La belleza de lo ínfimo

Hoy 22 de marzo se cumplen cien años del estreno de la primera obra teatral escrita por Federico García Lorca, El maleficio de la mariposa. Un universo de seres mínimos que ponen en escala al hombre con la inmensidad de la Naturaleza.



Por María Trombetta

Como suele ocurrir con los artistas geniales, el estreno de El maleficio de la mariposa, el primero de los textos teatrales de Federico García Lorca que fue llevado a escena, no tuvo la mejor recepción del público y la crítica.
El poeta, en contacto con las corrientes vanguardistas de su época, recreó, en su exquisito estilo, la vida en una colonia de insectos que ofrecían un cuadro de las distintas pasiones humanas. Las protagonistas: las “curianas”, el término andaluz para nombrar a las cucarachas.
Ni la historia del “Curianito”, enamorado de la mariposa de ala rota, ni la belleza de los versos de Lorca alcanzaron para vencer a la repulsión que generó en el auditorio la idea de ver cucarachas en escena. Así, luego de su estreno el 22 de marzo de 1919 y después de cuatro funciones, la obra bajó de cartel en un estrepitoso fracaso.
 A cien años de aquel primer encuentro de la poesía de Federico con el arte del Teatro, lo recordamos con un fragmento del Prólogo del autor, al texto de la obra:

“Un viejo silfo del bosque escapado de un libro del gran Shakespeare, que anda por los prados sosteniendo con unas muletas sus alas marchitas, contó al Poeta esta historia oculta en un anochecer de otoño, cuando se fueron los rebaños, y ahora el poeta os la repite envuelta en su propia melancolía. Pero antes de empezar quiero haceros el mismo ruego que a él le hizo el viejo silfo aquel anochecer de otoño, cuando se fueron los rebaños. ¿Por qué Os causan repugnancias algunos insectos limpios y brillantes que se mueven graciosamente entre las hierbas? ¿Y por qué a vosotros los hombres, llenos de pecados y de vicios incurables, os inspiran asco los buenos gusanos que se pasean tranquilamente por la pradera y tomando el sol en la mañana tibia? ¿Qué motivo tenéis para despreciar lo ínfimo de la Naturaleza? Mientras que no améis profundamente a la piedra y al gusano no entraréis en el reino de Dios. También el viejo silfo le dijo al poeta: "Muy pronto llegará el reino de los animales y de las plantas; el hombre se olvida de su Creador, y el animal y la planta están muy cerca de su luz; di, poeta, a los hombres que el amor nace con la misma intensidad en todos los planos dela vida; que el mismo ritmo que tiene la hoja mecida por el aire tiene la estrella lejana, y que las mismas palabras que dice la fuente en la umbría las repite con el mismo tono el mar; dile al hombre que sea humilde, ¡todo es igual en la Naturaleza!". Y nada más habló el viejo silfo. Ahora, escuchar la comedia. Tal vez os riáis al oír hablar a estos insectos como hombrecitos, como adolescentes. Y si alguna honda lección sacáis de  ella, id al bosque para darle las gracias al silfo de las muletas, un anochecer tranquilo,
cuando se hayan marchado los rebaños.”

El Maleficio de la mariposa
Federico García Lorca
Debolsillo, 2019.

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