Día de la historieta

El 4 de septiembre se celebra el día de la historieta, en homenaje a que en 1957 se publicó el primer número de la revista Hora Cero, dirigida y escrita por Héctor Germán Oesterheld, de la Editorial Frontera. Esta mítica revista significó un antes y después para la historieta nacional. Contó con la participación de artistas del calibre de Hugo Pratt, Solano López y Alberto Breccia, entre otros y fue donde se publicó por primera vez El eternauta.

Para reflexionar sobre el género, seleccionamos algunos fragmentos en los que el escritor Pablo De Santis, en su libro La historieta en la edad de la razón, vierte conceptos sobre los elementos que lo identifican y lo diferencian de otros.


“La historieta se afirma en las zonas de su indeterminación y de su mezcla: como género híbrido entre la narrativa y la gráfica, encuentra su pureza en su punto de máxima contaminación: palabras que son dibujos, dibujos que fueron previamente palabras y que cargan todavía un peso textual. La historieta admite (exige) una gráfica de la palabra y una gramática del dibujo, de un modo mucho más preciso que el que se puede encontrar en otras artes gráficas. Por eso los estudios sobre la historieta han buscado, donde antes no había otra cosa más que aventuras y humor, códigos y sistemas simbólicos, como si fuera un idioma aparte.
El límite de ese idioma es la figuración. Mientras hay figuración, hay historieta."


"Sólo la historieta puede dar cuenta del avance progresivo de una historia y a la vez de la simultaneidad de los momentos que la componen. En una página seguimos el relato, pero a la vez contemplamos la página como un todo armónico: la historieta es la narración, pero es también mapa de la narración. En una película, en una novela, los hechos ya leídos o vistos no están, son un pasado borrado que no podemos recuperar con sólo una mirada; pero en la historieta están ahí, flotando, inmediatos.

En la historieta, palabra y dibujo son, se sabe, inseparables. Pero no lo son porque un elemento no pueda existir sin el otro, sino porque la historieta descubre que las palabras y dibujos pertenecen a una remota familia común. La palabra como dibujo y el dibujo como escritura. Podemos estudiar los rasgos gráficos de las palabras (la contundencia de las onomatopeyas, la caligrafía que sugiere tono de voz) o trazar una gramática de la expresión gráfica.”



Como bonus track, transcribimos un momento de la entrevista que le realizó Mario Méndez, en el que De Santis se refiere a la relación entre historieta y literatura. El encuentro tuvo lugar en la Biblioteca Nacional el 20 de mayo de 2013 y fue publicado en Entrelíneas, 20 conversaciones con autores de la literatura infantil y juvenil de la Argentina.

MM: Sí. Logra eso. Volviendo a la historieta, en la serie del hipnotizador, por ejemplo… un personaje como ese, tan rico. Con historias que están dentro del estilo que vos trabajás, ¿no te tienta convertirlo en un libro de cuentos? ¿Cómo trabajás con eso?

PDS: Lo que pasa es que surgió como historieta ese personaje. Juan Sasturain me presentó a Sáenz Valiente, un  dibujante joven, sigue siendo joven ahora pero en ese momento era muy joven, y un talento extraordinario. Unos dibujos impresionantes. Y a mí siempre me gustó escribir una historieta PARA los dibujantes. Pensando en los dibujos de ese dibujante en particular. Me cuesta un poco pensar las historietas en abstracto. No sé, ese es un dibujante que es capaz de concebir una arquitectura muy compleja, envolvente, con la cara de los personajes muy marcada. Entonces eso me servía para profundizar los ambientes de las historias. Por otra parte yo trabajé con Max Cachimba mucho tiempo. Si lo tienen a Max Cachimba…

MM: Acá hay dos tapas de Max: El último espía y Desde el ojo del pez.

PDS: Bueno, él hizo muchísimas historietas solo. Muchas conmigo como guionista, pero también hizo muchísima historieta él solo. Y él tiene un humor, en el que los dibujos parecen ser conscientes de que son dibujos. Eso está todo el tiempo en él. Entonces no es una historieta envolvente como la del otro. El lector está como recordando que está leyendo una historieta. Tiene una historieta escrita por él, de unos personajes que van en un barco por el mar, y uno le pregunta a otro: “¿Te parece que ya estaremos en el Océano Índico?” Entonces el personaje se asoma por la borda, ve una “Í”, ya vio la “Í” de” Índico”. Está escrito en el mar. Es un mundo escrito. ES un mundo dibujado, pero los personajes son como conscientes de esto. Entonces hay que escribir algo que tenga que ver con ese mundo.

MM: Y cuando escribís ¿vos ves las imágenes, por más que no vayan a ser dibujadas?… Cuando escribís un cuento o una novela, ¿te imaginás lo que estás escribiendo? ¿Tenés una cuestión visual con los personajes?

PDS: Y sí. Pienso mucho a través de imágenes. Tengo una cosa visual con la lectura. Me gusta que los lugares tengan como cierta marca. Los objetos… cómo apropiármelos. Que no sean cosas comunes sino que de alguna manera tengan una marca.

Para leer la entrevista completa:


La historieta en la edad de razón
Pablo De Santis
Paidós, 1998.















Entrelíneas, 20 conversaciones con autores de la literatura infantil y juvenil de la Argentina.
Mario Méndez
Cabiria, 2015.

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