Sobre Ultra/Tumba, la última novela de Leonardo Oyola

En el mes dedicado al terror llega al Laboratorio de análisis y producción de LIJ este aporte espontáneo de una amiga de la casa que nos acompaña desde siempre. Dan ganas de leer al inquietante Leo Oyola.


Por Silvina Rodríguez Martínez


Ha pasado mucha agua bajo el puente desde “Kryptonita” (2011). La novela que lo puso en el 
centro de las miradas al pasar a ser película, a fines del 2015. Es extraño lo que pasa con Oyola. Los mundos que crea en sus textos, todos en los bordes de la i/legalidad, de la realidad y la ciencia ficción, se nos hacen muy rápido carne en la lectura. Los personajes y las relaciones entre ellos son inolvidables. Los diálogos. Y por supuesto, la banda sonora que viene como fija con la novela. 

Con qué nos vamos a encontrar acá, con este título que ya usa como una bisagra el juego de la tumba como sinónimo de cárcel, el ultra que sería una versión superlativa, máxima pero también nos llevaría al mundo del terror (guarda porque hay resucitadas, nunca zombis).
Un motín en una cárcel de mujeres, el mismísimo día del Niño. En medio del festejo aparece la Hermana Irma (para más datos, fanática del David Soul cantante, sí, el Hutch de la serie de mediados de los ‘70), con su ejército de muertas vivas. Por otro lado, las rivales Ñeri Graciela y Peke. Y ese amor loco, contra ellas mismas, que se tienen la Uruguaya (la Oreiro), otra presa y la oficial Medina. En el medio, la Cordobesa. Baldosa. Foco y Foquito. Kosiuko. Qué galería, por favor. Cada una tiene su historia. Hay momentos terribles, que solo pueden ser descriptos con tal crudeza por quien conoce y ha podido tener testimonios de mujeres que por distintos motivos viven ahí, en la Chanchería. 
Los títulos de capítulos, como le gusta enlazar al autor, son pura música, en general de los ‘70 y ‘80. En este caso, nos encontramos también, con asombro, una mención a un cuento de Lucia Berlin, “Y llegó el sábado”, que transcurre en una cárcel de hombres en Estados Unidos. Ahí, en esa lectura queda anclado el personaje de Baldosa.
Yo, de puro romántica, nomás, en el fade out de la escena final, me quedo con
“No hay nada más difícil que vivir sin tí,
Sufriendo de la espera de verte llegar
El frío de mi cuerpo pregunta por tí
Y no sé donde estás,.
Si no te hubieras ido, sería tan felíz.”
Eso sí, en la versión de Los Ángeles del Rock, no en la de Maná. Es que es Oyola, viste, un Oyola auténtico, con sus propios covers. Y sus propias reglas sobre lo que va a contar.

Silvina Rodríguez Martínez
Nacida en Buenos Aires, 1964. Licenciada en Letras (UBA) 
Librera y dueña de un espacio cultural “puertas adentro”, conocidos ambos como “Tierra de Libros en El Living de Olivos”.
Promotora de lectura, feriante en colegios, coordina talleres de lectura y análisis de textos. Madrina de la ong “Leamos un libro”. Desde 2015 al 2018 columnista mensual (“Pastillitas de la LIJ”) en un programa de radio por Internet,  “La fábrica de cuentos”, dedicado a la promoción y difusión de la literatura infantil y juvenil. Ha publicado artículos en portales como Leedor.com o blogs como Bibliotecas para armar. 
Premio Nacional “Madre Teresa de Calcuta” 2019 Premio “Hormiguita Viajera” 2019, ambos otorgados por la Biblioteca Popular Madre Teresa de Virrey del Pino, La Matanza.
En 2019 publicó su libro “Los papeles que nos tocan”, minicrónicas de vida cotidiana y cultura (Pacto de Lectura).


Ultra Tumba
Leonardo Oyola
Literatura Random House, 2020.

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