa fue una forma de posicionarnos rápido. Porque salir al mercado con autores conocidos nos permitió arrancar a una cierta altura, a la que es difícil llegar. 

FP: Si bien estábamos trabajando con estos grandes escritores, elegimos ilustradores mendocinos que no habían publicado nunca. Empezamos a hacer esa dupla y así fue como arrancamos. Trabajamos con Ernesto Guerrero, fue nuestro primer ilustrador, que ilustró el libro de Fabi Sevilla que fue La sonrisa del elefante, uno de los primeros. Y siguió Juegos macabros, con Fernando Carmona, que tampoco había publicado en libro, sí en un diario de acá de Mendoza. 

MM: Eso está buenísimo. Ahora nos van a ir contando de los autores locales, que conocíamos menos o que por ahí no conocíamos. Además de nada menos que Liliana Bodoc, y Fabián, y Chanti, que son muy conocidos y que, por mendocinos, además, han de estar en este proyecto. Tienen un hermoso catálogo. Más allá del contenido de los libros que el catálogo muestra, la pieza de edición es muy linda. Así que si alguna de las tres es hábil y veloz, me gustaría que lo pongan en el chat, para que los concurrentes lo puedan bajar, tenerlo, y ver los libros que ustedes ofrecen. Realmente, es muy, muy bonito el catálogo. Ernesto guerrero es uno de los ilustradores, otro es Fernando Carmona, ¿Y qué autores? Mariela Slosse, ¿habías publicado antes? 

MS: Sí, y ya había publicado en Salim, también un libro de terror, donde Fabiola, que no lo dice, también publicó cuentos. En La brujita de papel publiqué, en Quipu… entonces ya venía conociendo todo el trabajo de un escritor en una editorial. Después de eso, obviamente tuvimos que capacitarnos también, porque íbamos a abrir una editorial y teníamos que ver de qué manera era esto. Buscando apoyo en gente con experiencia que nos pudiera orientar también. Crear un catálogo así no podía ser en el aire. Tenía que estar pensado, teníamos que saber qué queríamos publicar, hasta dónde queríamos llegar, a qué publico… Nosotras tuvimos que capacitarnos en esto de la gestión editorial, y conocer cómo se manejaba una editorial. 

CR: Perdón… Mario, ¿Me dejás que comparta rapidito la pantalla con el PDF? 

MM: Sí, claro, excelente. Justamente iba a decir que en esto de sumar experiencia editorial, Cecilia es una editora con muchísima experiencia. Creo que acá todos la conocen, pero por si hay algún desprevenido, o desprevenida, lo vamos a decir. Cecilia ha trabajado en muchas editoriales texteras y no texteras, y, sobre todo, durante varios años (ahora nos contás cuántos, Ceci), en SM, en donde le dio un giro importantísimo a la editorial. Logró que creciera, desde una única colección que era El Barco de vapor, con nuevas colecciones en la Argentina. Lamentablemente, SM ya no está con nosotros… lamentablemente para ellos también. 

CR: Sí, porque nosotros estamos. 

MM: Contanos Ceci (o cuéntennos las tres), como es que te sumaste a este proyecto. 

CR: Bueno, primero nombraron a Fabián Sevilla. Soy amiga de Fabián. En principio, soy su hada madrina, como decía él, cuando hace muchísimos años vino por primera vez a Buenos Aires, se presentó en Aique, la editorial donde yo trabajaba (ahí trabajé haciendo textos escolares casi dieciocho años). Después trabajaba free lance los fines de semana en otra editorial que se llamaba Albatros. Dio la casualidad de que un martes él fue a Aique (no me voy a olvidar nunca), y el jueves, cuando llego a Albatros me dicen que el día anterior había estado Fabián Sevilla, un chico mendocino, con sus obras y sus cuentos. En ambas editoriales comenzó todo, el tema es que la primera vez que lo publiqué fue con una errata. No sé cómo fue, en lugar de aparecer Fabián Sevilla en un cuento de un libro de textos escolares de Aique apareció otra firma: Sebastián Sevilla. No dormí durante una noche pensando en cómo iba a decirle. Sobre todo porque estaba entusiasmadísimo de publicar con nosotros. Me armé de coraje y lo llamé. Y Fabián, con esa bondad que lo caracteriza, me dijo: “Cecilia, nuestro trillizo. Qué bárbaro”. Fabián tiene un hermano mellizo que se llama Ariel y bueno… apareció el trillizo. Y ahí, todo bien, desde ese día decía que yo era un hada madrina. A partir de ahí hubo una amistad. Siempre me invita a que vaya a Mendoza para que nos veamos, sobre todo cuando pasa mucho tiempo. En una escapada de tres o cuatro días que hice me dijo que quería que esa vez me quedara hasta el sábado a la mañana, porque tenía taller. “Quiero que les cuentes a mis alumnes de qué se trata hacer un libro”. Yo ya estaba en SM. Editando literatura infantil y juvenil. Y ahí conocí a las chicas. 

