Recuperan una obra de teatro inédita de Roberto Arlt

La Editorial Estuario, de Montevideo, publica por primera vez “Ursaverio”, que se distribuirá en la Argentina este mes.

Portada de "Ursaverio", obra teatral inédita de Roberto Arlt publicada por un sello uruguayo 

 

Por Daniel Gigena 


La importancia de preservar los archivos de escritores vuelve a comprobarse, esta vez con la publicación de una obra hasta ahora inédita de Roberto Arlt (1900-1942), Ursaverio, en una editorial montevideana: Estuario. Los ejemplares cruzarán el charco en pocos días y serán distribuidos en la Argentina por Waldhuter, adelantó el editor uruguayo Martín Fernández en diálogo con LA NACION.


El manuscrito de esta pieza se halla en el Instituto Iberoamericano de Berlín desde 2002; a mediados de ese año, la heredera del autor, Mirta Arlt, vendió los papeles de su padre a esa institución. El investigador y profesor uruguayo Oscar Brando, junto su colega Ignacio Gutiérrez, trabajó con el original de la obra, que se puede consultar en la página web del Instituto Iberamericano de Berlín. Ursaverio no figura en el volumen Teatro completo de Arlt, publicado por Losada.


Roberto Arlt fue novelista, cuentista, cronista y también un reconocido dramaturgo 



“En 2002, Mirta Arlt le vendió al Instituto Iberoamericano de Berlín una cantidad de papeles que ella tenía de su padre [la heredera había dicho que se trataba de una donación, porque “ni la UBA ni otras instituciones me ofrecían garantías de protección y conservación adecuadas”] -dice Brando, que había preparado en ese mismo año un estudio sobre el teatro de Arlt-. Entre ellos, estaba esta obra inédita; me enteré de lo que había por una nota de LA NACION. En 2015, tenía que dar un curso de teatro en la Maestría de la Facultad de Humanidades del Uruguay y se me ocurrió trabajar sobre el teatro arltiano y ver si podía usar ese inédito. No era un trabajo totalmente desconocido. Era una obra escrita en 1934 que Leónidas Barletta, del Teatro del Pueblo, no le había aceptado a Arlt”. La edición de Estuario tiene ilustraciones del dibujante, escritor y cantante Pedro Dalton.

 

Luego, Arlt se fue de viaje por más de quince meses por Europa y el norte de África. Las crónicas de ese periplo fueron publicadas por Hernández en Aguafuertes de viaje. España y África, al cuidado de Sylvia Saítta. “Cuando vuelve, reescribe la obra y la transforma en Saverio, el cruel -agrega Brando-. Y la anterior queda arrumbada o en un cajón. Los especialistas de Arlt apenas lo decían; algunos creen que en 1964 llegó a estrenarse pero hay pocas noticias de eso. Pedí una copia al Instituto en 2014 y me mandaron las fotocopias y luego la digitalización. Con un colega, Ignacio Guitérrez, que había sido alumno mío, pensamos en publicarla. Nos llevó años, limpiamos el texto con criterio filológico, le pusimos un prólogo y un epílogo y notas. Creo que va a tener mucho suceso en Buenos Aires”. Los textos que acompañan la edición se explayan sobre las condiciones de producción y el contexto de la escritura teatral del autor de Los siete locos. 


Como la obra no estaba titulada en el original, Brando y Gutiérrez decidieron respetar la forma en que los alemanes la han reconocido, Ursaverio, al modo del Urfaust de Goethe. El original está escrito a máquina y fue corregido a mano por Arlt. A su vez, los investigadores uruguayos corrigieron errores ortográficos y algunos “desvíos” sintácticos y semánticos (que se aclaran en las notas).

 

En Ursaverio, un grupo de internados en un hospicio psiquiátrico escenifica una obra de teatro escrita por uno de ellos por pedido del director de la institución, que quiere probar la eficacia terapéutica del arte; sin embargo, el límite entre la locura y la cordura, y la realidad y la ficción, se traspasa. Brando y Gutiérrez destacan que la obra fue escrita treinta años antes que Marat-Sade (1964), de Peter Weiss, obra clave del “teatro de la locura”. “El drama de Arlt se le empareja y aun la desborda en muchos aspectos; Arlt nos propone una mirada revulsiva, desaforada y genial a la locura individual y social de un mundo siempre sacudido por la interrogación de su sentido”.


“El hecho de que una troupe de locos se empeñara en llevar a cabo dentro del hospicio psiquiátrico una dramatización escrita por uno de ellos, montada por iniciativa de las autoridades que querían mostrar a la opinión pública el trabajo de los internados; y que ello sucediera en la Argentina de los años 30 del siglo XX, década infame de golpes militares y penuria social; todo eso hacía que los niveles de representación se complicaran a un grado no visto hasta entonces en el teatro rioplatense -apuntan Brando y Gutiérrez en la nota a la edición uruguaya-. A diferencia de esto, el Saverio, el cruel estrenado en 1936, con ser también una obra sostenida en la metateatralidad, lo era de manera menos compleja y apelando a recursos mucho más clásicos de la comedia argentina”.


Los investigadores alemanes Friedhelm Schmidt-Welle y Gregor Wolff destacaron tiempo atrás que en el Instituto berlinés hay más ochocientos trabajos de Arlt, y en 2010 se publicó “Los dos Saverios: delirio, poder y espectáculo en Roberto Arlt”, ensayo del español Julio Prieto sobre la obra arltiana que se conserva allí. “Se podría agregar que pequeñas partes de la obra que nosotros editamos se habían conocido con el título Escenas de un grotesco, primero en 1934 y luego rescatadas en 1997 -dice Brando-. Esos fragmentos nunca fueron recogidos en ninguna de las ediciones del teatro de Arlt”. 


Fuente: La Nación



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