Persépolis: literatura, ilustración y cine.


Natalia Forés nos acerca una mirada acerca del cruce entre la literatura y otros lenguajes artísticos. En este caso, la novela gráfica y el cine, a partir de Persépolis, de Marjane Satrapi, que se refiere a las vivencias de la infancia y adolescencia de la autora en la República Islámica de Irán.





Por Natalia Forés*

Persépolis, el film animado de 2007 está basado en la novela gráfica homónima de la autora Marjane Satrapi. Es una autobiografía donde se conoce la historia personal de la autora, desde su niñez en el contexto de la Revolución Islámica, hasta su vida durante el posterior Régimen Fundamentalista Islámico, que le lleva a emigrar a Europa durante su adolescencia. La pequeña Marji asiste y cuenta en primera persona estos sucesos desde una perspectiva infantil, percibiéndose a lo largo del filme cómo van cambiando en ella los conceptos previamente construidos sobre los lugares comunes de la historia, la filosofía, la política, el amor, entre otros. Desubicada, a medio camino entre un lado y otro, sin terminar de sentirse parte de ningún lugar, Marjane intenta, sobre todas las cosas, no renunciar a lo que considera fundamental sobre todas las cosas: ser ella misma.

Esta película es un perfecto ejemplo de la relación entre la literatura y otras artes. La narración atraviesa transversalmente varias áreas culturales, atrayendo a toda clase de público desde distintos lugares para luego internarlos en un universo muy rico lleno de referencias literarias y artísticas que funcionan como recurso a la hora de promover la imaginación y la curiosidad.

La narración empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica.
Persépolis, tanto el libro como el film, cuenta con la originalidad de la ilustración para narrar un mensaje profundo y una historia compleja que, tal vez en otro formato, no llegaría a tantos lectores y espectadores. A través de la simplicidad de los dibujos se logran transmitir conceptos complejos. Esta historia aborda, desde una forma simple, un contenido inmenso.

Así en cuanto a recurso cultural con un fin educativo podemos abarcar a partir de esta obra visual, temáticas sociales como: la política, el autoritarismo, la ideología, la tolerancia, la empatía. También conceptos filosóficos de largo alcance como: el existencialismo, la religión, la diversidad, el género, la psicología. Y por supuesto desde su formato visual podemos debatir sobre cine y arte en general y más específicamente ver los contrastes de una cultura oriental desde nuestro lugar en occidente.

Es imposible reflejar en pocas palabras una historia tan original y transversal como lo es Persépolis. Por ello recomiendo ver un fragmento del libro o escena de la película para conocerla, luego del cual seguramente no podrán separarse de la historia de Marjane, su cultura, su humor, y su originalidad. 

Escena 1:



Escena 2:



Trailer:




* Natalia Forés. Ilustradora, animadora y diseñadora gráfica. Docente de promoción de la lectura y stop motion.

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