MS: Ahí estábamos tomando nota nosotras. De lo que decía Cecilia como editora. 

CR: Tal cual. Y a la noche me recibieron con un riquísimo asado en la casa de Fabiola, hubo muy buena onda entre todos; me llevé un montón de libros de ellas, Juegos macabros lo tengo de aquella vez. Siempre supe de ellas, y me parecía interesantísimo el proyecto; sabía por Fabián de las cosas que estaban publicando, me parecía muy buena la selección que estaban realizando, armando el catálogo, los autores que estaban proponiendo, y algo muy interesante que va de la mano de ambas, porque a las dos les gustan los buenos libros, pero especialmente de Fabiola como diseñadora, porque hace muy buenos diseños. Como habrán visto, el catálogo es una pequeña pieza de diseño. Y también con los libros, todos distintos, con solapa, sin solapa, ahora sacamos uno con tapa dura, Olimpia… ¿no?

MS: Olimpia cuenta Juanes, de Sandra Siemens está por salir en tapa dura; salió Un mar para Emilia de Liliana Bodoc hace poquito…

MM: Muy bien. Varias preguntas surgen de esta presentación. Pero antes les comento que está Déborah Telias, que es compañera de Cecilia y mía en ALIJA, y está Ezequiel Dellutri, otro escritor. De lujo. Varios y varias escritoras…

MS: Sí, lo podemos decir, en breve van a tener novedades de Ezequiel. 

MM: ¡Ah bueno!

MS: Siempre decimos que nos gustaría tener un Sebastián Vargas en algún momento. A Mario lo vamos a tener prontito también. 

MM: No dan puntada sin hilo; eso es típico de editores. Aprovechar rápidamente la volada…

CR: Yo digo que somos entusiastas. Yo soy una entusiasta… La vida nos ha cruzado, y por qué no invitar a la gente linda a colaborar con este proyecto. Yo me sumé en plena pandemia. Estaba boyando por ahí, haciendo pequeñas cosas, después de lo que pasó con SM…

MM: Pasó a mejor vida…

CR: Sí. Una vez hablando con Fabián, me comentó qué estaban haciendo las chicas, que por ahí andaban necesitando una pata en Buenos Aires, y que en realidad querían una editora. Empezamos con un proyecto que quedó para más adelante. Tuvimos las primeras entrevistas y esto creció, empecé a colaborar, a asesorarlas, la verdad es que me sentí muy a gusto con ellas, y me dejaron que les contara lo que yo sabía. Eso les pasa a todos los que trabajan conmigo. Parece que voy despacito y después pongo primera y cuarta.

MM: Ahí saluda Sandra Rivas y está Mónica Rodríguez, también compañera nuestra de ALIJA, que no la había visto. 

MS: Con Ceci, es tener un catálogo en español, y que te diga que en siete horas lo quiere en inglés. 

CR: Así fue, en inglés también. En un fin de semana lo armamos, porque viajaba a Bolonia. Como fui jurado del premio Hans Christian Andersen por ALIJA, iba a la feria porque anunciaban los ganadores, y entonces, ya que estamos, aprovechemos. Uno nunca sabe cuáles son las oportunidades. Por lo menos tengamos una tarjeta bilingüe con el mail y demás. Y ya que estamos, hagamos el catálogo en inglés. Y así fue. Ellas no dicen que no, tampoco. 

MM: En el chat hay una pregunta acerca de si publican libros álbum de autores inéditos. 

MS: Analizamos todas las propuestas. 

MM: Bien. ¿En qué consiste, a grandes rasgos, ser editores en Mendoza? Recién dijiste que analizan todo lo que reciben. ¿Cómo lo dirían rápidamente, a futuros autores que quieran publicar con ustedes? ¿Qué hacen?

