Comics im Unterricht


Habitualmente se asocia la lectura de historietas con la niñez y los momentos de distracción. En esta nota de Andrea Forés Tacca, nos explica que no existe una edad para descubrir las historietas o las novelas gráficas y que además pueden constituir una herramienta didáctica muy importante, en la enseñanza de lenguas extranjeras.
 
 
Por Andrea Forés Tacca*

Toda mi vida tuve una relación muy cercana con la lectura. El mundo de los libros siempre ocupó un lugar central en mi vida, lleno de historias y conocimientos, que me fueron moldeando. Descubrí el poder de las palabras y con eso me enamoré del lenguaje. 
drüben!, de Simon Schwartz.
Tuve la suerte de poder, además, encontrar mundos más allá del castellano. Estudié alemán, un poco por su dificultad y su lógica, pero también por su precisión. Entender la esencia de palabras en otra lengua –no solamente conocer su traducción- es como tener una llave a otro mundo. Por eso quise enseñar alemán. 
El objetivo es tratar de transmitir este mundo nuevo y esta esencia a lxs chicxs, pero a su vez siempre es un desafío. Con las tecnologías actuales, están rodeados de estímulos y de respuestas instantáneas; los libros de escuela, y el sistema educativo en general, no logran llamar realmente su atención.
Recientemente, tuve la oportunidad de cursar la materia Historietas y novelas gráficas en la clase de alemán. Después de la cursada surgieron un montón de ideas y materiales sobre cómo abordar las clases de una forma más auténtica, y cómo realizar una aproximación más real a la cultura alemana. Una de las ventajas de las historietas y las novelas gráficas es que pueden mostrar una historia que todxs conocemos, desde una perspectiva más personal y más íntima, pero lo más importante es que comparten cosas en común con los medios que usan lxs chicxs hoy en día: imágenes. 
De esta forma se pueden abordar temáticas como la Alemania Nazi, el Muro de Berlín o la Reunificación Alemana de una manera que permite que lxs chicxs se sientan realmente interpeladxs. 
Im Himmel ist Jahrmarkt, de Birgit Weyhe.
Por ejemplo, el libro drüben! de Simon Schwartz, narra la historia de la infancia del autor en Berlín Oriental y de cómo sus padres se las arreglaron para huir de ese régimen opresor. Lo interesante es que lxs lectorxs reciben pantallazos de la vida cotidiana en Berlín Oriental y las vivencias particulares de esta familia. 
Otra de mis favoritas, es la novela gráfica de Birgit Weyhe, Im Himmel ist Jahrmarkt, que es un intento de reconstrucción del árbol genealógico de la autora. Y que a causa de ciertos agujeros en la historia, ella va completando con su fantasía. Las imágenes muchas veces se alejan de la narración para mostrar los pensamientos de distintos personajes, incluyendo los de la autora y lindan con lo surreal.
Si bien en los últimos años se ha logrado una importante revalorización de las historietas, resulta sumamente importante seguir fomentando y difundiendo su lectura. Hay que dejar de subestimarlas o compararlas con libros. En las historietas y novelas gráficas, tenemos palabras y dibujos que se funden en uno solo, para adentrarnos en historias únicas, íntimas y complejas. Es cuestión de entenderlas y dejarnos atrapar por ellas. 

*Andrea Forés Tacca es docente de alemán en nivel medio y estudia el profesorado de alemán en el Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández.  







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