Visita a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno
El
viernes 31 de mayo, los asistentes a la Capacitación para Auxiliares de
Bibliotecas Comunitarias, visitaron la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Compartimos una pequeña crónica del recorrido.
Comenzaron con una visita a la muestra Las experiencia cubana- Intelectuales argentinos en la Revolución, en la Sala María Elena
Walsh, en la planta baja.
Allí se
exponen cartas, fotografías, y ediciones cubanas de libros de escritores
argentinos que estuvieron en Cuba en el momento de la Revolución o poco
después, y que son parte del patrimonio de la Biblioteca.
Una
de las piezas más curiosas, es un testamento manuscrito de John William Cooke,
que estaba en la Isla cuando fue el episodio de Bahía de Cochinos, y dejó indicaciones
sobre el destino que quería para sus papeles y sus bienes si tenía que combatir
y no sobrevivía.
Además,
hay ediciones de Casa de las Américas de Francisco Urondo y Julio
Cortázar, fotografías, y material
original de la agencia Prensa Latina.
A
continuación, los participantes visitaron el área de Procesos Técnicos, en la
que se les informó sobre la gestión de las compras de libros y las donaciones
que la Biblioteca recibe. Se detallaron algunos casos puntuales, como el de las
bibliotecas personales de Bioy Casares/Silvina Ocampo, la de Rogelio García Lupo y la más reciente de
José Emilio Burucúa.
Además,
se les informó acerca de los diferentes
sistemas de catalogación que se utilizan y sobre las medidas de seguridad que se
implementan para prevenir el robo de ejemplares.
La
visita continuó por el Depósito del segundo subsuelo, en el que están los
libros que consulta el público en sala de lectura, o que son retirados en
préstamo. Están agrupados en estanterías de acuerdo con su tamaño, para que
resulte más sencillo el orden posterior a la consulta.
El
material no está disponible para los lectores hasta que está ingresado en la
base de datos. Y hay libros que solamente pueden ser de consulta para
investigadores acreditados, que trabajan en la Biblioteca de manera regular.
El
último tramo de la visita, consistió en un recorrido por la enorme sala de
lectura del quinto piso, en la que conviven mesas y asientos más modernos, con
el mobiliario tradicional de escritorios de madera y lámparas verdes que ya estaban en la
sede histórica de la calle México.
Cuando
terminó la actividad Josefina, la guía que los acompañó durante las dos horas, invitó a los participantes a acercarse a las visitas que se realizan
los sábados por la tarde.
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