Libros y likes

“Los chicos no leen”, suele decirse. Pero en las redes circulan centenares de fanáticos de las novelas y sagas juveniles que siguen de cerca las sugerencias de sus ídolos: bloggers, booktubers o bookstragrammers, chicos como ellos que desde cuentas personales recomiendan o bajan el pulgar a sus lecturas. La movida de la literatura para jóvenes a su vez gana cada vez más espacio en las editoriales y las mujeres que la integran, cada vez más fuerza. Libro de Arena comparte esta nota de Dalia Ber sobre los mitos alrededor de la relación entre los jóvenes y la lectura.



Por Dalia Ber

Macarena Yannelli tiene 23 años, los ojos muy celestes delineados, los labios pintados de rojo y el marco de los lentes violeta. Sus tonos de voz también son un despliegue de colores: grititos agudos para anunciar una sorpresa que ya develará –pero no ahora- frases monocordes si el mensaje es reflexivo. Los gestos, como coacheados, van desde tocar los platillos de una batería imaginaria hasta secarse lágrimas que tampoco existen. Los booktubers -Maca Yannelli es una de ellos- son los nuevos popstars de la literatura juvenil.
“Sus libros me ayudaron en momentos muy difíciles, en los que estaba muy triste, siempre me hicieron compañía y me dieron un lugar en este mundo de Hogwarts”, cuenta Maca en uno de sus videos. El tono melancólico, como si recordara a un familiar que la acompañó en la infancia, está dedicado a la autora británica JK Rowling. Mientras habla muestra a los más de 23 mil seguidores de su canal de YouTube, https://www.youtube.com/user/graciasaloslibros el primer libro de la saga, publicado en 1997, que llevó a la escritora a la fama mundial: Harry Potter y la piedra filosofal. “La amo con el alma, este fue uno de los primeros libros que leí, toda mi vida como lectora se la debo a ella”, agrega. Para este video, dedicado al Día Internacional de la Mujer, Yannelli eligió algunos de los títulos escritos por mujeres que más la impactaron.
Maca fue una de las ganadoras del premio al o la mejor booktuber en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que en 2018 se realizó por cuarta vez en la Sala José Hernández, con capacidad para mil personas. Y aún así, muchos fanáticos quedan afuera. Durante los encuentros, los jóvenes que se hacen famosos por subir desde sus casas videos con recomendaciones de sus títulos favoritos –o críticas tremendas de los que no les gustaron tanto- pisan cada uno a su turno el escenario de la amplia sala de conferencias y reciben aplausos, gritos y ovaciones por parte de otros chicos como ellos que esperan durante todo el año la oportunidad de encontrarse cara a cara con sus ídolos. 
En las ferias del libro de Buenos Aires también se hacen lugar en la agenda para cumbres de bloggers y bookstagrammers, otras variantes de la recomendación de sagas y títulos en general. El movimiento que reúne a las tres, conocido como BBB, pisa cada vez más fuerte entre los seguidores de la literatura juvenil. Sin embargo, al menos por ahora, el de los booktubers es el que atrae a la mayor cantidad de nativos digitales con ganas de buenas y nuevas lecturas.
-Siempre son los que más convocan porque es como la tele: personajes populares a los que se les conoce cara y voz. Además, tienen miles de seguidores y algunos son mega estrellas, como Fa Orozco o Javier Riestra- dice Natalia Páez, de Norma Editorial.
- En la organización de los encuentros siempre trabajamos para superarnos y traer sorpresas más grandes- cuenta Leonel Teti, uno de los organizadores de los eventos de esta clase, que a los 25 años es director de un sello de libros para jóvenes. –Siempre hay paneles, juegos y presentaciones -detalla- buscamos que para los participantes sea un momento mágico.
Leo dice “mágico” y el adjetivo no es casual. Él, como Macarena y tantos otros, pertenecen a la generación de los que llegaron a los libros con la saga que marcó un antes y un después en la literatura juvenil: Harry Potter. Eran chicos cuando en algunos shoppings y librerías del país se organizaban “vigilias” desde la medianoche hasta que saliera a la venta un nuevo título de la colección del niño mago. Para amenizar la espera se organizaban concursos de disfraces entre los que se acercaban vestidos como sus personajes favoritos; sorteaban remeras, accesorios y bolsos de películas. Alguna vez, además, la editorial que publicaba el nuevo libro tuvo que contratar seguridad privada para trasladar los miles de ejemplares hasta un depósito secreto cuya ubicación sólo conocían su presidente y director comercial. “Rowling logró cautivarme, y desde entonces supe que los libros iban a ocupar por siempre un lugar importante en mi vida”, cuenta Leo, y no es difícil imaginarlo como participante de aquellos rituales. Que en algún punto mantienen cierto espíritu en común con los que él mismo se ocupa ahora de organizar: chicos que se encuentran para celebrar y compartir la experiencia de leer lo que les gusta.
Matías Gómez –o Matías G.B- https://www.youtube.com/user/MatiasGBtwo es otra de las figuras conocidas en la web que participarán del encuentro. Nacido en Campana, tiene 21 años, estudia Diseño de Imagen y Sonido en la UBA y llegó a abrir su canal por la necesidad de compartir lo que leía, porque ninguno de sus amigos tenía este mismo interés. Así fue como en 2013 se convirtió en el primer booktuber argentino, y el pionero en ganar el premio anual de la feria. Por una cuestión de edad no llegó a participar de los rituales masivos de Harry Potter aunque sí se declara súper fan de la saga del niño mago. Cuenta que las ceremonias en su caso eran individuales: esperaba a los cumpleaños o fechas como Navidad para recibir cada nuevo ejemplar llegado desde Hogwarts.
“Mi fanatismo es tal que una vez había pedido el quinto libro para Navidad y el sexto para Reyes, y como estaban más o menos agotados, me terminó llegando el sexto para navidad y el quinto para Reyes -o sea al revés-, y estaba tan ansioso que leí primero el sexto y después el quinto”, recuerda Matías. “Me auto spoileé cosas importantes de la saga, pero valió la pena”.