MS: Hacemos libros infantiles y juveniles; pero queremos libros que salgan de Mendoza, también. Fue algo con lo que tuvimos que trabajar muchísimo. Dar la idea de lo que era una editorial de literatura infantil y juvenil que no fuera solo regional. Nos costó mucho desarraigar lo que se venía haciendo en Mendoza. Cuando les decíamos a los autores que íbamos a hacer tiradas de más de tres mil ejemplares nos preguntaban cómo, te hablaban de imprenta… Fue también educar al mercado. Dar a conocer lo que se hace realmente en una editorial, por eso durante mucho tiempo estuvimos dando talleres de profesionalización a autores del interior, en los que se les explicaba cómo se trabaja en una editorial, cómo trabaja un escritor profesional (en muchos talleres contamos con Fabián y con la visita de Cecilia), para que realmente entendieran cuál iba a ser el trabajo que íbamos a hacer nosotras en la editorial. Porque estaba muy arraigada la idea de la imprenta en el interior. Por lo menos, eso nos pasó acá. De autores que lo traían y nos preguntaban si se los publicábamos, y teníamos que decirles que tenía que analizarlo un comité, para ver si iba. Y nos preguntaban cómo no se los imprimíamos directamente; nos decían que nos pagaban… Y no. No era lo que nosotros hacíamos. Nosotros no somos una imprenta, no imprimimos los libros porque nos paguen… Entonces tuvimos que dar talleres de profesionalización. “Escribir para publicar”, se llamaba uno, para, de alguna manera, profesionalizar a los autores. 

CR: Cómo es que se presenta un original, si es un contrato, cuáles son los tipos de contrato, y cosas que, realmente, a los que concurrían a los talleres les parecía increíble. Porque había todo un mundo que desconocían. Esto siempre me pareció una pegada, para decirlo a lo criollo. Justamente, profesionalizar el oficio de escritor, y de editor. Llegar a conocer qué es un editor y qué hace. 

MM: En la carrera de Edición, nosotros decimos, a grandes rasgos, que el editor es ese intermediario que está entre el texto original y el libro editado, Y que los autores no son quienes hacen los libros, sino que escriben los textos. Que los libros los hacen los editores. Y problematizamos una cuestión. Hay quienes dicen que los editores empiezan a trabajar cuando reciben el original. Yo creo que no. Entonces les pregunto, ¿cuándo empieza a trabajar un editor? 

MS: Nosotras empezamos cuando empezamos a pensar nuestro catálogo. Qué libro queremos hacer, qué estamos buscando, a qué lector queremos llegar…

FP: El lector es la figura central, todo es en base al lector. Y creo también que empezamos, como decía Mariela, cuando definimos el proyecto. Porque si bien hemos recibido muchos textos, muchos los generamos a partir de la idea de algo que necesitaba nuestro catálogo. De ver para qué lector no teníamos materiales. Y a partir de ahí generar cada uno de los proyectos, elegir quién va a escribir, quién va a ilustrar, siempre proponiendo. Porque podés buscar a algún escritor y que te diga que no, o algún ilustrador que no se enganche. 

CR: El famoso “por encargo”. No se sabe muchas veces. Se piensa que el editor se queda sentado en una silla, esperando recibir originales, cuando en realidad está mirando su propio catálogo, su propia línea editorial… En el caso de Bambalí hay muchas patas por donde crecer. Un editor puede recibir originales, pero también encargarlos. Parece que no se habla demasiado. Muchas veces el escritor no cuenta que hizo un libro por encargo. Y a mí me gusta hacer un chiste con otras artes, por ejemplo, la arquitectura. ¿No se hace toda por encargo la arquitectura? Y en las ciudades, ¿no hay edificio, iglesia, museo, teatro que no alabemos, que no haya sido por encargo? Y a lo largo de varios siglos. Entonces, ¿por qué no decir esto también? Eso no desmerece para nada el trabajo, al contrario. Creo que hace brillar la escritura del que escribe y del que ilustra. Ahí está el editor, como para hacer brillar la obra. 

