El lugar perfecto para pasar inadvertido
"Villa General Belgrano tiene un récord que pude comprobar en las
ocasiones en las que fui. Es el único lugar que te fascina durante 300 metros y
pasado ese límite te dan ganas de salir corriendo. Sin embargo, para los seres
enojados (en esa época podría haberme anotado primero en la lista de los que
andaban enojados en la vida porque sí), es el lugar perfecto para pasar
inadvertido. Y por eso siempre voy, es muy interesante el desfile de caras de
culo de los lugareños contrastado con el de caras de feliz domingo de los
turistas. Pareciera ser que, además del chucrut, las salchichas y las cervezas,
los pinos y los bermudas con tiradores, los alemanes verdaderos o truchos que
viven ahí, lograron todas las variantes posibles de caras de culo que uno
podría llegar a imaginar. Te atienden con cara de culo, te preguntan con cara
de culo, te agradecen con cara de culo, son amables, hacen fiestas, e incluso
sonríen con cara de culo."
Pablo Ramos, Hasta que puedas
quererte solo. Alfaguara, 2016.
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