Martes de película, noches de novela
Entre los distintos seminarios que organizamos desde Bibliotecas para armar,
desde hace más de 10 años Mario Méndez lleva adelante un ciclo de
lectura y análisis de grandes obras de la literatura que fueron llevadas
al cine. En este relato, Mario nos adelanta algunos detalles del
próximo ciclo, y nos cuenta qué lo motiva a llegar todos los martes a la
hora señalada.
Todas las semanas, desde hace ya unos diez años, me toca coordinar, para
el Programa Bibliotecas para armar, un ciclo de análisis de la profunda y rica
relación que existe entre la literatura y el cine. Empezamos en la casa de la
provincia de Tucumán, con un ciclo dedicado al héroe. Al tiempo desembarcamos
en la sede actual, la biblioteca Gerchunoff de la Sociedad Hebraica, que ya es
como nuestra casa. Acá trabajamos la literatura y el cine policial, histórico,
de ciencia ficción, de humor… Hemos tenido niños y villanos protagonistas de
lecturas y proyecciones. Y homenajeamos, en uno de los ciclos más entrañables
para mí, la obra de Leonardo Favio.
En la primera mitad de este año nos dedicamos a analizar la política
argentina del Siglo XX. Empezamos por La Patagonia rebelde (vimos y debatimos
una de las películas más importantes de la historia de nuestro cine y leímos al
gran Osvaldo Bayer), seguimos con Eva Perón y el peronismo: leímos Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez y
disfrutamos de Juan y Eva, de Paula de Luque. Luego fue el posperonismo, los
fusilamientos de José León Suárez: para tratar el tema, leímos El negro corazón del crimen, de Marcelo
Figueras, y vimos P4R+, operación Walsh, documental dirigido por Gustavo
Gordillo, quien además nos acompañó en el debate. Llegó el turno de la previa
del golpe del ´76, en la mirada de Osvaldo Soriano y de Héctor Olivera: No habrá más penas ni olvido. No podía
faltar la traumática experiencia de Malvinas, y por eso leímos Los pichiciegos, de Fogwill, y vimos Iluminados
por el fuego, de Tristán Bauer. Para poner el foco en los años de la dictadura
teníamos muchas opciones: nos decidimos por La casa de los conejos, de Laura Alcoba, que
acompañamos con Infancia clandestina, película de Benjamín Ávila, para ver a
través de los ojos esos niños que vivieron muy de cerca la represión y la
violencia de los años de plomo. Y terminamos con la lectura de Made in Lanús, de Nelly Fernández Tiscornia y
la proyección de la película que, notablemente, coincidió en el tiempo con la
puesta de la obra: Made in Argentina, de Juan José Jusid.
A partir del 3 de julio próximo, retomaremos el ciclo, esta vez con la
literatura argentina llevada al cine en el Siglo XXI, en la mayoría de los
casos, por nuevos directores y directoras que empiezan a hacer historia. Entre
otros, está planificado leer a grandes de nuestras letras como Juan José Saer,
Antonio di Benedetto, Silvina Ocampo, Julio Cortázar, Angélica Gorodischer; y
para ver y analizar la obra cinematográfica de Laura Casabé, Fernando Spiner,
Gustavo Fontán o Lucía Puenzo.
Todos los martes, desde hace muchos años, con el apoyo del amigo y
compañero Álvar Torales, asumo la tarea de llegar hasta la biblioteca y llevar
adelante el encuentro, y cada vez me siento un privilegiado. Porque
invariablemente me acompaña, desde hace ya varios ciclos, un mismo grupo de
asistentes, la mayoría jubilados y jubiladas, aunque no exclusivamente, que
participan, que aportan, que leen y opinan. Y que en el ida y vuelta, aprenden
y enseñan. Y que no fallan nunca, llueva, haga frío o no funcionen los
subtes.
Los martes trabajo en lo que me gusta, y me gusta mucho.
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