MM: Acá, entre los escritores y las escritoras que estamos, la idea de que escribir a pedido no está nada mal, es la que impera. Fabián, que me hace leer en lugar de hablar pone una Biblia acá. Dice que: “Bambalí es una editorial que publica autores conocidos y otros que comienzan, y se encargan de invertir para producir los libros, entregarlos a las librerías y distribuidores promocionales. No es una de esas falsas editoriales que en realidad son imprentas, que les hacen pagar a los autores la publicación de sus libros. Un libro de Bambalí demora lo que un libro de las verdaderas editoriales demora. Se elige un texto, se discute, se labura con el autor, se ilustra, se diseña, se imprime, se distribuye, se publicita en Ferias, en las redes. Les autores solo deben cumplir con su rol de escribir. Laburar con el editor y asistir adonde se lo convoca para la promoción. Por eso, se merecen todo el éxito que están teniendo y el reconocimiento de les lectores”. Muy bien, Fabián. La próxima, te das voz y lo decís. Yo creo que nunca es casual el éxito de los proyectos. Menos de los de las industrias culturales como la nuestra. Bambalí se está dando a conocer, si ha sido premiado primero con el Favorito, después con el Destacado, si se ha dado el lujo de publicar a Fabián, a Chanti, a Liliana, a Laura Devetach ahora, es porque trabajan, y trabajan bien. Agustina Barboza pregunta si en su caso es más fácil recibir originales, o tener que encargarlos. ¿A ver, chicas? 

FP: Mitad y mitad, me parece.

MS: Sí; los originales se leen, se analizan, si es lo que estamos buscando… Porque convengamos que si bien estamos bien posicionadas somos una editorial chica, que está creciendo, y en la que cada publicación, realmente, nos cuesta muchísimo. Hay una gran inversión, siempre, detrás de todos los libros. Entonces tenemos que elegir muy bien ese que va a salir, porque cuesta mucho. Pero siempre tratamos de dar lugar a estos autores nuevos, que no han publicado y que tienen material. Fue nuestro propósito desde el principio, poder ser un puente, entre gente que no había publicado y el mercado editorial. Lo que pasa es que lleva un tiempo, hay que buscarle su lugar, entonces cada proyecto es analizado profundamente. 

CR: En ese mercado las chicas han comenzado y son bien conocidas en los colegios de Mendoza. Hay que contar algo de la LIJ, ya que este es el primer encuentro. Que tiene este doble destinatario, para los que no saben, que por un lado son los lectores niños, niñas y adolescentes, jóvenes, pero por otro lado están los mediadores adultos, y el mediador por excelencia es el docente. Así que han sabido recorrer las escuelas mendocinas. 

MS: Pensando por ahí, que en esto de elegir un libro qué publicar, que estamos hablando un poquito del trabajo del editor, también es ver cómo lo vamos a mediar a ese libro. Cómo lo vamos a acompañar en la lectura, cómo vamos a hacer que los chicos tengan una experiencia de lectura particular con el libro, y lleguen adonde nosotros queremos que lleguen con ese libro. No es solo pensar qué vamos a publicar, sino también cómo llega al lector y cómo se lo acompaña. Porque nuestro objetivo es que acompañemos esos libros. 

MM: ¿Y acompañar qué significaría? ¿Promoción, talleres? ¿Cómo es el acompañamiento? 

FP: Un mix interesante. La verdad es que lo hemos ido puliendo y desarrollando desde que empezamos. Nos costó mucho al principio, entrar en los colegios, que nos conocieran, que tuvieran confianza en nuestros libros, que los docentes se animaran a que les dejáramos un libro y leer. En eso que nos estaba costando empezamos a desarrollar un proyecto, que se llama Hacedores de libros, que es con lo que acompañamos y con lo que ahora estamos dando turnos a los colegios para trabajar. En ese proyecto se incluyen talleres de literatura, les explicamos a los chicos también cuál es el proceso productivo de un libro, para que entiendan que no es que el escritor se sienta, escribe, aprieta el botón de la impresora y salen los libros, sino que hay un montón de gente que trabaja para transformar ese texto, en el libro que ellos tienen en las manos. Y también va el ilustrador y cuenta cómo es el proceso de ilustración. Que es muy distinto a dibujar. Les cuenta que ilustrar es comunicar, es contar a través de las imágenes. Con todo eso que se produce, el cierre son esos libros que muestra Mariela. Cada grado termina su proyecto con un libro que contiene cada uno de los cuentos que se escribieron en el taller, las ilustraciones… Con los chicos también trabajamos en las tapas, les llevamos distintas ilustraciones, distintas tipografías, y entonces ellos van construyendo a partir de eso. El broche final es que esos libros se presentan en la Feria del Libro, acá en Mendoza. En este juego, en este cambio de rol de pasar del lector al escritor, o al ilustrador, hace que valoren más al producto en sí y que lo vivan de otra manera. Eso nos ha ayudado un montón, y nos ha posicionado muchísimo en los colegios de acá, de Mendoza. 



