El caso del robo al correo



"Simón no se acordó de llamarlo a Polo, comió en silencio y rápido, explicó que tenía mucho sueño y no participó de la sobremesa, así que no se enteró de que en quince días saldrían de vacaciones. Recién la mañana siguiente supo por Martín que el papá estaba harto de la playa y que con la mamá habían elegido ir a Sierra de La Ventana. Los relatos de los paisajes y la idea de escalar con Picado Grueso hasta el agujerito ese habían hecho que Martín se olvidara olímpicamente de la S.D.P. y de su glorioso futuro de agente 004."

Fragmento de El caso del robo al correo, de Jorge Grubissich, Amauta.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cincuenta años sin J.R.R. Tolkien: cómo lo cuidó un sacerdote español y qué tiene que ver la Patagonia con “El señor de los anillos”

El crimen casi perfecto, de Roberto Arlt, Ilustrado por Decur

La lectura del tiempo