El misterio de la cueva suspendida, un policial fantástico

En el Laboratorio de Análisis y Producción de LIJ seguimos trabajando, virtualmente, claro. Compartimos esta reseña de Laura Gutman, a propósito de una de las novelas de quien iba a ser el invitado de cierre del ciclo, Jorge Grubissich. Cuando la cuarentena se termine recalcularemos fecha, para darnos el gusto de entrevistarlo.

Por Laura Inés Gutman*

Queridos amigos lectores:
Ayer miércoles 8 de abril, en noche de luna llena, terminé de leer El misterio de la cueva suspendida, y seguramente no fue una casualidad. En esta historia aparece toda la cosmogonía que se despliega atrayente y sutil en el noroeste argentino. Según doña Adolfina Rimac, una anciana tejedora kolla de los pagos de Cochinoca “No va a encontrar ni un solo arriero o vicuñero que se arriesgue por el camino del Huáncar una vez que si´a ha puesto el sol; y mucho menos si es noche ´e luna llena, ¡que es noche´e Salamanca! Dicen que para esas fechas Mandinga sabe salir montao en un potro negro, con la plata de la montura y las riendas brillando a la luz de la luna, y convida a los que pasan, para que se unan a la fiesta. Allí las brujas los invitan con comidas y bebidas de lo más finas, les hacen pasar los momentos más deliciosos de sus vidas y les conceden todo lo que piden…” (1). 
El escritor Jorge Grubissich propone en esta novela de aventuras nada menos que un pacto entre el Supay (vocablo quechua que identifica al diablo), y los agentes del narcotráfico. El personaje del detective Ireneo Gómez se adentrará en las cuevas donde se celebra nada menos que La Salamanca (2), detrás de un telón de fuego y protegida por bestias, para resolver un caso que involucra a Anselmo Arazi, un arqueólogo y físico explorador de fenómenos sobrenaturales, y  a Hans, un viejo amigo del detective y padre de Jazmín, “más que amiga” de su hijo Felipe. Y si lo pongo entre comillas es porque Felipe y Jazmín atraviesan muchos riesgos juntos, de la mano, hasta poder llamarse de verdad, novios. 
Pero no es esta una historia de amor, aunque también trata el tema de los vínculos, la amistad y los valores humanos. Esta es fundamentalmente una de aventuras, ambientada en la provincia de Salta, entre la zona del Valle encantado y el Parque Nacional Los Cardones, exactamente, en las cercanías de los pueblitos de Payogasta y Cachi, en los valles calchaquíes. Allí se puede visitar un Museo Arqueológico que exhibe piezas, algunas de 10.000 años de antigüedad. El nombre del pueblo proviene de la lengua de los antiguos diaguitas de donde “Kak” significa piedra y “chi”, silencio y Payogasta también en lengua de los diaguitas significa Pueblo blanco.  
Como verán una narración llena de signos. Una historia donde el bien y el mal se enfrentan y el peligro no está representado por lo sobrenatural, sino por las fuerzas mezquinas de la ambición. Una aventura donde los personajes se ponen a prueba, pero también aprenden y ganan algo.   

(1) Reynolds, Roberto. (2008). Cuentos y leyendas argentinos. Ediciones Continente.
(2) La Salamanca equivalente al “aquelarre” español es la leyenda tradicional de mayor difusión en todo el territorio argentino. Es un lugar legendario que aparece en numerosas leyendas hispanoamericanas. Se trata de un antro donde brujas y demonios celebran sus aquelarres. Sólo puede encontrar la entrada aquél que conoce la palabra que hace visible la cueva. Esta leyenda hace referencia a la cueva de Salamanca.
En su interior, el aventurero debe pasar por tres "pruebas iniciáticas ": la primera consiste en resistir el ataque de un chivo maloliente de ojos rojos; la segunda es aguantar la presión de los anillos de una enorme serpiente peluda, y la última vencer a una criatura mitad gallo y mitad culebra, de ojos centellantes. Las tres pruebas pueden superarse si se demuestra a las amenazas que no se les tiene temor. A veces el mismo diablo sale de la Salamanca para buscar adeptos. En esos casos toma la forma de Mandinga, y se aparece como un gaucho vestido lujosamente, con adornos de plata. https://es.wikipedia.org/wiki/Salamanca_(leyenda)

* Laura Inés Gutman, Intérprete titiritera y de música popular. Licenciada por la UNA en Artes del Movimiento. Egresada del Teatro Colón en Regiè y de la Escuela de titiriteros del Teatro San Martín. Docente universitaria en la Licenciatura en Musicoterapia UBA.


El misterio de la cueva suspendida
Jorge Grubissich
Amauta, 2011.

Comentarios

  1. Laura, me gustó tu reseña, además me estimuló para armar algo con esa tejedora Kolla que habla tan convencida de los peligros de la noche de luna llena.
    Abrazo en cuarentena Cecilia

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