MM: ¿Y además tienen promoción comercial, como acá los promotores de Loqueleo, de Norma, o antes de SM o Edelvives a las escuelas? 

FP: Sí.

MM: Porque hay algo que por ahí mucha gente no sabe, y es que la literatura infantil y juvenil circula mucho a través de la escuela, que sirve como un canal recomendador a través de las maestras y maestros, y los bibliotecarios, que sugieren la compra de los libros y el trabajo posterior. ¿Ustedes hacen las famosas guías didácticas? ¿Están a favor, están en contra, no les importa? ¿Cómo es? 

CR: Yo, por supuesto, siempre estuve a favor de las guías didácticas. En lo personal, con las guías he tenido experiencias de todo tipo. Ya de por sí, cuando hacía textos escolares, la parte que no me gustaba era cuando había que transar con las escuelas, porque pedían la famosa planificación ad hoc. Te hago todo el libro, pero quiero que en la guía docente esté la planificación en relación con tu libro. Eso pasaba con las guías docentes de los textos escolares. Pero después, lo que sí me pareció bien en el caso de la literatura, era por qué no acompañar a los libros con una guía docente. El docente es totalmente libre de leerla o no leerla. De seguir o no alguna actividad… son todas propuestas de escritura creativa. A mí siempre me gustaron mucho las guías que de alguna forma fueran más para el docente que para el chico. Sobre todo al comienzo, en la parte más teórica. Explicarles, por ejemplo, que Cola de flor, de Laura Devetach trabaja el binomio fantástico, a las maestras de tercer grado, es estar dándoles un poco de contenido. Eso es lo que hay en la guía docente de Cola de Flor. Después si hay actividades; es un poquito más, para que pueda aprender qué es lo que dice Gianni Rodari con respecto a eso. ¿Por qué no? Conmigo llegó una persona que yo quiero mucho, trabajo con ella hace muchísimos años, que ya venía trabajando con ella en Aique, Rosario Troisi; que hizo todas las guías docentes de SM, que escribió mucho, es una especialista de la didáctica de la Lengua,y una de las escritoras favoritas en Aique, y sin embargo, le encanta hacer guías docentes. Cuando la convoqué, tuvimos una reunión con las chicas, se fascinó también. Le pone mucho amor. Y escribe permanentemente. Aunque las chicas ya tenían otro tipo de guías, más direccionadas, acá Rosario se permite agregar un poco más de teoría de la LIJ.

FP: Son un lujo las guías de Rosario. 

MM: Acá Fabián dice: “¡Grande, Rosario!”: Como siempre pasa, en casi todas las charlas, en los márgenes suceden cosas interesantísimas. Acá en el chat Sebastián dice, acerca de las guías didácticas, que es una pregunta picante para festejar el cumpleaños de Iris Rivera. (Risas). Hoy es el cumple de Iris, después la vamos a saludar. 

CR: Me ha pasado con Iris, tuve una intercambio de aquellos porque ella no quería. Y me decía: “No, Cecilia, no quiero las guías con las “ajjtividades”. (Risas).

MM: Algún día voy a publicar una “Oda a la guía didáctica” que escribí per codere, en un grupito que compartíamos con Sebastián. Y había discusiones lindísimas entre autores y autoras, sobre “libros a pedido, sí o no”, “guías didácticas sí o no”, y todas esas cosas. Acá Mónica dice “¡Aguanten las guías didácticas!”

Mónica Rodríguez: Trabajo en ellas. 

MM: Ahora caigo en la cuenta de que la persona que preguntó por el libro álbum es Débora Pert que convive con un autor y dejó el mail para enviar proyectos. 

CR: Por supuesto. Además, el nuestro es un catálogo pequeño, tenemos que crecer en muchas direcciones. Tendremos, obviamente, prioridades lógicas. Pero siempre son bienvenidos los proyectos. Y un libro álbum es muy valorado. 

 

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