45 años de la desaparición del poeta Roberto Jorge Santoro
Hoy se cumplen 45 años del secuestro y la desaparición del poeta Roberto Jorge Santoro. Nacido en Buenos Aires en 1939, fue poeta, periodista, vendedor en un mercado, pintor de brocha gorda y empleado en el Sindicato de Músicos. Comenzó a publicar su poesía en la revista La Cosa, en 1960. Fue fundador de las publicaciones Barrilete, Gente de Buenos Aires y Papeles de Buenos Aires. Su producción poética se extendió durante la década del '60 y los primeros años de la del '70. A pocos meses del golpe militar de 1976, reclamó por el secuestro y desaparición de Haroldo Conti y otros periodistas y escritores. El 1 de junio de 1977 fue secuestrado de la Escuela de Educación Técnica Nº 1 "Fray Luis Beltrán" en la que trabajaba como preceptor. Desde ese momento se encuentra desaparecido. Fue autor, entre otros libros, de Oficio desesperado, Nacimiento en la tierra, Pedradas con mi patria, y compilador de Literatura de la pelota, reeditado en 2007. Roberto Santoro era hincha del Racing Club de Avellaneda. El pasado 7 de diciembre, en el acto en el que se restituyeron los carnets de los socios desaparecidos en la última dictadura militar, su familia recibió el correspondiente al poeta. Lo recordamos compartiendo tres de sus poemas.
Canto a la esperanza
andaba yo desnudo de mí
perdido en la lluvia del olvido
de barco navegando por las plazas
dormido el pecho
su gorrión descalzo
y tuve que llevarte a la palabra
ponerte en posición de vuelo
a veces de bufanda
rueda azul
andaba
te seguía
mi muerte con su forma de guitarra
y tuve que ponerla en la memoria
como se pone un hijo
con esa rabia dulce mitad de mí
agua del aire
andaba así
de loco en el olvido
de furia que quiere reventar por el costado
y un día de tanto nombrarla
la encontré
se la llevé a mi madre
la puse en el saludo
la compartí como un pan con mis amigos
la arrastré hasta el remolino del amor
allí donde los ríos tienen un mismo nombre
para que entendiera de una vez por toda
s que era nuestra
para que nunca se olvidara de este país enorme
de esta ciudad
su ternura abandonada en los portales
le dije algunos versos
le puse el corazón como una hoguera
me la bebí de cabo a rabo
le enrosqué la cola en mi solapa
me di el gusto de agarrarla de la mano
y hoy la traigo aquí
pero si un día se llega a volar porque fallamos
si se escapa esta rabia que llamamos esperanza
si un día se va
yo crucifico al amor
y después de enterrar a mis hermanos
me voy con el tranvía de la muerte
a clausurar mi corazón en una plaza
Algunas cosas
un viento que se llevó la alegría
y la luna de los dedos
ahora se golpean las cosas con mis ojos
y ventanales de azufre registran la catástrofe
se derrama el misterio como un papel ajado
atropellando nuestro circo de asombro
todo el esperar castillos y brujas para salirnos del cuerpo
como buscando los ángeles
los barriletes huidos
esos interminables bosques de lobos y caperuzas
esas casas de chocolate
de enanos y gigantes
esos silencios de la siesta en que uno cree volver al beso
y cuando echaste no sin esfuerzo los ojos tras la magia
te despiertan
para erigir estatuas que ruedan la mentira
la sinrazón entre bostezos de sangre
el odio pero con nuevas palabras
y todo lo que callo
y todo lo que olvido
y entonces te componen su esfuerzo avinagrado
y creen en los ojos leyendo el abandono
y guardan la estulticia dormida tras la boca
enumerando estrellas
pájaros
canciones
es el momento en que te adentran sus lenguas de huracán
restallando los enigmas que anhelaste
es el momento en que quisieras vestirte de venganza
y hundir sus necios alfabetos
su estar de lacerías
su acopiado cenegal de estiércol
esa ínfima saciedad con el destrozo
el incontrolable idioma con que destierran la vida
robándote el silencio
hiriendo las entrañas de tu sueño
y dejándote como un payaso solo
y entonces te dan ganas de gritar
de no querer el mismo cuerpo
y el escalofrío del insulto se queda como un tonto por los ojos
y se te desgarra adentro como una cosa inquieta
y entonces te dan unas ganas raras de llorar
de caerte muerto
y convertirte en globo
o en lluvia de organitos
qué sé yo
cada día se nos muere un hermano
Verbo irregular
yo amo
tú escribes
el sueña
nosotros vivimos
vosotroscantais
ellos matan
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