¿Los chicos no leen?
Además de Harry Potter los fanáticos de las sagas siguieron con títulos como CrepúsculoDivergente Los juegos del hambre y sus exitosas versiones en el cine o en el mundo de las series. Y los títulos se multiplican sin parar, tanto en inglés como en castellano. Son libros que en algunos casos tienen quinientas o más páginas, y son devorados casi siempre en pocos días.
 “Me arriesgo a decir, en base a lo que los escucho hablar, que se identifican o encariñan más que nada con los personajes, más allá de los argumentos, y que las sagas les permiten continuar acompañando a esos personajes que formaron una parte importante de su vida durante un rato más”, dice la escritora Melina Pogorelsky, que coordina un espacio de lectura y creación literaria para chicos y adolescentes. Entre las sagas más leídas por sus alumnos del taller menciona a Miss PeregrineLa lección de AugustCazadores de sombras y Percy Jackson. “Un clásico es que a veces los chicos escriben hablando de tú. Y cuando prueban cambiarlo, encontrar un narrador que tenga algo más que ver con ellos, el texto gana mucho. También aparecen muchos futuros distópicos. Eso claramente viene de sus lecturas”, cuenta.
Antes de las redes sociales, los fanáticos se recomendaban sus títulos favoritos en clubes de lectura, que después pasaron a ser blogs especializados. En 2013 surgió un grupo llamado BUA, (Bloggeros Unidos Argentinos), y de ahí las primeras actividades de bloggers cara a cara. Entre las organizadoras estaba Anna Franco, una escritora prolífica en distintos géneros de la literatura para jóvenes, especializada en novelas románticas y de ciencia ficción. Entre ellas, las sagas TGM (Tercera Guerra Mundial) y Rebelión. “Lo que más me gusta de lo juvenil es la velocidad: la historia vuela, fluye mucho, tanto cuando la escribo como cuando se lee”, cuenta Franco, que además es profesora de Literatura. Esta actividad le permite estar en contacto con los chicos de la edad de sus lectores y conocerlos de cerca. “Está la identificación con los personajes y, en el caso de las distopías, con ese futuro posible en el que casi siempre aparecen muchas de las temáticas que ellos manejan ahora: nuevas tecnologías, poder, medios masivos de comunicación. Existe también un rasgo común en casi todos estos libros, que es la actitud de rebeldía ante una autoridad impuesta e injusta. Me parece que la autoridad de los adultos en sí está cambiando. Hay un nuevo modelo de autoridad y de enseñanza, mucho más cercano al alumno, más participativo, y ese deseo de conseguir una realidad mejor subyace en las novelas juveniles”, cuenta. Y, como el resto de los entrevistados para esta nota, se encarga de derribar el mito: “Hay una frase que suelo escuchar mucho, sobre todo en adultos: Los chicos no leen. Creo que es errónea. Hay chicos que no leen. Pero el que lee, lee mucho. Y eso es genial”.

