Si queres ser Boedo
Un cambio, una mudanza y un encuentro inesperado se combinan para conocer nuevas lecturas. Libro de arena no deja de compartir la mirada fresca y renovada, en cada oportunidad, de lectores que escriben acerca de sus lecturas predilectas y arrojan una luz nueva sobre textos a los que nos animan a buscar y leer. Hoy se presenta el comentario sobre Breves apuntes de autoayuda, libro de relatos breves de Fabián Casas.
Por
Federico Boido
Si querés ser de Boedo, tenés
que leer a Fabián Casas, me dijeron apenas llegaba a mi nueva morada. Y yo, respetuoso de
las tradiciones, les pedí alguno de sus libros, ya que en mi poblada biblioteca
no tenía ningún ejemplar del mítico escritor boedeano. Ocio fue el primero, luego le siguieron Los
Lemmings, El spleen de Boedo y todos los demás. Y cuando me los
leí todos, sentí una sensación de vacío profunda: ya no había más Casas para
mí. De esa introspectiva tristeza, que asustaba a mis allegados, me rescató mi
amigo Gustavo cuando me trajo el único libro que, por desconocimiento, me
faltaba leer: Breves apuntes
de autoayuda, la edición que sacó Santiago Arcos en 2011. Este sí lo
disfruté, lo anterior era compulsión y este fue delicia. Tardaba días en leer
cada breve relato, porque eso es el libro, un libro de relatos breves, sobre la
música, la literatura, el amor, las herencias, el cine, el boxeo, la política.
Una suerte de batidora en la que se mezclan todas aquellas cosas que interpelan
a Casas. Batido que sólo él puede hacer, con su singular pluma y sus
inquietantemente agudas observaciones. Las cosas más disímiles son anudadas por su
prosa, que genera algo nuevo, distinto. Algo que nos conmueve, nos moviliza,
nos interpela. Los ensayos bonsáis de Breves
apuntes... me dejaron hacer
de voyeurista de la biblioteca de Casas, ser
partícipe de su autobiografía de lecturas, de su universo de imágenes y
palabras. Y me dejó pensando cómo sería mi autobiografía, que seguramente
tendrá unas enigmáticas palabras sobre Casas y sus apuntes breves.
Por todo esto recomiendo a Casas, pero también
advierto que el que se anime tendrá que afrontar el vacío, el vacío que genera
saber que ya no hay Casas para nadie, por lo menos hasta nuevo aviso.
Federico Boido
es profesor de historia, hincha fanático de San Lorenzo y haciendo rima con su
apellido vive en el porteño barrio de Boedo.
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