Alicia en el país de las maravillas, de David Chauvel y Xavier Collette
El cruce entre historieta y literatura es permanente y no hace distinción de géneros. Sin ir más lejos, podemos remitirnos a La Argentina en pedazos, ese clásico editado por La Urraca, en el que pueden leerse grandes clásicos de la literatura argentina (como “El matadero”, “Cabecita negra” o “La gallina degollada”), cuadrito a cuadrito. Compartimos una versión del clásico de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas.
¡Alicia! Toma esta historia infantil
y con dulce mano ponla
donde los sueños de la Niñez se abrazan
en el místico lazo de la Memoria,
como marchita guirnalda de peregrino,
recogida en tierra lejana.
Lewis Carroll
Afirmar que Alicia en el país de las maravillas es un clásico de la literatura infantil no entraña en sí ninguna novedad. Desde su publicación en el año 1865, la obra ha sido traducida a casi todos los idiomas y ha dado lugar a diversas versiones y adaptaciones literarias y cinematográficas.
Hay canciones que no existirían sin ella. Las de los ingleses de Génesis en Nursery Chrime. O la “Canción de Alicia en el país” de Charly García, en la que un clásico de la LIJ le sirve al autor para hablar de la dictadura y pasar inadvertido. “No cuentes qué hay detrás de aquel espejo, no tendrás poder, ni abogados, ni testigos”. Alicia es de esas obras que parecen no tener techo.
El creador de Alicia, el joven profesor de matemáticas, fotógrafo y clérigo británico, Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll), dedicó este libro a una de sus amigas favoritas, la pequeña Alice Liddell (musa inspiradora del país de las maravillas y de su continuación en Alicia a través del espejo).
A continuación, en nuestro mes dedicado a la novela gráfica y la historieta, compartimos algunas imágenes de una cuidadísima edición de Alicia en el país de las maravillas, guionada por David Chauvel, ilustrada por Xavier Collette y editada por Glénat en 2010.-Eso depende de a dónde quieras ir -respondió el Gato.
-Lo cierto es que no me importa demasiado a dónde... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa demasiado en qué dirección vayas -contestó el Gato.
-... siempre que llegue a alguna parte -añadió Alicia tratando de explicarse.
-Oh, te aseguro que llegarás a alguna parte -dijo el Gato- si caminas lo suficiente".
A lo largo de sus páginas podremos reconocer los paisajes y temas de Carroll de la mano de una Alicia cuyo trazo rompe con el "estereotipo Disney" y se acerca mucho a esa pequeña niña de la época Victoriana que tanto deslumbró al escritor.
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