Dudoso Noriega


"Finalmente, un memorioso libro sobre La Feliz y alguna patética lámina veraniega de Medrano para los almanaques de Alpargatas me dieron el clima. Después, el encuentro casual con algunos viejos amigos —viví la segunda mitad de la década del cincuenta en Mar del Plata, de los diez a los quince— me permitió acceder a un puñado de testigos más locuaces que veraces, supongo: cierto historiador artesanal enemigo de Sebreli, un par de alevosos cultores del mito playero de los llamados “Años de Gancia”, un preso consuetudinario de Batán, un viejo fotógrafo al paso de los veredones del Casino. Con la inestable base de esos testimonios —recogidos de primera y de segunda mano durante los noventa—, con el tono diverso de esas voces no identificadas que entraban y salían, armé un incompleto borrador inicial de la extensa primera parte. El lector reconocerá ese material en el comienzo de este relato por el tono coloquial, de chisme o confidencia, de registro de época, que he intentado mantener o —en algún caso— recuperar."

Juan Sasturain, Dudoso Noriega.

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