Esta gente de la LIJ no gana para sustos

En el mes que el Laboratorio de Análisis y Producción de LIJ dedica al terror, contamos con este aporte de Juan Dimilta, un interesantísimo adelanto de un ensayo que promete. Juan es escritor, librero, docente y compañero de ruta: varias veces se acercó a nuestros encuentros en La nube y hoy, a las 18 horas, le tocará ser nuestro entrevistado virtual.



Por Juan José Dimilta*


Hace un tiempo largo vengo pensando y escribiendo un ensayo sobre LIJ y miedo. No digo terror porque justamente la idea del ensayo es ir más allá del género. Si intentara un ensayo sobre LIJ y terror, la parte infantil de la sigla me quedaría huérfana. ¿Por qué?: porque el terror es un género que puede aplicar en plenitud a pre adolescentes y adolescentes (el público de la literatura juvenil) pero de ningún modo a los lectores pequeños o pre lectores muy pequeños. Intentar hacer terror para los más pequeños inmediatamente terminaría con el espíritu del género porque no podríamos asustar en demasía a los lectores y justamente el terror se trata de eso: de asustar. También en la búsqueda de un ensayo más amplio es que lo titulé Julepe, una palabra que me gusta por su sonido, porque es como rescatada de un arcón de recuerdos y porque si bien se relaciona con el miedo, también puede verse como miedo zonzo, miedo jugando, miedo de mentirita. El título completo del ensayo es Julepe. Una invitación a pensar el miedo en la LIJ. Y la idea es hablar sobre literatura infantil y juvenil relacionada con miedos, monstruos y el género terror hecho y derecho. 
En esa ensalada no tan ensalada que encaré tengo el permiso de transitar los títulos en los que los autores se ríen maravillosamente de los monstruos, o sea un modo de presentarnos a los monstruos pero con humor para que los dejemos pasar a nuestra habitación desde muy pequeños; los títulos sobre la infinidad de miedos y la literatura como puente para exteriorizarlos, hablarlos, imaginarlos y compartirlos, sobre el miedo a la oscuridad, a lo que hay debajo de la cama, detrás de la puerta, al concierto de sonidos de canillas que gotean, ventanas que golpean y puertas que hablan con chirridos, el miedo a los grandes, a los que tienen bigotes, ruleros, hablan fuerte o son muy altos, el miedo a no saber cómo siguen las cosas o el miedo de empezar a intuir como las cosas pueden seguir. Hasta en el camino me encontré con media docena de títulos que hacen poesía con el miedo y con los monstruos. Ese recorrido termina con el terror ya como género. Primero para pre adolescentes con algunas concesiones, alivianado, con más cuidados y finalmente el terror juvenil sin concesiones con todas las reglas del juego puestas a andar. 
En el camino entrevisté a más de una veintena de autores que tienen obra relacionada con alguna parte del trayecto (monstruos, catálogo de miedos, terror) y les hice y me sigo haciendo muchas preguntas: ¿hasta dónde se puede asustar en la LIJ? ¿Cuáles son los límites? ¿Con qué no se puede hacer terror? ¿Hay miedos que son clásicos, inoxidables? ¿Hay miedos que se sostienen desde tiempos inmemoriales? ¿Hay miedos nuevos? ¿Hay miedos 2.0? ¿O son siempre los mismos miedos de la tribu pero ahora pixelados? ¿Por qué ya no leemos el miedo de Horacio Quiroga en primaria? ¿Por qué nos gustan tanto que nos asusten? ¿Es el terror el género ideal para incentivar la lectura? ¿Mezclar humor y terror les quita autoridad a los monstruos? ¿Hay gore para niños? ¿Por qué hay monstruos tan bellos que los queremos tener en la mesita de luz? ¿Para qué sirven las historias de miedos? ¿Es solo placer y adrenalina o hay algo más? ¿Cuándo es mejor leer miedo solo y cuándo es mejor leerlo acompañado? ¿Elegir el texto de miedo indicado para cada lector es un desafío muy grande para los promotores de lectura? ¿Qué pasa si hacemos asomar al lector a un miedo para el que todavía no está preparado? ¿cómo se crea el clima ideal para leer historias de miedo? ¿Es Socorro de Elsa Bonermann la obra cumbre en la que se combinan el terror y la LIJ en cantidades ideales? Esas y tantas otras preguntas. Ahí ando buscando desde hace rato. A tientas, en la oscuridad, pero por gusto, como debe ser. 

* Juan José Dimilta nació en 1975, en el barrio de Flores. Es docente de comunicación, escritor, bibliotecario y tiene una “aventura librera” llamada Robinson Libros. Es el autor de Los caprichos del chef (Lea ediciones), La tormenta en el año del conejo (Random House Mondadori), Diario del plan de fuga (DNX), Diario de un verano alienígena (DNX) y Sacudón y otros cuentos fenómenos (Ediciones Del Naranjo).

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