Una mirada sobre El hobbit de Rankin y Bass

Cuando hablamos de fantasy no podemos obviar que J.R.R.Tolkien fue una de las figuras del género que trascendió la literatura. En esta reseña que repasa la relación entre literatura y cine, Natalia Forés recuerda la primera versión animada de El hobbit de Rankin y Bass.




Por Natalia Forés

El hobbit da inicio a la saga de El señor de los anillos, de J.R.R. Tolkien. En este libro conocemos a algunos personajes a los que luego acompañaremos durante la lectura de la trilogía: Gandalf, Bilbo, Gollum. Escrita por partes desde finales de los años ‘20 hasta comienzos de los años ´30, en un principio, sólo tenía el objetivo de divertir a los hijos pequeños de Tolkien.


La obra de este autor fue y es en muchos casos, el primer amor literario, y a su vez la puerta de entrada al género del fantasy. Así como para muchos es una pieza clave en su recorrido lector, también para algunos artistas fue y es fuente de inspiración inagotable.

En este sentido, por ejemplo, localmente tenemos la obra de Liliana Bodoc que en sus libros construye un mundo desde la historia y la mitología de nuestra región. También el artista Ciruelo Cabral, ilustrador y referente del fantasy art, especializado en dragones.




En el cine, antes de las versiones de las películas más conocidas de Peter Jackson, hubo una película de El Señor de los Anillos en versión animada, inspirada en El hobbit. Fue producida por Arthur Rankin Jr. y Jules Bass. Originalmente fue lanzada para Home Cinema, es decir para emitir por televisión y estaba orientada a un público juvenil e infantil.  En su momento la crítica se dividió entre los que elogiaban su fidelidad al libro (considerando también que originalmente había sido una escritura pensada para entretener niños) y los que criticaban algunos desperfectos técnicos.

La adaptación animada de la historia de J.R.R. Tolkien acerca de las aventuras del hobbit Bilbo, utilizó una técnica de animación llamada "rotoscopia" (muy utilizada en algunas películas de Disney en sus inicios). Consiste en filmar determinadas escenas con actores humanos, para luego dibujarlas por encima, dando como resultado secuencias de acción con movimientos verosímiles.


Es una película muy ligada a la obra literaria, pensada para aquellos que tuvieran algún conocimiento previo del libro: sigue prácticamente al pie de la letra el relato original, incluyendo las canciones con sus letras. El Hobbit de Bass y Rankin tiene una fuerte influencia en el mundo cinematográfico y en el fantasy. Hoy en día podríamos decir que es una película de culto dentro del género.

Dos décadas después de su lanzamiento, el neozelandés Peter Jackson manifestó su interés por hacer una versión propia pero tuvo problemas con los derechos. Cosa que no pasó con los libros de El señor de los anillos que logró adaptar, dejándonos la trilogía fílmica más conocida de la obra de Tolkien. Jackson confesó haberse inspirado en varias escenas de la película animada, e incluso en el repertorio de voces utilizado en 1977.


En 2012 Peter Jackson finalmente logró realizar su versión de la película El hobbit, en la que rinde un homenaje al film de 1977, calcando, prácticamente, la secuencia del relato de la caída de Erebor, con imágenes de la vida en el interior de la montaña, la fuente de su riqueza y la llegada del dragón.

La versión animada nos muestra la estética y técnicas que se utilizaban en ese momento. Fue planteada como un homenaje a la obra de Tolkien, buscando esa fidelidad literaria. Por eso aunque hoy la veamos un poco envejecida, como obra artística merece ser tenida en cuenta y reconocida como la referencia cultural que supuso en su momento.  Todo fanático de Tolkien y del fantasy debería darle una oportunidad.

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