“Los chicos no leen porque viven con el celular en la mano”
- Amo los libros de fantasía, ciencia ficción, paranormal y thriller, cuanto más alejado de lo cotidiano mejor, por eso mismo algunos de mis autores favoritos son Brandon Sanderson con libros como SteelheartEl RithmatistaNacidos de la Bruma, Dan Wells y su excelente saga John Cleaver que empieza con No soy un serial killer y Cassandra Clare, autora de todos los libros que puedan imaginarse de Cazadores de Sombras.
Quien dice esto es Naty Bustamante, https://www.youtube.com/user/NatyFlorGleek, otra de las booktubers que se presentarán en el encuentro de la feria. Natalia tiene 19 años, vive en Vicente López y estudia Ciencias de la Comunicación Social, una actividad que le impide seguir con el ritmo de lectura que mantenía antes de entrar a la facultad, aunque se las ingenia para leer en los ratos libres o cuando viaja en transporte público. Así llega a los cuatro o cinco títulos leídos al mes, aunque en vacaciones suelen ser doce.
Naty tampoco cree en la veracidad de afirmaciones como la que sostiene que los chicos no leen, o que tener un dispositivo electrónico siempre a mano implica necesariamente estar lejos de la biblioteca.
-Más que nada porque combinamos las tecnologías con la literatura y, además, porque los BBBs de Argentina no se toman esta movida a medias; la tendencia sigue en aumento, junto a la evolución de las propias redes y a la cantidad de lectores que se suman todo el tiempo. 

Las chicas al poder
Así como en el mundo offline, en los sitios dedicados a la literatura juvenil hay más lectoras mujeres que varones. Y la misma preponderancia se ve entre los títulos más vendidos del género: en la mayoría de las sagas populares las protagonistas son personajes femeninos. También son más las escritoras que los escritores. 
Cuenta la leyenda que el nombre JK Rowling fue una sugerencia de los editores para la autora de Harry Potter antes de publicar su primer libro porque temían que los lectores no fuesen a comprar títulos de Fantasy si sabían que los había escrito una mujer. Un prejuicio similar debió enfrentar en Argentina Liliana Bodoc, autora de La saga de los confines, con centenares de fanáticos entre el público juvenil local. La saga fue publicada finalmente con gran éxito por la misma editorial que lanzó el último libro escrito por Bodoc, fallecida en febrero de este año: Elisa, la rosa inesperada. Escrita durante un viaje de la autora por el norte del país, la historia sobrevuela los temas de la trata y la violencia sexual. El libro se presentó en agosto del año pasado en un centro cultural de Córdoba. Además de la escritora participó del evento Micaela, hija adolescente de la desaparecida Marita Verón. Estudiante de Antropología, lectora voraz de Bodoc y de literatura juvenil en general, Mica habló de su relación con la lectura y de cómo esta pasión puede llegar a salvar a alguien que se siente incomprendido y solo.
Como ella, son miles los chicos de entre 12 y 25 años que encuentran refugio en la lectura. Y cada vez más los que se atreven a compartir sus experiencias a través de clicksarrobas y likes.



Dalia Ber nació en 1976 en Buenos Aires. Se recibió de periodista en el Taller Escuela Agencia (TEA) y asistió a distintos talleres literarios. Fue redactora y colaboradora periodística en diversos medios gráficos, entre ellos, la Revista Ñ del diario Clarín. Se especializó en la escritura de guiones para documentales de TV, emitidos en diferentes canales de la Argentina y América Latina. También coordina talleres de redacción y comprensión de textos. Junto a José Esses, publicó en Planeta Los 80, una recopilación de los grandes momentos de una década marcada por pasiones intensas.  

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